3.

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-Será lindo cuidar de él ¿no crees cariño? -Eva caminaba mientras no dejaba de hacerle caricias y cosquillas al bebé. Adán lo miraba curioso.

-Se siente raro cuidar del tipo que me mató en nuestro combate... pero hay que admitir que de esta forma es lindo. ¿Qué haremos?

-Lo primero es cambiarlo y alimentarlo ¿no crees?

-No trajimos ninguna de estas ropas que usan y tampoco tenemos con que hacerlas -dijo el rubio mientras pellizcaba la pequeña túnica de Zeus.

-No importa, podemos hacerle ropa nosotros mismos con lo que tengamos a nuestra disposición.

Llegaron a su panteón el cual rebosaba de verde y algunas hectáreas de tierra llena de comerciantes pero normalmente no se aparecían por ahí. Sentían incomodidad de las miradas que eran dedicadas a estos dos así que optaron por quedarse en la parte más natural de aquel lugar, el cual adoptaron como su propio paraíso.

-Buscaré frutas para aplastar hasta que prepare la comida, tú encárgate de limpiarlo y prepararle ropa adecuada.

Adán asintió y tomó al bebé en brazos, a este no le gustó mucho alejarse de la rubia. Se puso algo inquieto. El mayor no se mosqueó y le tuvo bastante paciencia mientras caminaban a un lago, no muy lejos de ahí. Cuando llegaron Zeus tenía su mejor cara de pocos amigos pero Adán ni lo notó y en un movimiento lanzó al bebé al agua.

Zeus pataleó y tenía la cabeza fuera del agua mientras veía con sorpresa al adulto.

-Eso fue por matarme y ser un lujurioso.

-¡Loco!

-Si, si, lo siento. Pero por lo que descubrí con mis hijos es que no morirás tan fácilmente en el agua.

-¿Eh?

-No, los bebés pueden flotar en el agua, por alguna razón.

-¡Papa loco!

Adán lo ignoró y lo sostuvo para que deje de luchar. El pequeño se aferró a su cuello y Adán comenzó a tallar sus brazos y cabeza, de la cadera para abajo no tocó nada y sencillamente lo metió y sacó del agua. Esto hizo reír al niño y seguir jugando.

No estuvieron mucho tiempo, por suerte el agua estaba algo templada ya que el sol estaba en su punto máximo haciendo que el lago no esté tan frío. Zeus se sentó y esperó desnudo a que Adán consiga hojas, algodón y resto de materiales para confeccionar ropa.

Adán estaba tan concentrado en su trabajo que no notó a su esposa llegar con comida para el bebé.

-¿Dónde está? -Eva preguntó minutos después de no encontrar al bebé por ninguna parte. El esposo alzó la vista a su lado estando seguro de que allí lo había dejado, pero no. Ambos buscaron desesperados por todos lados pero no había rastros de Zeus.

Un grito en la copa de los árboles los hizo levantar la mirada y allí estaba, colgado de lo que supuestamente era una liana pero en realidad era una serpiente. Adán trepó tan rápido como pudo el árbol y golpeó al animal para alejarlo del bebé, Zeus por otra parte, se había soltado por el brusco movimiento del reptil al salir huyendo.

Eva lo atrapó ágilmente y lo acunó en sus brazos. Un ¡POOM! en el suelo espantó a la rubia y se giró para descubrir a su esposo desparramado en el mismo. La rama en la que se había sentado no aguantó su peso y se había roto.

-¡Adán ¿estás bien?!

-Ese niño va a matarme.

.

.

.

Mientras Eva alimentaba al pequeño, Adán acababa de cocer una imitación de la túnica que usaba el Dios, con las hojas que recolectó y el algodón para evitar la picazón.

Shuumatsu No Valkyrie (YAOI -2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora