Capítulo 3: Benedictus de Spinoza

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Descansando despreocupadamente en un sofá de terciopelo, Draco hojeaba un viejo libro que apenas se deshacía de la miseria. Tenía las piernas estiradas sobre la lujosa tela, ignorando el ceño fruncido de Rabastan. -Ese tal Spinoza estaba en una mierda oscura-, dijo Draco sin impresionarse.

-¡Lenguaje, Draco!-, dijo Lucius sin levantar la vista del periódico que estaba leyendo.

-¡Idioma!- gritó Draco sin inmutarse, lanzando el libro a Harry. -Escucha, Harry, en este libro, 'Renatus Des Cartes Beginzelen der Philosophy, Volúmenes I y II ', afirma que no hay pruebas de lo divino, que todas las influencias humanas son discernibles en todos los textos religiosos-.

-Eso suena aún menos interesante que el profesor Binn hablando de la tercera guerra de los duendes-, dijo Harry mientras hojeaba un libro muggle que explicaba el funcionamiento de un prisma.

Draco sonrió y puso los ojos en blanco. -¡Déjame terminar, imbécil! Sin embargo, si las traducciones son correctas, dice lo siguiente "Después de que la forma geométrica fuera demostrada por Benedictus de Spinoza en Ámsterdam. Siempre que se expliquen brevemente incluso los pensamientos sobrenaturales, en los que se explican brevemente las disputas más graves que se encuentran tanto en la parte general como en la particular de las ciencias sobrenaturales". En otras palabras, conectó la geometría con lo sobrenatural y afirmó que con la ciencia podía explicar cualquier desviación-.

Lucius dobló la parte superior de su periódico y miró a través del papel a Draco y Harry, con sus ojos grises brillando inteligentemente. -Eso es interesante, Draco-, dijo con interés. -¿Este erudito habla de lo sobrenatural en términos de religión, o crees que tenía conocimiento de nuestro mundo?-.

Harry parpadeó sorprendido, comprendiendo que Draco y Lucius tenían razón eso era interesante. Hasta entonces habían supuesto que el Spinoza era un muggle y sólo habían buscado escritos publicados en los Países Bajos muggles, pero era posible que también tuviera influencia en la comunidad mágica.

Harry cerró los ojos pensativo, haciendo un movimiento de giro con la mano. -Suponiendo que el Spinoza tuviera vínculos mágicos, que tal vez fuera un mago o un squib él mismo, ¿qué significa esto para nuestra investigación?-.

Lucius enarcó una ceja con arrogancia y sonrió afablemente a Harry. -Eso significa que hemos estado buscando información en el lugar equivocado. He visto varias tiendas en Leprozengracht que comercian con documentos antiguos, es probable que el nombre de Spinoza pueda encontrarse en uno o varios de estos establecimientos-.

-Lucy, no seas gilipollas con mi hijo-, gruñó Sirius mientras daba un sorbo a su taza de té caliente. -Era una pregunta válida-.

Lucius resopló con fuerza y miró a Harry. -Resulta que deberíamos haber mirado directamente en los escritos correctos... Los muggles están por debajo de nosotros, sus obras no valen más que las fotos de la infancia de Harry con sus tíos muggles...- Miró a Sirius y sonrió ampliamente -No existen-.

Sirius maldijo en voz alta y envió un maleficio Picante a Lucius, que rió por lo bajo ante su propia broma. Sin embargo, el resto de los presentes no pudieron apreciar su comentario, provocando un inquietante silencio. Sin embargo, Harry rió con fuerza y le guiñó un ojo al mago rubio mayor.

-Realmente maravilloso cómo relacionas mi origen muggle con un comentario sarcástico sobre la inteligencia de los muggles y el abuso en mi juventud, muy inteligente cómo has jugado con las palabras-.

Lucius inclinó la cabeza y miró a Harry con una mirada que parecía algo de aprecio y orgullo. -Uno siempre debe reconocer su pasado, especialmente cuando lo ha conquistado y se ha levantado de las expectativas despectivas de su entorno-.

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