Una Potter Disfrazada de Weasley

Capítulo 18: ¿Cuatro campeones?

   Viktor Krum, Cedric Diggory y Fleur Delacour estaban junto a la chimenea. Sus siluetas siendo oscurecidas for el fuego del fondo.
   —¿Qué pasa? —preguntó Fleur, creyendo que había venido a traerles un mensaje o algo parecido—. ¿Quiegen que volvamos al comedog?
   Estaba estática. No sabía cómo explicar lo que acababa de suceder minutos atrás. Solo estaba quieta, mirando a los tres campeones.

   Detrás mío, se escuchaban voces hablando desesperadamente. Conforme se acercaban pude escucharlas mejor. Algunas decían cosas como "Esto no es posible", "Esto está planeado" y "¡Protesto!".
   Mire hacia atrás, venían los directores de las escuelas. Junto con alguno que otro profesor de Hogwarts.
   —¿Pusiste tu nombre en el cáliz de fuego, Marlene? —me preguntó Dumbledore.
   —No —contesté, negando repetidas veces con la cabeza. Consciente de que toda la sala me miraba.
   —¡Debe de estag mintiendo! —interrumpió Madame Maxime—. Esta niña debe de estag mintiendo. ¿No le habgás pedido a alguien que pusiega tu nombge en el cáliz, o sí?
   —No, lo juro.
   —¿Qué significa todo esto entonces, Dumbledog? —preguntó Madame Maxime.
   —Lo mismo quisiera saber yo —dijo el profesor Karkarov—. ¿Dos campeones de Hogwarts? No recuerdo a nadie decir que eso se podía. O será que tu línea de edad no funciona.
   —No hay que culpar a Dumbledore por los errores de Weasley —intervino Snape—. Fue Weasley la que quebrantó las reglas. Esta deberá de ser su primera regla quebrantada del año para seguir el legado Weasley.
   —¡Ella no pudo cruzar la raya de edad! —dijo la profesora McGonagall—. Supongo que sabremos lo qué hay que hacer, y esas respuestas deberían de bastarnos...
   —Señor Crouch, usted es el juez —interrumpió Karkarov—. Esto es su decisión, pero espero que esté de acuerdo que es algo irregular.
   —Hay que seguir las reglas, y las reglas establecen claramente que aquellas personas que cuyos nombres salgan del cáliz de fuego estarán obligadas a competir en el Torneo. A partir de hoy, la señorita Weasley... es una campeona de los tres magos.

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   —La próxima prueba será el veinticuatro de noviembre, los estudiantes y el tribunal estarán presentes— expliqué—. Solo podremos usar la varita y no se nos permite pedir ayuda para llevar a cabo las pruebas del Torneo. Cuando este termine, nos darán la información para la prueba siguiente.
   —Wow... eso... es pronto —respondió Marie.
   —Sí... pero, tú me crees que yo no pude ser capaz de poner mi nombre en el cáliz, ¿verdad?
   —Pues claro. Recuerdo haberte escuchado decir que preferías pasar desapercibida al menos este año, para acoplarte a todo esto.
   —Es bueno que al menos me crea alguien cercano.
   —¿Has hablado con tu familia? ¿Ron, Ginny, y ellos?
   —No. No me encuentro de humor para responder todas sus preguntas —dije—. Además, pude ver la cara de Ron cuando me levanté. No se veía muy feliz. Aunque no sabría su razón de estar enojado conmigo, tampoco es que desde mi llegada hemos hablado tanto. Cada quien ha estado en su mundo, él ha estado con sus amigos, y yo con los míos.
   —Que te puedo decir, así son los hermanos —dijo Marie—. Yo tampoco he hablado mucho con el mío desde mi llegada.
   —Vaya hermanos nos han tocado, ¿no crees?
   —Sí.
   Nos quedamos en silencio. Miramos un rato las estrellas desde la torre de astrología.
   —Será mejor que me vaya —anunció Marie—. No quiero meterme en problemas.
   —Sí, lamentó haberte arrastrado hasta aquí conmigo,
   —No hay que disculparse, me agrada que me hubieras buscado. Eso significa que me consideras alguien para ti —respondió—. No dudes en buscarme de nuevo si necesitas alguien con quien hablar.