6. Batalla Naval de Rodenius.

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Calendario Central, Año 1639, 22 de junio, Puerto de Myhak.

En respuesta a la flota de 4 mil barcos enviados por el Reino de Rowlia, en la base naval del puerto de Myhak, la 2ª flota de Kua Toine estaba finalmente alistando sus barcos de guerra. Cada nave dobló sus velas y se reunió en el puerto.

Los marineros comprobaron dos veces las escaleras que usarían para abordar los barcos enemigos. Las flechas se empapaban de aceite y se almacenaban. Escudos de madera para protegerse de las flechas del enemigo se colocaban a intervalos regulares. Se instalaron balistas en cada barco. En total, había unos cincuenta barcos.

—¿No es una vista magnífica?...pero tienen más de cuatro mil barcos... me pregunto cuántos hombres podré traer de vuelta con vida...— murmuró el almirante Pancarre para él mismo mientras observaba el mar.

Se regañó mentalmente por expresar sus verdaderos pensamientos. No tenía sentido rendirse antes de tiempo, incluso frente a probabilidades imposibles, debía luchar y morir con honor en la batalla.

—Almirante, hemos recibido un mensaje del Cuartel General de la Marina—, informó el oficial ejecutivo Breweye.

—Léalo—.

—¡Sí señor!

Esta noche, 1 Portaaviones, 8 Destructores, 2 Cruceros de Misiles y 4 Fragatas de la nación de México llegarán a Myhak como refuerzos. Solicitan un observador que se les una y sea testigo del comienzo de las hostilidades con el Reino de Rowlia.

Fin del mensaje—.

—¿Qué? ¡¿Sólo quince barcos?! ¿Estás seguro de que no hay has leído mal? ¿No deberían ser 150 o 1 500?—.

—No hubo errores, señor, la información es correcta—.

—Aprecio todas las ofertas de apoyo, pero... ¿quieren un observador?, si sólo tienen ocho naves, ¡no enviaré a una persona a morir con ellos!, está claro que están fuera de control. ¡No puedo enviar a uno de mis subordinados a una muerte segura!—.

Hubo un silencio incómodo.

—...entonces ... envíeme a mí—, declaró Breweye.

—Pero...—.

—Soy el mejor luchador que tiene, así que tengo la mejor oportunidad de sobrevivir de todos sus oficiales, ademas, parece olvidar que ese monstruo de barco que atracó en estas mismas costas era de México. Tal vez no estén tan locos como cree. Démosles la oportunidad de mostrarnos lo que tienen—.

—Lo siento... te lo dejo a ti—.

—¡Sí, señor!—.

El mismo día, por la noche.

Breweye no podía creer lo que veía. El tamaño de la nave que se veía estaba completamente fuera de su sentido común. Cuando establecieron el primer contacto con México, la Primera Armada informó de un barco de más de 200 metros, pero pensó que estaban exagerando. Pero ahora, a pesar de que los barcos se detenían en la costa a la distancia, podía ver que eran ridículamente enormes. Ni siquiera tenían velas. Poco tiempo después, un objeto de aspecto metálico con algo que giraba en la parte superior se levantó de la parte superior del enorme barco.

Recibió la noticia de antemano, así que sabía que era algún tipo de vehículo. Cuando se acercó, levantó fuertes vientos. Abordó el insondable vehículo y fue llevado a la costa. El asiento era blando y casi no había temblores mientras volaban por el aire. Era más lento que un wyvern, pero mucho más cómodo, y podía llevar un gran número de personas. Pronto, pasaron por el barco que él creía era su destino, siguiendo recto sobre los demás, que eran muy parecidos, entonces lo vio, algo que ya ni siquiera podía imaginar o explicar, un gigantesco barco como una isla y una enorme cubierta plana un poco curva, le dijeron que era un Portaaviones, el ARM Ignacio Comonfort . Viendo su tamaño de cerca, la mandíbula de Breweye cayó,

Disrupción Dimensional: México Imperial en otro Mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora