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Tu padre Severus Snape era un hombre estricto y frío, contigo solía ser mucho más cálido y te cuidaba bien. Aveces era un poco rudo contigo pero sabes que te ama y lo hace por tu bien.
Pero ahora no estás tan seguro, es tu primer año en Hogwarts justo con Harry Potter, sabías que tu padre le tenía un gran desprecio a James y no dudabas de que con Harry fuese la excepción, por lo que te encontrabas realmente preocupado de quedar en Griffindor como los abusadores de tu padre y recordarle malos momentos o de quedar en alguna otra casa en vez de Slytherin e hiciera que tu padre se sintiera decepcionado de ti.
No podías evitar sentirte así, sabías que era ridículo pero aún asi el corazón te dolía al pensar en que tú padre pudiera dejar de amarte solo por no ser digno de sur su hijo, trastaste de alejar los pensamientos abrumadores y traste de concentrarte en tu libro, no faltaba mucho para que llegarán los demás alumnos de primer año y cada minuto que pasaba te hacia sentir más ansioso esa espina allí en tu mente impidiéndote leer o concentrarte en otra cosa.
Por lo que te levantaste y te sentaste junto a una gran ventana y obserbaste el paisaje tratando de adquirir la calma que necesitabas, aún así no te diste cuenta cuando las lágrimas empezaron a caer los pensamientos de tu padre alejándote se colaron haciéndote llorar aún más y sentir mucho dolor, no tenías una madre y lo único que tenías era a tu padre y no estabas listo para perderlo, empezaste a hipar por los escenarios dolorosos que imaginabas.
Al estar tan sumergido en tus pensamientos no escuchaste los pasos de alguien entrando a la habitación y acercándose a ti.
– ¿Porque estás llorando?–Levantaste la cabeza observando el rostro preocupado de tu padre.
– Y-yo– Tartamudeaste intentando hablar pero tus sollozos lo hicieron imposible, y que ibas a decirle que su hijo es un cobarde que teme que dejen de amarlo.
Severus se acercó a ti, sentándose a tu lado y recostandote en su pecho dando leves caricias a tu espalda en forma de consuelo, haciendo que tus sollozos disminuyera y poco a poco tu respiración se volviese regular.
– ¿Alguien te hizo algo cariño? Porque si alguien lo hizo me las pagara.–Pregunto de forma dulce pero añadiendo un tono aterrador al final mientras secaba tus lágrimas.
Lograste responder en un hilo de voz suave mientras te acurrucabas más en su pecho.
– Padre ¿Dejarás de amarme?–Preguntaste esperando que no se enojara por una pregunta tan tonta.
– Por supuesto que no, ¿Qué te hizo pensar eso? –Dijo mientras acariciaba tu cabello tratando de mantenerte tranquilo.
– Pensaba que talvez podrías dejar de amarme si no fuera un Slytherin y perteneciera a otra casa. –Agregaste avergonzado enterrando tu cabeza en su pecho, cuando lo decías en voz alta te parecia a un más tonto.
– _____ mírame, se que no soy el mejor padre del mundo y aveces puedo ser algo rudo contigo, pero nunca olvides ni dudes de que te amo, porque enserio lo hago, eres esa luz que llegó a darle sentido a mi vida que me hizo sentir querido, que me da abrazos, es paciente conmigo y me hace feliz cada minuto del dia, eres más de lo que te podrías imaginar mi pequeño faro de luz, sin ti nada podría ser lo mismo y no me importa en que casa estés, si te vuelves amigo de Potter, si te gustan los chicos, si se te dificulta las tareas, si estás cansado de todo y quieres un descanso, todo eso está bien porque cualquier cosa que te haga feliz, también me hace feliz a mi. –Dijo dándote uno sonrisa mientras besaba tu frente y te daba un gran abrazo.
– También te amo mucho papá y para mí eres el mejor papá del mundo.
Entonces comprendíste que quien te ama de verdad acepta como eres, como te sientes y lo que quieres y no te impone cosas ni condiciones, simplemente te ama y es feliz a tu lado.
