империя(imperiya)

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— ¿Hablas de un criadero como el de las aves?

— Es peor... Es un criadero donde explotan a alfas y omegas como tú y yo para vender esclavos de "buena genética"

— Demonios.

— Cálmate, si te quedas tranquilo no te intoxica... No te intoxicarán como... Yo.

Jimin gruñía, como no hacerlo, estaba en uno de ellos peores lugares para ser omega, era un maldito criadero clandestino y no precisamente estaba ese alfa en la misma celda para una agradable fiesta del té.

— No puedo estar aquí.

— ¿Te crees especial? Nadie debería estar aquí y júzgame que todos esos cachorros que están aquí encerrados siendo vendidos como trozos de carne para personas como tú menos.

— Que sabes de la realeza. — Jimin se defendió rápido, estaba molesto y ansioso.

— Matamos, somos peor que escorias por tener esta sangre maldita. — El alfa trató de moverse un poco sintiendo el dolor punzante en la pierna. — solo te consideras especial por haber nacido en cuna de oro.

— ¿¡Quién eres tú para decirme a mí que soy especial!? — si las cadenas que mantenían a Jimin en su sitio tuvieran un poco más de largo, el alfa pelirrojo abría recibido un zarpado directo en el tórax.

— Lo ves... Únicamente somos bestias, cuando nos suelten... ¿Podrías simplemente matarme?

—Creer que soy un omega débil, ya es suficiente insulto, ¿ahora me dices que sea un asesino? 

—¿No lo eres? 

 —Por supuesto que no.

—¿Te recuerdo que ejecutaste a todo un ejército y el único sobreviviente está frente a ti? — El alfa gruño por los suelos.

—En la guerra no hay amigos, yo jamás los envié a su muerte. 

—¡MATASTE A MI HERMANO!— El alfa no paro a pensar bien en lo que hacía y cuando intentó abalanzarse sobre el omega termino siendo lastimado por las cadenas que lo retenía.— Maldición. 

—¿necesito repetirte que era una guerra? Era mi reino y gente o tu reino. 

—Mi hermano no merecía morir, si pudiera arrancarte la garganta ya lo habría hecho sin reflexionar. — Jimin sonrió con arrogancia ante la afirmación.

—Quiero ver que lo intentes. 

Los cuatro alfas se mantenían en la biblioteca del emperador a puertas cerrada, varios libros siendo ojeados en busca de material, tenían días sin saber del emperador y empezaba a ser extraño, junto al emperador, la desaparición de Taemin y las denuncias de varias desapariciones de omegas pelirrojos.

Neuquén.

Azua.

Según el príncipe Kim, Neuquen o Niquém era solo una de las ciudades más grandes de su reino, allí pasaban varios comerciantes con pieles, pero eran totalmente legales, tenían sus papeles firmados por su respectivo reino, calles de piedra, nada del otro mundo.

Según Min, Los Azua habían sido aplacados por los demás reinos hasta el punto de extinguir aquel clan, pero jamás habían traficado con personas, quizás no eran los Azua y había un nuevo grupo de personas que estaban en este tipo de comercios; definitivamente deben ser lo más bajo de las personas.

Un cuando estuvieron horas en la biblioteca no encontraron nada más que lo ya definido.

Nada nuevo.

Los tres consortes regresaron a sus aposentos, parecían estar totalmente en calma, pero cada día que pasaban sin saber sobre el omega los hacía entras más en la locura.

Si bien como alfas no podrían caer tan fácil en depresión, sí que podían caer en la locura y un alfa enloquecido no era nada agradable, podrían incluso llegar a dañar a sus propios cachorros. Eventualmente, la ley de cada reino dictan "un alfa descontrolado no puede ser parte de la sociedad y debe ser ejecutado"

Muy aparte del posible caos causado por los consortes del emperador, la noticia de la desaparición del emperador estaba siendo oculta para todo el imperio, no solo por conveniencia de los mismos grandes señores que estaban tratando de poner sus manos sobre la corona, si no por él equilibro del imperio.

Sin un gobernador entrarían en un colapso económico y político que consumiría el propio imperio y sobre todos los que estaban al tanto de aquella noticia, Kim Taehyung sabía que debía mantenerse con una serenidad implacable.

Años junto al omega le hicieron aprender a como manejar el reino de la misma manera que él así no levantaría tantas sospechas sobre la perdida del gobernante.

Aun así mantener un imperio por sí mismo era extremadamente agobiante y destructivo para su propia mente, Taehyung no sabía como era que el pelirrojo emperador tenía la capacidad de mantener su cabeza en asuntos políticos, económicos y darse tiempo para atender las necesidades de cada aldeano que venía por un permiso; Muy aparte de todo, el alfa estaba llevando la investigación del emperador y su consorte.

Mientras Taehyung, caminaba hacia la oficina del emperador; totalmente desgastado, fue interceptado por el omega que bien conocía y hacía que su pecho se apretara cada vez que lo veía, levantando la mirada, pudo ver el destello de los ojos que tanto le encantaba, a la vez le dolía, junto al omega estaba su padre y entonces supo que estaba en graves problemas.

—Me gustaría hablar con su alteza imperial.— ni lento, ni perezoso, el alfa ya había demandado una exigencia, Taehyung suspiro, si se ponía nervioso en ese instante, una sentencia de muerte para él.

—Buenas noches, lamento informar que estas no son horas para que mi señor atienda a nadie.— Taehyung coloco sus manos atrás y se mantuvo recto, pero hablando con total educación, aun cuando ese hermoso omega estuviera en medio de la conversación. — Puedo volver cuando mi señor este libre.

—Lo que tengo que decirle a su alteza es totalmente de su interés, debo discutir con él en este instante.— Taehyung apretó sus dientes ante la insistencia de ese alfa, aun así trato de ser amable.

—Si debe de decirle algo importante a su majestad, podríamos ir a su oficina y discutirlo entre nosotros.— ofreció con una muy leve sonrisa que el omega que aun cuando se mantenía callado pudo lograr sonrojarse por tal banal gesto. — Mi señor me pido exclusivamente que no se ha molestado en sus horas de sueño.

—No necesito hablar con un simple alfa de baja categoría como tú, ahora, si me permites iré a ver al emperador.— el alfa mayor jalo a su hijo, quien se quejó por lo bajo. Taehyung solo pudo mostrar muy levemente los colmillos al escuchar el sonido de dolor de su omega.

—Si me disculpa.— El menor de los alfas no dejo seguir al alfa mayor.— Soy el secretario de su majestad y estoy mucho más arriba que usted, por lo cual le pediré respeto y que se retire del palacio imperial antes de que tome medidas.

Unas miradas desafiantes entre ambos alfas que término en que uno se retirara por ese momento, aun así Taehyung sentía más presión ahora que ese alfa estaba insistente.