ENAMORARSE

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Dos horas después salían rumbo a Craslton, Lina poseía una casa a pie de playa, donde pasaban muchos fines de semana las chicas solas. La casita era pequeña pero acogedora, tres habitaciones, dos de matrimonio y una doble con dos camas, una cocina abierta a la terraza, y un salón con chimenea lleno de estanterías libros y fotografías, con vistas espectaculares a la playa. El viaje les llevó más de cinco horas en coche, no dejaba de llover, además, Hugo paró en un restaurante para comprar comida, ya que Mia no llevaba la ropa adecuada para salir del coche, el jersey de él, no le quitaba el frío que subía por sus piernas. Antes de quedarse dormida, envió un mensaje a Mat, para recordarle que estaría en la casa de la playa, también le recordó que no llevara mujeres a casa en su ausencia, y que deseaba estar tranquila durante toda la semana. A  pesar de que él leyó el mensaje, no envió respuesta. Ella dejó el móvil sobre sus piernas, se acomodó en el asiento, mirando a Hugo mientras conducía, vestido con pantalón negro y jersey de cuello alto negro, no se había afeitado, lo cual le daba un aire más sexy aún. Su semblante  serio, a pesar de que hacía unos minutos los dos se reían a carcajadas recordando la entrada de Marta en la casa. Mía supuso que  sería por haberle enviado el mensaje a Mat.
-No le estaba dando explicaciones, sólo le advertía para que no me molestase.
=Lo sé. - soltó la mano del cambio de marchas y la colocó encima de las manos de ella.- -Te juro que no veo la hora de hablar con él, se lo debo, y a mi mismo también.
-Yo en cambio, no tengo ninguna necesidad de contárselo, ni a él, ni a nadie.
-No voy a mantener esto en secreto Mía. - dijo serio.
Es que sé, que en cuanto Mat se entere .... es especialista es complicarle la vida a los demás. - podía imaginar la reacción de Mat cuando se entere, incluso podía sentir los insultos, su descontrol, su agresividad, esa parte de su carácter que Hugo no ha llegado a conocer.
Aparcaron el coche frente a la puerta principal de la casa, Mía salió corriendo con las llaves y el móvil en las manos, mientras Hugo recogía el portatíl y la mochila con su ropa. Al entrar, una agradable sensación inundó sus cuerpos fríos por las bajas temperaturas, la chimenea estaba encendida, era reconfortante sentir esa sensación de calor y bienestar, Mía respiró hondo, si su olfato no le fallaba, olía deliciosamente a lavanda y limón, entró en la cocina mientras Hugo dejaba la mochila y el portátil en el recibidor, y la seguía. Un pequeño buffet les esperaba sobre la encimera de la cocina, canapes, varias bandejas con carne en salsa y pescado al horno con verduras, dos cazuelas con sopas y crema de verduras, dos cuencos grandes con diferentes ensaladas, un fuente enorme con mucha variedad de fruta, un bizcocho de chocolate con crema de coco, y una tarta de lavanda con crema de limón. Junto a esta última, una pequeña nota de Lina, que Mía leyó en voz alta.
-Te juro que como no acabes con toda esta comida en una semana, iré hay y te pateare tu bonito culo. Si necesitas algo, habla con el casero Jon o su mujer Sara, todo ha sido trabajo de ellos. Te quiero supernena.
-Las chicas te quieren bien
-Si - dijo comiendo un pedazo de tarta - dios, está buenísima! Pruébala! - le acercó un pedazo a la boca, él mordió un trozo, pensando en que ese pequeño gesto era una diminuta muestra de intimidad, confianza o simplemente ella empezaba a comportarse como si realmente fueran pareja.
-Así que esta es la famosa casa de la playa?el retiro espiritual de las tres súpernenas - bromeó mordisqueándole el dedo que le dio de comer
-Retiro espiritual ha habido poco, risas, fiestas, llantos, enfados, un poco de todo. La primera vez que vine a esta casa tenía .... 16 años, vinimos a celebrar el 18 cumpleaños de Lina, sus padres en un alarde de confianza extrema nos dejaron la casa un finde de semana entero, con la única condición de no traer a ningún chico. Y lo cumplimos, no creas, celebramos la fiesta en la playa, nosotras y doce personas más, entre chicos y - más tarde cuando tomamos por costumbre venir habitualmente fines de semana o en cortas escapadas. - Mía le dirigió hasta el pasillo que daba a las habitaciones, en la pared, escrito con carboncillo negro se leía:
                  No se permite la entrada ningún hombre sin excepción alguna.
                  Tareas comunes excepto en las habitaciones
                  En esta casa no se cocina, el tiempo es para disfrutarlo
                  No hay horarios para nada, cada uno que haga lo que le venga en gana
                  Nada de tecnología, venimos a disfrutar de la naturaleza
                  Aislarnos del mundo, ni maridos, ni hijos, ni ex
-lo escribió Gina, dos años más tarde, con varios copas de vodka en el cuerpo.
-Así que estoy rompiendo la primera regla, espero que eso no me traiga consecuencia con las chicas. - la aprisionó contra la pared
-No se, déjame pensar ... igual si te castigo - le beso dulcemente por el cuello- te dejo elegir, cama o baño relajante? - el miró el reloj, marcaba las siete de la tarde noche, estaba ya anocheciendo.
-Baño relajante pero antes tengo que hacer una llamada al periódico.
-De acuerdo, nos instalamos en la habitación del fondo, que tiene baño, dejó allí tus cosas.
Mientras él hablaba por teléfono, ella ordenaba las cosas de él en el armario, cuando Hugo entró en la habitación la encontró desnuda tapada únicamente con una toalla blanca.
-creí que ya estarías en la bañera
-Bañera? - le acercó otra toalla y le hizo un gesto para que se desnudara. Él obedeció, a pesar de la intriga, se colocó la toalla alrededor d ela cintura. - que tal aguantas el frío? - bromeó ella
-Bastante mal, tu idea de baño relajante no será el mar - Mía abrió los ventanales que daban a la terraza y salió fuera, era de noche y apenas se veía nada. Unos segundos después, se encendieron una docena de farolillos blancos, colocados por toda la terraza, Hugo observó que la terraza estaba cerrada por una especie de cúpula de cristal, se acercó vio a Mía metida dentro de un enorme jacuzzi circular, el agua estaba caliente, y el vapor que emanaba de ella desprendía aroma a jazmín y rosas.
-Tengo que confesarte que he estado todo el viaje pensando en esto, en meterme aquí, disfrutar de las estrellas en la noche, del sonido de la lluvia golpear los cristales, del sonido del mar .... disfrutar de ...
-De mi? - preguntó el - espera un momento aquí falta algo - salió hacia la cocina y regresó con una botella de Vino y dos copas. - dónde estamos?- preguntó metiéndose en el jacuzzi después de tirar la toalla al suelo de la terraza
-En que iba a disfrutar de ti - ella se pegó a su cuerpo, mientras él la rodeaba con sus brazos, dejaba que ella siguiera besándole el cuello, en realidad lo que él quería era que ella hiciera lo que le diera la gana con su cuerpo, porque su cuerpo ya solo le pertenecía a ella, únicamente a ella.
-Mía, puedes hacer lo que quieras conmigo, me oyes, lo que desees hazlo. - le susurró tan eróticamente que ella sintió encenderse la mecha del deseo en su interior, y lo hizo, liberó todo su deseo sexual con él hasta llegar al climax no solo una vez, sino tres veces. El calor, el cansancio,y el vino, hicieron que se quedaran dormidos en el jacuzzi, recostados sobre una de las paredes, ella encima de él, colocada de espaldas.
Un fuerte estruendo despertó a Hugo una hora más tarde, comenzó un gran tormenta con relámpagos que iluminaban la playa, el granizo golpeaba los cristales de la cúpula con fuerza. Despertó a Mía.
-Mía despierta, tenemos que entrar en la casa, Mía - apenas logró abrir los ojos levemente, el la tomó en brazos, desnudos y mojados, entraron en la casa, dejó a Mía sobre la cama y buscó dos toallas, cuando volvió ya estaba casi despierta, se secaron y se metieron en la cama, Mía se recostó sobre su pecho.
-Crees que siempre será así?- preguntó ella tímidamente
-El que?
Esto
-Que esto Mía?- el sabía a que se refería pero quería que ella lo dijera, necesitaba que se diera cuenta de que esto, como ella decía, era una relación
-Esta relación, crees que nuestra relación siempre será así? Lo que tenemos, no solo es química sexual verdad?
-De nosotros depende que siempre sea así, amor. - cuando terminó de hablar se dio -cuenta de que ella se había dormido.
Los días posteriores,  compartieron la rutina diaria de una pareja normal, había decidió seguir un horario para las comidas, a penas picaban  entre horas, y eso había traído  problemas estomacales a Mía, el se despertaba el primero, corría durante una hora por la playa, se duchaba, desayunaba con Mía en la cama, y después dos horas de trabajo mientras ella paseaba por la playa, leía, escuchaba música, o simplemente perdía el tiempo mirándole a él trabajar. En cuatro días que llevaban allí, no habían podido salir ni usa sola vez a causa del temporal, Mi echaba de menos salir por el pueblo, o ir de compras, a los mercadillos pero él incluso agradeció que no dejara de llover, quería a Mía las 24 horas para el, sin poder salir de la casa. Una mañana, cuando Hugo se levantó para salir a correr, la noche anterior, no había escuchado llover, al correr las cortinas le impresionó la belleza del paisaje, la playa estaba completamente cubierta de nieve, todo estaba cubierto de un manto blanco.
-Mía! Despierta, ven!
-Que pasa - se levantó todavía con los ojos entreabiertos, se acercó a la ventana donde él estaba
-Ha nevado!
-Si, parece que hay carreteras y puertos cortados -dijo el mirando el móvil
-Nunca había nevado antes aquí, o por lo menos yo no lo había visto, está precioso el paisaje, tan blanco. - el la beso en la mejilla
-Voy a echar más leña a la chimenea, estamos a menos dos grados, y luego trabajaré unas horas.
-Desayunamos primero? - dijo ella acariciando sutilmente la espalda, recordando los polvos que días atrás hacían cuando él regresaba de correr.
-Tienes hambre?- preguntó él haciéndose el despistado
-Mucha
-Que te apetece? Café?te?tostadas?
-Me apeteces tú - le beso apasionadamente, él sonrió, la llevó hasta la cama y cumplió con los deseos de ella, deseos que cada día crecían más entre los dos.
Mientras el avivaba en fuego de la chimenea, a Mía ya se había puesto unos leggins negros, un polo de cuello alto, y un jersey largo de color verde botella, una botas altas de goma con borreguito por dentro.
-salgo a caminar por la nieve, quiero hacer alguna fotografía para enviar a las chicas.
-Vas abrigada?- preguntó él ayudándole a ponerse el plumífero.
-Si.
-No te alejes mucho de acuerdo?
-De acuerdo - le dio un corto beso en los labios y salió por la terraza
Hugo encendió su portátil, debía revisar varios artículos, corregirlos y enviarlos a la imprenta antes del mediodía. Desde la mesa de la cocina, observaba a Mía caminar despacio sobre la nieve, verla allí, fuisionada en el paisaje blanco y puro, le inundó una sensación de bienestar, de libertad mutua, tomó su móvil, se acercó a la ventana y la fotografió perdida en el paisaje, acto seguido se la envió a ella por mensaje, al ver la fotografía, Mía miró hacia la casa y le saludó con la mano! Hugo miró el ordenador, volvió a mirar a Mía, se calzó las botas, cogió su plumífero y salió por la terraza al encuentro de ella.
-ya has terminado? - preguntó ella al verlo allí
-No
-Entonces?
-Porque tienes que cuestionarte lo todo, me encanta la nieve, me encantas tu, así que demos un paseo antes de que nos congelemos. Pasaron, hicieron fotos, se tiraron bolsas de nieve. Hasta que comenzó a nevar con fuerza de nuevo. - será mejor que regresemos a la casa, corremos? - el le cogió de la mano y comenzaron a correr hacia la casa, Mía—resbaló dos veces, cayendo sobre la nieve, riendo se volvía a levantar y seguían corriendo. Llegaron a la casa, con nieve sobre sus cabezas, y empapados de agua.- abre antes de que nos congelemos
-Yo, yo salí sin llaves - confesó ella
-Joder, yo tampoco he cogido.
-Igual hay alguna ventana abierta
-No ninguna, lo comprobé antes de salir
-Vale, entonces, iré a casa de Jon, él tiene una copia
-Y si le llamas por el móvil.
-No tiene teléfono
-Vive lejos?
-Kilómetro y medio
-Iremos los dos, corriendo, así entraremos en calor. - Mía no estaba acostumbrada a correr, pero intentaba seguir el ritmo de el, hacía frío, y no podían pararse a descansar, al llegar a una pequeña urbanización de apenas cinco casa Mía aminoró el paso.
-Es esa, la de color cobrizo, vamos. - llamo al timbre, una señora mayor de pelo corto y gris, les abrió la puerta.
-Por el amor De Dios!Mía! Que hacéis aquí! Pasad! Quitaos los abrigos y dejarlos cerca de la chimenea, iré a por dos toallas. Jon! Es Mía! Al instante, el hombre bajito, de gafas,  barba y canoso entró en el salón.
-Que os ha ocurrido?
-Disculpad que nos presentemos así, he salido a caminar por la playa y me he dejado las llaves dentro de la casa, hemos venido a que nos dejéis la vuestra.
-Por supuesto, cariño - Sara regresó con dos toallas
-Perdonad, el es Hugo - se saludaron
-Quedaos a comer, tengo suficiente estofado para todos
-No te preocupes, no es necesario.
-Como queráis, os pondré un poco para llevar - se acercó a la cocina, y guardo un poco de estofado en un tupper que dio a Mía.
-Gracias Sara, dijo besándole la mejilla
-Muévete hombre, ve a por la camioneta, no querrás que vuelvan andando?
-Mujeres! Vamos pareja, la camioneta está en la parte de atrás - se despidieron de Sara, al llegar a la casa, Jon les dejo en la puerta, espero a que Mía abriera, le devolvió la llave y se despidió de él mientras Hugo la esperaba en la puerta.
-Una pareja muy agradable
-Si, son muy mayores ya, creo que rondan los ochenta, dios, el estofado huele increíble.
-Será mejor que te seques el pelo, tienes frío? - preguntó al verla tiritar
-Estoy helada - contestó quitándose la ropa mojada, mientras se dirigían al dormitorio. Mía se puso un pantalón vaquero y un jersey rojo, mientras que él se vistió un pantalón deportivo azul y un polo de cuello alto azul petróleo. Al regresar al salón, el móvil de mía estaba soñando.
-Mierda! son las chicas!
-Como las chicas?
-Videollamada a  Tres
-Y no vas a responder?
-Joder, seguro que Sara las ha llamado
- No dijiste que no tenían móvil
-Pero si internet, les habrá dicho que fui con un hombre a su casa
-Responde, no pasa nada - Mía le hizo una señal para que mantuviera silencio, y se colocase  frente a ella, así ellas no le verían.
-Hola chicas! - contestó Mía
-Hola chicas! Tendrás vergüenza! Que pasa contigo Mía?dijo Lina
-Que, que pasa?
—Hemos hablado no Sara, como sales a la calle sin llaves? - Gina sonreía maliciosamente tras la pantalla
-Que? Será que a vosotras no os pasado nunca?
-Si, a nosotras si, pero a ti no! Tú eres doña perfecta, controladora - se burló Lina
-Y dinos! Quien es el afortunado que te está despistando tanto? - soltó a Gina
-No se a que te refieres
-Al hombre que paseaba contigo por la playa en pleno temporal de nieve
-Venga, dinos, a quien has conocido? Esta bueno? Como se llama?
-Chicas, venga, ya os contaré todo cuando regrese vale?
-Oh Dios mío! Lina! Lo ha dejado entrar en la casa! Verdad? Es por eso, porque está contigo hay?
-En serio, Mía! De verdad has roto la primera norma? Tu? Ahora si que nos tienes que decir quién es!
-Chicas, en serio, dejarlo ya. - Mía comenzaba a angustiarse por la presión de las chicas, en le fondo, quería confesarles que Hugo estaba allí, pero de nuevo el miedo a ser juzgada por sus mejores amigas la tenían paralizada, algo de lo que Hugo, siempre tan observador se percató de ello. Y le susurró a Mía: Díselo!
-Joder Mía, no será tan malo! - dijo Lina
-Si no es por las buenas, será por las malas, invocamos que haga acto de presencia al atractivo caballero que ha conseguido que nuestra amiga rompas las reglas por una vez en su vida - dijo Gina divertida, Mía miró a Hugo, quien percibió lo asustada que ella estaba, lo miraba suplicando que no lo hiciera, pero él ya estaba rodeando la mesa, se colocó junto a ella, sentándose en la silla de al lado, sujeto la mano con la que ella agarraba el móvil, la alejo un poco, para poder entrar los dos juntos en cámara. -Entonces las chicas, le vieron.
-Hugo! - exclamaron al mismo tiempo
-Exacto, el atractivo caballero que está corrompiendo a Mía - Mía se tapó la cara con la otra mano, ya no sabía si reír o llorar.
-Lleváis juntos desde la fiesta? - preguntó Gina
-Si - contestó el
-Que cabrona, nena, no nos dijiste nada - dijo Lina
-Os lo iba a contar a la vuelta de verdad - las tres se rieron por lo sucedido
-Dejad que os diga una cosa, chapó por vosotros! Me alegro mucho por los dos -dijo Lina
-disfrutad, y no os preocupéis nada, ni nadie. - les alentó Gina
-Nos vemos chicas - se despido el, después de besar a Mía en la mejilla, quería dejarlas a solas un rato para que pudieran hablar, regreso al dormitorio con el portátil
-Chicas, por favor, os pido,discreción, no quiero que Mat se entere de momento, esto, es muy importante para mi, y para Hugo.
-No te preocupes, lo sabemos, él lleva enamorado de ti tanto tiempo - dijo Gina
-Lo sabias.? - preguntó Mía y Lina
-Si, hace unos años, no os dije nada, porque no me correspondía a mi decirlo, chicas, no era mi derecho
-No te preocupes, hablaremos cuando regrese vale? Os quiero
-Te queremos nena, y recuerda, come, bebe y folla - dijeron las dos al mismo tiempo
Cuando Mía entró en la habitación, Hugo tecleaba en el portátil, levantó la mirada para verla, ella se sentó sobre la cama, apartó el portátil, y subió,encima de él.
porque Gina sabía lo que sentías por mi?
-Hace unos años, quiso que nos enrollamos, se lo conté, porque no  quería que se hiciera ilusiones conmigo, no quería hacerle daño.
-Llegasteis a salir?
-No
-Tampoco os acostasteis?
-Tampoco
-Al final va a ser verdad que tienes  ética y moral
-Lo has dudado alguna vez?
-Prefiero no contestar a eso - dijo besándolo
-Que significa eso? - preguntó haciendo girar a Mia, para colocarse le encima de ella.
-Me pregunto dónde está tu moral cuando juegas con mi cuerpo a tu antojo y placer - le susurró al oído
-No existe, ni moral, ni pensamientos, ni control, solo existes tú y tu cuerpo, no puedo pensar en otra cosa. Lo que me recuerda que ahora mismo tengo la inmensa necesidad de desnudarte. Mía se agarró a su cuello mientras la desnudaba, cerró los ojos y volvió a sentirse en la misma nube, como cada vez que hacían el amor.
-Tengo una duda - dijo Mía saliendo semi desnuda de la cama, hacer el amor con Hugo se estaba convirtiendo en una costumbre demasiado habitual durante todo el día, y parte de la noche. - a parte de Marta, y ahora Gina y Lina, quien más sabe de nuestro amor?
-Qué has dicho?
-Que a quien más le has ....
-No, eso no, lo otro ... has dicho nuestro amor?
-Si, amor Hugo, eso he dicho
-Así que te estás enamorando de mi?
-No cambies de tema
-No, aclarame eso primero y luego te contesto
-Ha sido fácil enamorarse de ti, Hugo - se sincero- eres detallista, protector, cariñoso ... buenísimo en la cama ... lo que más me gusta de estar contigo es como me haces sentir a cada momento, me siento libre, sé que no soy muy expresiva demostrando mis sentimientos, pero eso no significa que no los tenga, dame tiempo, vale
-Es más fácil desnudar el cuerpo que le alma, eres como una cebolla, todavía te quedan capas por quitarte del alma- Dijo para hacerla sonreír
-Exacto! Ahora responde a mi pregunta - Mía se apoyó sobre la cómoda
-Fran
-Joder, Hugo! Has hablado con mi hijo sin ni siquiera decirme?
-No exactamente, escucha ...
-No! Escucha tu, hasta el momento no sabemos donde nos lleva todo esto, mis hijos son asunto mío, y de nadie más - dijo ofendida- como has podido hablar con Fran a mis espaldas! Él y Valeria son la única familia que tengo, mi familia, mi responsabilidad, y de momento tú no perteneces a ella. - no fue tal tono de su voz, ni tampoco la forma en que dijo aquellas palabras lo que hirieron a Hugo.
-La noche que Mat montó su fiesta pruùivada en tu casa, después de dejarte cenando, llame a Fran, estuvimos hablando únicamente de Mat, él sabe y conoce muy bien a su padre, yo .... estaba preocupado por ti, ha sido una de las veces que peor te he visto, y tú, tú ego y tú sobreprotección hacia los demás no te permiten pedir ayuda a nadie. Solo le pedí que me ayudase a controlar a Mat, nada más. Antes de colgar me preguntó directamente si yo estaba enamorado de ti? Por supuesto que no le mentí, le dije que si. Y sorprendentemente, ya se había dado cuenta hace años.
-No te das cuenta que si él lo sabe, también lo sabe Valeria, ellos,  nunca se ocultan nada. - salió de la habitación cerrando con fuerza la puerta.
Mientras Hugo se encerraba en la habitación para sumergirse en el trabajo que tenía pendiente, Mía se resguardó bajo una manta, recostada en el sofá frente a la chimenea, en su mente le martilleaban  las palabras que salieron de su boca mientras discutía con Hugo, se arrepentía de lo que había dicho, pero era incapaz de ir a pedirle disculpas, ella que siempre reconocía sus errores, que siempre pedía perdón, y allí estaba, sin poder moverse, paralizada por su propio orgullo, algo que nunca había hecho con Mat, al que siempre pedía perdón aunque la culpa no hubiera sido de ella, quizás cansada de que siempre fuera ella la que se rebajaba a los hombres, quizás no conocía realmente el carácter de Hugo para saber cómo actuar ante las discusiones de pareja.  Se quedó dormida dos horas después pensando en sus hijos y en Hugo.
Al llegar la noche, Hugo salió de su encierro, Gracias al trabajo había podido dejar pasar lo ocurrido con Mía, decidido a no disculparse con ella, llegó al salón, al verla dormida, la tomó en brazos y la dejó sobre la cama, con la ropa puesta, se dejó caer junto a ella, dormida, intentando ser lo más comprensivos posibles, buscó justificaciones para la actitud de ella, sabía que no sería fácil llegar hasta el alma de una mujer herida. Se quedó dormido junto a ella, los dos de lado, frente a frente, podía sentir la respiración de ella sobre su cuello, incluso el calor de su cuerpo sobre su piel, dormir, soñar  con Mía entre sus brazos era algo habitual para el.

A las cuatro de la mañana el sonido repetitivo del móvil despertó a Hugo. Después de hablar por teléfono, y hacer algunas llamadas, intentó despertar a Mía sin asustarla.
-Mía, despierta - le acarició las mejillas y el pelo, - despierta nena - la zarandeo un poco.
-Lo siento, siento mucho haberte dicho todo eso, lo siento, de verdad,  no te lo merecías - dijo ella somnolienta y aturdida
-No pienses en eso ahora
-No te enfades conmigo,  te he echado tanto de menos todas estas horas
-Escúchame, amor, tenemos que irnos
-Irnos? A donde? - Mía se sentó sobre la cama, se desperezó, sus ojos por fin se abrieron del todo, al ver a Hugo recogiendo en una pequeña mochila las pertenencias de él y lo que ella llevaba en su bolso, se asustó. Que pasa? Volvemos a casa? Sigues enfadado conmigo?
-No, no tiene nada que ver con eso, no estoy enfadado contigo, ni ahora ni antes, escúchame y mantén la calma - busco el móvil de Mia, estaba sin batería, lo puso a cargar.
-Me estás asustando
-Te ha estado llamando Fran, y como no ha podido contactar contigo, me ha llamado a mi, no le dicho que estamos juntos, tranquila, parece que Valeria a tenido un accidente patinando, está en el hospital
-Como dices? Valeria! - se puso en pie, asustada
-Esta bien, tranquila, pero tienen que operarle la pierna.
-Vale - respiró hondo- como llegamos a Cartsfon?
-Por carretera imposible, lo he comprobado, ponte en contacto con Jon, en su camioneta podemos llegar a un un aeródromo que hay a 20 kilómetros de aquí, iremos a Cartsfon en avioneta.
-En avioneta?
-Confía en mi - ella asintió, envío un mensaje a Jon, y cinco minutos después su camioneta aparcaba en la casa, el buen hombre se ofreció a llevarles hasta el aeródromo.
-Al llegar, les recibió un hombre vestido con un buzo militar.
Hola, Ben
-Hugo, está todo listo - les acompañó hasta una avioneta no muy grande, la nieve cada vez era más intensa.
-Seguro que se puede volar? - preguntó Mía al subir a la avioneta
-Sin problemas - oyó decir a un hombre a su espalda.
-Hola, Jack - salido Hugo- ella es Mía
-Encantada
-Jack ha sido uno de los mejores pilotos del ejército, si hay alguien que pueda volar con este temporal es el.
-Ese soy yo! Poneos cómodos! En poco más de una hora estaremos en Cartsfon.
La avioneta apenas tenía seis asientos, bastante cómodos, se sentaron uno frente al otro. 
-preparada?
-La verdad es que no - dijo bastante asustada cuando la avioneta comenzó a moverse. - Hugo le ajustó  el cinturón de seguridad
-Será un vuelo movidito! - dijo Jack por el megáfono.
-No te preocupes, no es el primer viaje que hago con Jack.
-Eso no me tranquiliza.
Te contaré algo, recuerdas que después de tu boda con Mat, desaparecí unos meses?
-Si, seis meses, prácticamente te veíamos dos meses y desaparecías otros seis
-Eso es, durante dos años
Es verdad, lo recuerdo porque volviste para el cumpleaños de Fran.
-Nunca me perdí ninguno de los cumpleaños de tus hijos
-Cierto.
-Me aleje de todo, más bien, me aleje de tu perfecta vida familiar, no me mal interpretes, me alegraba por ti, por tu felicidad, pero me dolía en él alma no poder compartir esa felicidad contigo. Nunca se lo he dicho nadie, estuve de corresponsal en Irak, para un periódico alemán.
-En línea de guerra? - preguntó Mía agarrando fuerte los brazos de su asiento, la avioneta se movía más de lo que ella deseaba
-Si, pensé que allí podría olvidarme de ti, pero me equivoqué, me sentí más solo que nunca, en un sitio así, las personas a las que amas se agarran más al corazón, solo la fe y esperanza por volver a ver esas personas te hacen resistir en un mundo así, rodeado de pobreza, muertes, injusticia.
-Tengo la sensación de que no te conozco- confesó Mía
-En realidad no - se acercó a ella y la beso en los labios- voy a ver si Jack necesita algo - ella le sujetó fuerte la muñeca
-No tardes- no era a primera vez vez que Mia se sentía culpable en relación a los hombres, de hecho, recordó cada instante en que Mat la manipulaba para que se sintiera culpable por algo que habia sido responsabilidad suya, pero ahora con Hugo era diferente, fue injusta con él esa tarde, y pensar en ello le hizo sentirse mala persona.
-Ya ha dejado de nevar - dijo Hugo al volver a su asiento junto a ella.
-Me alegra oír eso - respiró aliviada
Jack ha pedido permiso para aterrizar en el ático del hospital, en mediadora  estarás con Valeria
-Me asusta pensar que la lesión sea más grave, Fran no ha respondido a ninguno de mis mensajes y Denis tampoco
-No pienses eso, cuando hable con él parecía bastante tranquilo - el móvil de Mía sino varias veces
-Es Fran, la operan en una hora, están en urgencias, Box 54, Mat acaba de llegar
Referente a Mat, escucha si vas a estar más tranquila me quedaré fuera del hospital
-Tú quieres quedarte fuera?
-Por supuesto que no, estoy tan preocupado como tú, Valeria es .... quiero mucho a tu hija
-Me gustaría que estuvieras a mi lado pero entendería si te resultase incómodo
-Haremos una cosa, entramos juntos, si alguno de los dos, se arrepiente, se lo hará saber la otro, de acuerdo?
-De acuerdo - Hugo se cambió de asiento, se sentó junto a ella, para poder abrazarla.

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