Parte 5

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12:30 p.m. Sala de interrogatorios de la policía.

Narra Melania

Mis ojos estaban fijos en el techo de aquel cuartucho mientras mantenía mi cabeza apoyada en el borde del duro respaldo de aquella silla. El capitán Gallagher se marchó hace rato y el tiempo aquí dentro era eterno. La puerta se abrió sin previo aviso y miré de forma desganada hacía dicha puerta. No tardé en incorporarme y sentarme debidamente ante la presencia del policía. Era hora de llamar a Sullivan y que les dijera a esos idiotas de uniforme cuales eran mis derechos. Vi entrar de nuevo al capitán Gallagher y este no tardó en sacar una llave de su bolsillo y abrir las esposas. Lo hizo con resignación y de forma algo tosca, como si alguien le hubiese leído bien la cartilla. Eso me hizo sentir bien por un momento, pero no lo exterioricé. Masajeé mis muñecas mientras me era inevitable contemplar al capitán con la mirada cargada de perplejidad.

-¿A dónde me llevan ahora?-inquirí-Quiero a mi abogado. Tengo derecho a una llamada

-No le hará falta. No podemos retenerle sin pruebas, así que mi deber es dejarla marchar. Siento mucho todo este procedimiento, pero tenemos razones de peso para haberla retenido tanto tiempo

Lo miré con atención y me sentí realmente intrigada por saber cuáles eran esas razones de peso. Seguro que sabían cosas sobre Frank que yo desconocía, pero claro, la policía no le contaría nada a un civil. Menos a alguien que podía contactar directamente con el fugitivo al que buscaban e informarle de todo.

-No me gusta nada la forma en la que me han tratado-fingí estar muy descontenta, aunque en cierto modo lo estaba-Soy una víctima en todo esto. Debería haberlo sabido desde que me encontró en la casa esposada a un radiador

-Usted misma pudo esposarse allí, pero sin pruebas no hay delito-señaló Gallagher con tono dominante-Si por mí fuese, la tendría aquí esposada hasta que me contara el más mínimo detalle. Así que no me haga cambiar de idea

-Si fuese por usted, pero resulta que no puede-le recalqué con sátira-Si esto ha pasado más allá de usted, capitán, es porque la cosa está bien jodida

Me gustó recalcarle aquel último detalle. Pasé junto al policía, golpeando deliberadamente su brazo con el mío y luego salí de allí. Aquel gesto logró encogerme el corazón porque estuvo totalmente fuera de lugar, pero el capitán se lo tomó con más humor del esperado. Él soltó una risa sarcástica mientras negaba con la cabeza.

-Nos volveremos a ver, señorita Voulgaris-sentenció Gallagher desde el final de la sala

Solo pude girarme un poco y mirarle una última vez a la cara para luego tragar saliva y rezar para que todo esto se arreglara antes de que yo me viera aún más involucrada en el asunto. No soportaba la presión de estar encerrada mientras me interrogaban. Me devolvieron mis cosas, incluido mi móvil, y cuando salí a la calle, el sol brillaba con fuerza. Quizá fue algo estúpido, pero usé mi móvil para tratar de llamar a Frank. Lo único que pude oír es que aquel número ya no existía. Miré algo decepcionada la pantalla del teléfono y por alguna razón, me giré un poco para observar las puertas de la comisaría. ¿Qué sabían ellos que yo no supiese? Parece que aquel capitán tenía un as bajo la manga, información, pero era algo imposible de averiguar. Yo no pensaba volver a este lugar por voluntad propia. Si yo quería sonsacarle información a alguien, necesitaría darle un adelanto de las cosas que yo sabía, aunque no eran demasiadas. Sacudí mi cabeza de forma inmediata. No daría nada de información sobre Frank, no sin antes averiguar en qué andaba metido para que toda una comisaría se movilizara a favor de su caso.

Si aquel poli hablaba en serio, encontraría a Frank mucho antes que yo. Sin embargo, yo tenía una ventaja que esos policías jamás tendrían. Conocía dos lugares donde podría estar Frank ahora, pero dudé muchísimo que hubiese ido a ninguno de ellos. Simplemente era de sentido común. Frank era demasiado inteligente como para cometer ese error de principiante, sin embargo, nadie conocía dichos lugares y quizá hubiese una remota posibilidad de encontrarlo en alguno de ellos. Solo deseaba que mi chico estuviese bien y a salvo mientras trataba de dar con él sin que la policía me pudiera seguir la pista.

Tormenta GriegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora