Un día como cualquier otro, al levantarme estoy muy cansado y en un lugar extraño como un bosque, allí comienzo a caminar y es como si no pudiera avanzar todo era igual, algo desconocido y aterrorisante.Había encontrado un pequeño poblado que parecía perdido en la historia, con algunas construcciones antiguas que parecían estar totalmente intactas.
Al llegar a la entrada de una de ellas, tocó la puerta fuertemente pero nadie me responde, aunque se puede escuchar una conversación dentro de la pequeña casa.En aquella travesía sentía una extraña sensación en mi cuerpo, estaba adolorido pero con mucha felicidad. Luego de llamar a la puerta de cada una de las casas de aquel lugar llegue por fin a la última de ellas donde sin siquiera tocar a la puerta, abren, un señor mayor que se veía muy descuidado, cuyo nombre era Carlos, me brindo asiento y algo de beber, aunque tenía muy mal sabor me lo tomé pues tenía demasiada sed.
Aquella casa estaba intacta tanto por dentro como por fuera, parecía una de esas señoras que se conservan y se pintan una y otra vez.
Aunque aquel señor me invitó a que me quedase a pasar la noche, rechace su oferta continuando mi viaje.
Más adelante me encontré con un estrecho pero largo y dificultoso camino, era el camino al cielo, ya que todo esto era un sueño y yo ya había muerto.
Escribió : Alex Abraham Peña Rodríguez