12:15 p.m.
Narra Danny
Tras decirle todo lo que habíamos hallado en aquella casa, Melania se levantó y optó por tomarse un buen vaso de alcohol. La observé sin decir nada, ella ya parecía estar pensando por los dos. Mis ojos fueron de forma momentánea al enorme jardín que nos rodeaba. Piscina y fuentes y árboles. Aquello era algo que estaba fuera del alcance de muchos. Era como un oasis en medio de un desierto. La mujer volvió a su sitio y dejó una botella de ginebra y dos vasos sobre la mesa. Ella se sirvió un segundo trago, pero yo no lo necesitaba.
-No sabía nada de esas cosas-dijo ella con la mirada perdida en alguna parte, luego me miró-¿Hay algo más que yo no sepa?
Parece que su viaje al mueble bar le había hecho recapacitar y analizar toda la información que yo, tan amablemente, le había facilitado. Esto iba por buen camino. Si quería recibir algo de ella, antes debía darle algo a cambio. Era lo más sensato.
-Entiendo que los dos estemos en la misma situación y también entiendo que quiera proteger al hombre que ama, pero como verá, no es el tipo de persona que imagina
La chica estuvo a punto de servirse una tercera copa cuando yo puse mi mano sobre su vaso y se lo impedí. La necesitaba con todos sus sentidos despiertos. Bajo el efecto del alcohol no estaría muy lúcida. Melania me miró seria, quizá no esperaba aquella acción por mi parte.
-Es muy temprano para beber tanto alcohol ¿no cree?
-Me niego a creerle, capitán-dijo ella sin previo aviso-Frank y yo no teníamos secretos. Todo lo hacíamos juntos
-Pues ya ve que todo no-le recriminé con ironía-Todos ocultamos algo. Sin excepciones
Era una mujer terca en muchos aspectos, pero yo seguía teniendo las mejores cartas en este tira y afloja que se traía la señorita Voulgaris conmigo.
-Señorita Voulgaris, tenemos pruebas físicas. No tengo porqué inventar nada. Usted misma puede verlas con sus propios ojos
Vi como tragaba saliva. Parecía angustiada.
-¿Y qué gano yo si le ayudo a encontrarle?-preguntó con la voz quebrada-¿Cree que no lo he intentado ya? Se ha ido y se ha encargado de eliminar su número y sus huellas. No podréis rastrearle si no contacta conmigo
Era la primera vez que la veía vulnerable. Había bajado la guardia un segundo y debía aprovechar esa brecha para atacar. Por alguna razón, puse mi mano sobre su rodilla y ella me miró mientras las lágrimas caían por sus mejillas. La relación entre esos dos era algo que escapaba a mi conocimiento, pero sé que ella estaba saliendo mucho más perjudicada que Frank.
Recapacité sobre lo que mi superior quería que hiciera con ella, que no era otra cosa que manipularla y jugar con sus sentimientos para atrapar a un hombre que ya la destrozaba lentamente con su penosa huida. Observé la simpleza con la que Melania se derrumbaba, pero supe que aquello era mi trabajo y que no importaba nada más. Hace tiempo que quería pillar a Frank y tenía que darlo todo para conseguirlo, aunque me doliera seguir haciéndole más daño a la mujer que tenía delante.
-Si me ayuda a encontrarle, puede que lleguemos a un acuerdo para acortar sus días en la cárcel-dije sin más
-Lo quieren a él para llegar a las armas y la droga ¿no es así? Quieren usarlo para desarticular algo mucho más grande y peligroso
Chica lista. No esperé que fuese tan rápida captando la cruda realidad.
-Lo ha pillado rápido. Frank solo es la punta del iceberg
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Tormenta Griega
Ciencia FicciónMelania es una joven que cree tenerlo todo en la vida. Hasta que todo da un giro de 180 grados y lo que era una vida de ensueño se transforma en una aventura donde descubre que la felicidad se encuentra donde menos puedes esperarlo.