—Ven, aquí es —Me hiciste pasar a la habitación.
Entré al cuarto del hospital esperando a ver una escena que me desgarrara por completo, levanté la mirada y vi a Josué descansando en la cama. No tenía ninguna marca, golpe o algo por el estilo, sólo dormía.
—¿Qué fue lo qué pasó?
—Estábamos en una fiesta —Cruzaste ambos brazos, —tomó una botella que no era y le hicieron un lavado de estómago. Ahora sólo está durmiendo, no pasó a más.
—¿Por qué no me dijiste a dónde iban?
—No tengo que hacerlo siempre.
—Sí, pero esto involucró a mi hermano, ¿qué tal sí hubiera sido grave? —Alcé ligeramente la voz y tú señalaste a Josué para que la bajara.
—Yo lo cuidé todo esté tiempo y el doctor dijo que está bien.
—Y te agradezco por eso, pero al menos me hubieras mandado un mensaje, Ricardo.
—No quería molestarte, pensé que te sentirías hostigada.
—Claro que no, ambos ya nos damos bien nuestro espacio —Me senté y luego tú lo hiciste.
Revisé la hora y pasaban de las doce de la medianoche, crucé las piernas y llevé mis manos a la frente.
—No te preocupes, Iris, él estará bien, te lo prometo —Me abrazaste.
—No le digas a mis papás de esto o nos regresarán a Villa Hidalgo.
Pasaron unos minutos más, una enfermera llegó para avisar que sólo se podía quedar uno de nosotros. Yo me quedé y nos despedimos con un beso.
Miré a mi hermano postrado en la cama, nunca lo había visto tan débil como ese día, me acerqué a él y acomodé su cabello, lo ví con mis ojos apunto de llorar. Me sentía mal aun sabiendo que él estaba bien, quería abrazarlo y cuidarlo hasta que despertara. No me había dado cuenta de lo mucho que extrañé a Josué durante el tiempo que no lo ví. Mis padres me matarían sí se llegaban a enterar de todo esto.
—Se ven muy lindos juntos —Oí la voz de Josué despertando.
No escuché muy bien, ya que yo también apenas despertaba. Bostecé y le pregunté que había dicho.
—¿Qué dijiste?
—Que tú y Ricardo son lindos juntos.
—Pero estabas dormido.
—Ay, hermanita, me dormí hasta que Ricardo se fue.
—¿Es en serio, Josué? —lo miré molesta. —Ni porque estabas así puedes dejar de ser tan metiche.
—Tu tranquila, Iris, no le diré a nadie.
Al día siguiente dieron de alta a mi hermano, tenía que cuidarlo por una semana ya que su estómago seguía débil por los químicos que tomó en esa fiesta.
—Ya llegó el taxi —ambos subimos.
Mientras el conductor escuchaba música en sus audífonos, Josué aprovechó para introducirte a la conversación, no le hice caso y sólo fingí que no lo oía. Pero él quería saber más.
—Ayer dijeron que se amaban... ¿y ahora no me puedes decir qué si tienen algo?
—Sólo dije que lo quería.
—¿Ves? No era tan difícil.
—Ya cállate, Josué.
Y no se calló en todo el camino.
•••
—¿Cómo has estado, wey? —Saludaste a Josué chocando su mano.
—Mucho mejor... ni en pedo vuelvo a ir a otra fiesta en mucho tiempo.
Quería fingir que mi hermano no sabía nada. Desde que supo, no dejaba de lanzarme esa miradas tontas para incomodarme contigo, las ignoraba lo más que podía. A veces me cansaba estar con él, aunque lo amo muchísimo, es muy molesto.
—Oye, Iris, acompáñame a comprar algo de comer para todos.
—Sip —le hice una seña a Josué para que se callara.
—Aquí los espero.
Salí de mi casa dejando a mi hermano sólo. Te ofreciste a cuidarlo por mí ya que al día siguiente tenía exámenes, te dije que sí y comenzamos a hablar mientras íbamos por la comida.
Me tomaste la mano como usualmente lo hacías y por un momento olvidé lo que hacíamos, era fácil perderme cuando estaba contigo.
—Me alegra tanto que te mejoraras de esa fiebre, estaba a punto de llevarte al doctor.
—No debes preocuparte tanto, luego puede pasarte algo a ti.
—No, ¿cómo crees? yo soy de acero —reíste aún sosteniendo mi mano.
•••
—Ya llegamos, Josué —dije abriendo la puerta.
Mi hermano se quejó por lo que habíamos tardado, le diste un sape y por fin se calló.
Seguíamos platicando mientras la tarde se iba, recordé las veces que comías en mi casa al salir de las clases en secundaria, llegabas con el cabello revuelto y el uniforme sucio, eras realmente lindo, claro que aun lo eras.
Al teminar de comer, Josué se sintió cansado y decidió ir a dormir, tú y yo nos quedamos en la sala. Me senté a tú lado y subí mis piernas a las tuyas.
—Josué está un poco raro, ¿no?
No supe que contestar al momento, sabía a que te referías, tu también te diste cuenta de las miradas que tenía hacia nosotros. No quería mentirte así que te conté que él lo sabía.
—Pues... puede que Josué ya sepa que tenemos algo tú y yo —Evité mirarte.
—Sí, era muy obvio.
—¿Verdad? —Dije con alivio.
—Sí, ¿pero como lo supo?
—Por el otro día en el hospital, al parecer no estaba completamente dormido, pero no sabe que no somos novios.
—Entonces, ¿piensa que lo somos?
—Supongo que si —Me acomodé mejor en el sillón.
—¿Y qué va a pasar entre nosotros, Iris? —Levantaste mi rostro para mirarte.
—No lo sé, ¿qué quieres que pase? —Acaricié tu cabello.
—Quiero salir contigo de verdad, no sólo estar juntos porque nos gustamos, quiero ir contigo en serio.
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Crush On U〃Ricardo Alcaraz ✓
Fanfiction〔Segunda parte de Digital Love〕 Iris tiene un gran crush con Ricardo Alcaraz. Él es el mejor amigo de su hermano. Ambos se conocen desde hace años, pero no eran muy unidos. Iris no puede dejar de pensar en él, aunque sabe que él está enamorado de s...