6.

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Como sus esposas también tenían sus responsabilidades dentro de cada mitología, Raiden y Shiva se habían quedado solos. Incluso Thrud le había confiado la tarea de ser un buen ejemplo para el pequeño Dios, a su ahora esposo.

-Pe-pero linda, yo no-

-Nada de peros, se que podrás hacerlo -finalizó la rubia nórdica.

-Le confiamos la seguridad de nuestro esposo, señor Raiden -le sonrió y saludó Kali. Las otras dos ya se habían ido. Pese a que Shiva era algo holgazán, incluso él cumplía con sus tareas pero ahora que era un niño, las cargas estaban en hombros de Rudra y demás.

Cuando por fin se hallaban solos, el adulto no sabía que hacer con él. Shiva estaba muy callado y miraba en cualquier dirección. Raiden sintió la incomodidad en el aire y se molestó ya que horas atrás el niño no dejaba de hablar y ahora, apenas lo miraba.

-¿Acaso es tímido? -pensó el japonés.
Aburrido, el infante se levantó de su lugar y caminó por los alrededores de la habitación.

-¿Puedo salir a jugar? -le preguntó al mayor pero no espero la respuesta que ya estaba fuera. Raiden lo siguió tomando distancia en silencio. Llegaron hasta el jardín del palacio.

El de piel azulada tomó una pelota que había ahí y comenzó a jugar con ella. El japonés supuso que era de Ganesha. Un pelotazo en la cabeza lo sacó de sus ideas y luego escuchó una risotada en dirección al Dios.
Shiva le había pateado la pelota sin malas intenciones porque creyó que le había estado prestando atención y por eso lo hizo. El adulto le lanzó la pelota con la misma fuerza pero en cuanto la soltó, se había arrepentido porque ya no se trataba del Dios adulto sino de un niño.
Shiva no pensó en las consecuencias y atrapó la pelota con agilidad, sus cuatro manos pusieron la mayor fuerza para frenar aquel objeto y Raiden suspiró lleno de alivio, por un momento pensó vivir una tragedia.
El menor volvió a tirarle la pelota con la misma agresividad que el otro y esta vez Raiden, en vez de recibirla con las manos, dio una patada que lo hizo abrir los ojos al más joven algo dudoso de si quitarse o no.
Finalmente optó por correrse y la pelota chocó estrepitosamente contra la pared haciendo que esta se rompiera en pedazos. El mayor se queda boquiabierto y su cara pasó a pavor cuando los guardias exclamaban a lo lejos y se aproximaban.
Shiva fue alzado y colgado en el hombro como si fuera una bolsa de papa. En el trayecto, el muchacho fue acomodándose para sentarse en los hombros del adulto y la emoción por tanta altura y velocidad, hizo que se sujetara del pelo, haciéndolo aullar de dolor.

-¡Más rápido, más rápido! -gritaba ansioso mientras tapaba con sus manos los ojos ajenos.

-¡No hagas eso que-!

La frase no terminó de ser dicha que Raiden se tropezó con una piedra haciéndolos caer y rodar por una colina bastante empinada. Raiden caía lleno de pavor sin poder frenar, mientras Shiva reía ganando la velocidad que desde un principio quería.
La alegría del niño se apagó cuando se dio la cabeza contra una piedra. El golpe detuvo su rodar y se sentó  frotándose el chichón que comenzaba a formarse.
El adulto se apuró en arrimarse y confirmar que el niño seguía vivo. Se alivió que aún siga con vida porque luego de ese cabezazo, la piedra se había partido en dos.
Volvió a preocuparse cuando vio al pequeño lagrimar y los mofletes inflados de indignación.

-Debes ser más cuidadoso la próxima vez. Pudiste habernos matado.

-¡Ca-cállate!

-¿Te duele? -se agachó para verificar la herida pero el niño lo apartó, todavía enojado. Raiden suspiró cansino porque esto de cuidar menores no iba mucho con él.

-Ven, vamos -le dijo el japonés -Vamos adentro. Juguemos a algo menos peligroso.
Emprendió su marcha y Shiva, al ver que el otro no pretendía detenerse para esperarlo, se levantó apresurado y corrió hasta él para tomarlo de la mano y seguirlo hasta el interior del palacio.
Una vez dentro, Raiden pensó que juegos podían entretener al muchacho. Recordó a Parvati autorizandolo a entrar al cuarto de Ganesha para utilizar sus juguetes o cualquier cosa que lo ayude a controlar a su infante esposo.

El cuarto de la pequeña deidad aparentaba ya la de un adolescente pero agradeció que en su escritorio aún haya una caja de colores y papeles. Cerca de la ventana encontraron un cofre donde tenía varios juguetes que Shiva reconocía como suyos.

"Tal vez se los regaló cuando Ganesha era bebé" pensó y prefirió tomar las hojas y lápiz. -Dibujemos algo Shiva -el chico asintió alegre.
Se sentaron en el piso en medio del salón. Corrieron mesas, sillas y sillones para tender una sábana en medio y recostarse. La servidumbre les habían traído jugo y bocadillos para degustar mientras dibujaban. Raiden no hizo mucho porque disfrutaba más de ver la creatividad de la deidad, hacía cosas llamativas que jamás imaginó.

-Este es un ciervo que come flores y cuando camina, va dejando un rastro de ellas -le contaba Shiva mientras le señalaba el animal mal hecho. -Este es un lagarto gigante de aire.

-Ahí no hay nada. -señaló la hoja blanca del pequeño.

-Claro porque es de aire, es invisible. Pero tiene dientes que pueden medir hasta 10cm.
-Y aquí hay una mariposa de fuego, es súper pequeña -la misma medía aproximadamente 3cm -pero un solo toque puede provocar un incendio de hectáreas y hectáreas de tierra.

-¿Y ese de ahí?

-Este eres tú -le mostró un hombre muy corpulento, lleno de músculos por todos lados -y este soy yo -El pequeño se había dibujado en su forma adulta y ambos se estaban abrazando como si posaran para un cuadro. -¿Somos amigos Raiden?

-Si, lo somos.

El niño no hizo ningún otro comentario y siguió dibujando feliz por la respuesta.
La suerte de Raiden hizo que Shiva se esté tranquilo toda la tarde dibujando y explicándole cada criatura que dibujaba; su historia, poder, características, en fin. Ya era tarde y los habían llevado a comer así que se puso de pie y llamó al niño para que lo siguiera hasta el comedor.

Shiva exclamó -¡Ya voy! -y antes de irse y dejar sus obras, sus manos se iluminaron con un tono entre violeta y azul mientras que tomaba todos sus dibujos para luego dejarlos apilados en un escritorio.

Shuumatsu No Valkyrie (YAOI -2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora