Disrupción Dimensional: México Imperial en otro Mundo.

Relatos de una Nación: parte 2

Reino Unido de México, Ciudad de México, 23 de marzo del 2000.

—Muy buenas noches a todos los que nos ven y escuchan. Soy Ashley Walker en el noticiero de las 11 en punto. Hoy, la nación esta en vilo, según la informes oficiales del gobierno, Su Majestad Real, Maximiliano III, se encuentra en terapia intensiva en la sala de medicina del Castillo de Chapultepec. La Casa Real ha comunicado que "aunque el rey esta delicado de salud, no debemos perder la esperanza en los momentos difíciles. No dejemos de orar por la salud de nuestro monarca, el gran Tutor de México". La familia real se encuentra acompañando al rey en estos momentos tan complicados.

Miles de ciudadanos han salido a las calles con veladoras para mostrar fraternidad con el rey esta fría noche a pesar de la llovizna. Cientos de personas se han congregado en el perímetro del Bosque de Chapultepec, se oyen oraciones y cánticos religiosos.

La nación mexicana espera lo mejor, les mantendremos informados de todo. Dios salve a Su Majestad, el rey—.

La noche estaba un poco lluviosa, con algo de viento húmedo y a una temperatura de cero grados Celsius. El día había sido algo ajetreado en la ciudad por la movilización de la guardia real debido a la debilidad física del rey, después de todo, era ya un aciano de 90 años que había estado cinco décadas completas en el trono de México. El país había cambiado mucho en 50 años.

En algunos lugares de la ciudad ya se podía ver propaganda política, pues ya estaba la campaña electoral en marcha con los candidatos haciendo de las suyas para las elecciones presidenciales del 1 de julio del 2000. El conservador, Luis Donaldo Colosio Murrieta, saldría de la residencia de Los Pinos para dar paso a otro presidente como jefe de gobierno. Los conservadores habían tenido problemas a la hora de designar un candidato, pues el seno de la militancia se dividió en torno a Vicente Fox y Ernesto Labastida. Al final, Labastida había resultado electo candidato oficial para la presidencial. Por el otro lado, el Partido Liberal había designado a Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del bien querido y recordado Lázaro Cárdenas, como candidato a la presidencia. Todo un movimiento social se había dado a su alrededor.

Pero esa noche, la gente se olvido de la polarización política que existía debido a la situación del rey. Después de todo, al final, la ciudadania se olvidaría de lo que los analistas llamaban "la animadversión mexicana" después de 10 sexenios conservadores ininterrumpidos. No con la noticia de la mañana siguiente.

Ciudad de México, viernes 24 de marzo del 2000.

La mañana era, si es que era posible, mas gris y oscura que anoche, mas lluviosa, mas fría y mas ventosa. Todo transcurría con normalidad para ser un viernes, inicio de finde semana capitalino.

El metro de la Ciudad de México estaba abarrotado con mucha gente vestida de traje, empleados. Las calles estaban igual o peor, atestadas de trafico, camiones, el metrobús pasando por su carril, igual de lleno que el metro y el trolebús elevado.

Eran las 7 en punto de la mañana y la capital mexicana estaba ya sumida en sus actividades laborales diarias. Una marea de gente se movía de aquí para allá y otra de allá para acá, y eso que no hemos hablado de los estudiantes, después de todo, es una ciudad de poquito mas de 30 millones de habitantes.

En cierto establecimiento del centro, apenas se abrían las cortinas y ya estaban clientes afuera esperando para entrar por su tan ansiado café con leche y miel, acompañado de galletas y pan por la mañana.

—Mama, ¿puedes hacerte cargo de David?, tengo muchos clientes en la cafetería. Sí, pasare por él en cuanto llegue Ángel—.

Leticia era una madre joven de apenas 24 años que atendía una cafetería cerca del centro de la ciudad, atendía el negocio familiar como podía y cuidaba a su hijo a la vez, su marido le ayudaba con lo en lo posible mientras trabajaba en otra zona de oficinas para poder terminar de levantar el negocio.