Su reflejo en el espejo era el de una mujer que no veía hacía diez años, con Robin fue feliz, sí, pero ese brillo reluciente de sus ojos lo había perdido y realmente lo extrañaba, terminó de ponerse los aretes, pasó sus dedos por su cabello mojado para acomodarlo, acababa de salir de un baño refrescante en brazos de David, quien ahora estaba detrás de ella con una toalla envuelta a su torso, con el pretexto de ayudarla con el zipper del vestido para besarla y abrazarla tortuosamente, incendiando en ella la llama que apagó instantes antes cuando tuvo unos segunditos de razón y se dio cuenta de que había tardado más de lo que inicialmente planeó.
"me tengo que ir", lo requirió con esa voz que ni ella misma se creía sus palabras.
"un besito más", suplicó y pasó sus manos por delante de su cuerpo y se pegó aún más a ella, "para que confíes en mí, subiré el zipper", sintió el vestido cerrarse, pero las manos regresaron a su posición anterior paseándose desde su vientre hasta sus pechos, los que aún por encima de la tela donde estaban escondicos, reconocieron su tacto haciéndola estremecer toda su piel, cerró los ojos y recostó la cabeza a su hombro estando así al alcance de sus labios uniéndose en ese beso que le pidió y según él, sería el último.
"Henry", recordó al separarse.
"lo iré a recoger, no te preocupes", aseguró volteándola frente a él para abrazarla sin ningún reparo, "soñé tanto con tenerte que me parece mentira", confesó sin siquiera, intentar besarla, la escuchó suspirar bajito, "esta alegría no me la quitará nadie", entonces sí le dio el último beso de la tarde y la liberó de sus brazos.
"nos vemos", se puso los tacones, caminó marcha atrás sin dejar de mirarlo y abrió la puerta, él fingía vestirse, cuando en realidad lo que hacía era observar cada uno de sus movimientos.
"llevo la cena hecha", aseguró, lo que estaba cocinando no debía desaprovecharse.
"trato hecho, pero no tardes mucho, ¿sí?", asintió embobecido porque implícitamente, le confesaba que ya lo extrañaba, se marchó luego de disfrutar la expresión de su rostro, esa que conservaría hasta verlo otra vez, se montó en su auto y recogió a Roland en casa de su amiga la niñera, tenía la impresión de que necesitaría sus servicios con más frecuencia a partir de ese día.
El niño estuvo dormido todo el camino, por eso, al llegar al departamento, lo acostó en su cunita y fue a cambiarse de ropa por una más cómoda, se quedó pensando en lo ocurrido en la casa de David, sus besos, sus caricias, sus demostraciones de amor, todo lo tenía gravado en la mente, bastaba solo cerrar los ojos y revivirlo, parecía como si se transportara al pasado y vivieran en Rusia todavía, donde eran tan libres, donde solo eran ellos en una pequeña casita donde se entregaban uno al otro y se enamoraban más a cada segundo que pasaba, ahora no fue diferente, porque sintió que le entregó su alma entera, te amo, Regina, las palabras retumbaban en sus tímpanos como una bomba atómica, ella solo quería corresponderle, confesarle que sí, que lo amaba también, pero el miedo se apoderó de ella y calló, el timbre del departamento la despertó de su sueño.
"mi niño, buenas tardes, ¿te gustó la sorpresa?", preguntó al verlo tan feliz porque su tío fue a recogerlo.
"mucho", le sostuvo la mano e intercambiaron miradas.
"a cambiarse de ropa y hacer los deberes", ordenó y corrió frente a ella como una flecha.
"traje lo que prometí", lo vio entrar al departamento frente a ella y ni un beso darle, control Regina, se decía, pero añoraba tanto recibirlo con un beso y un abrazo que por un momento se olvidaba de su realidad, cerró la puerta y lo siguió.
"y algo más", no solamente estaba la cena, se encontró con una botella de vino y helado para Henry.
"es vino blanco para acompañar la carne que no nos comimos y por supuesto, para celebrar que te amé", le guiñó un ojo con zalamería, ella miró hacia abajo apartando un mechón de su rostro fingiendo vergüenza ante su mirada devoradora, "la pondré en la ladera para que se enfríe para la cena", abrió el equipo y sacó algo que llamó su atención, "¿te parece si hacemos el postre?", era un pomo de cristal lleno de fresas.
