Young and Beautiful

Cap. 23

Disclaimer: Boku no hero es propiedad de Kōhei Horikoshi, el mangaka que a pesar de todo, todavía le tengo un poco de fe y de su respectiva casa animadora [Bones]. Este fic es sin fines de lucro.

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Advertencias: Yaoi, Omegaverse, OoC, OC, La pareja principal es crack alv, agresiones, palabras altisonantes,  Sufrimiento, Amor lento, posibles violaciones y muertes, Drama, Crossovers ocasionales,  Mini-spoilers del manga de BNHA y otras series jajaja.

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-Es la otra ex de Aizawa-sensei... -murmuró Mina, quien le comentaba a las muy intrigadas kohais, expectantes e interesadas en saber acerca de la vida amorosa de su profesor. Todas las chicas contuvieron la respiración emocionadas, sus pupilas brillaron y decidieron demostrarlo a través de sus facciones.

Tal vez Aizawa no era el docente más popular, pero lo era a fin de cuentas al tener un rostro que hacia suspirar a más de uno.

Iida, por otro lado, reprendió las palabras de su compañera, regañándola por meterse en la privacidad del mayor, ganándose un puchero de las chicas que circulaban cerca del aula y que se acercaban sórdidas a escuchar las jugosas noticias de la boca de su sempai.

En el fondo del pasillo, se podía apreciar a Shota Aizawa conversando con una de los policías que recién había llegado a la UA. No sabían su nombre, su estatus o interés, pero dentro de sus cabezas ya habían creado una extravagante y trágica historia de amor donde ella lo dejó en el altar para cumplir sus sueños de ser policía.

Mina froto su barbilla con interés, deduciendo que en definitiva el profesor al que muchos le temían, ya tenía un talón de Aquiles y que ese talón no era nadie más que aquella beta que parecía modelo de revista de modas.

Por lo que podía apreciarse, es que esos dos parecían demasiado cercanos, pues el alfa le dedicaba sonrisas que muy raras veces se dejaban ver en él.

-Apuesto que esa mujer fue la amante del profesor- aseguró Mineta.

-Es que es muy guapa –complementó Sero.

Mina, Sero, Mineta, Sato e incluso Trece saltaron al verse descubiertos en el momento en se asomaron un poco más, regresando rápidamente a sus lugares al ver que la pareja se aproximaba al salón.

-Buenos días –saludó Shota, juzgando con la mirada a las cinco personas que miraron con interés la plática que sostuvo con Kaniko (1). Trece se limitó a desviar su vista con nerviosismo y el resto de estudiantes actuó como si no hubiera pasado nada.

-Trece, el director requiere tu presencia en su oficina.

-¡E-Entendido!

Shota desvió la mirada hacia su acompañante antes de deslizar la puerta, apenas escuchándose una disculpa del otro lado de las paredes.

-¿Esos chicos fueron la razón por la que saliste a dar una disculpa pública? ¡Qué bueno que te obligué a comprarte un traje! ¡Te dije que algún día lo ibas a necesitar!

-¿Acaso viniste hasta acá para decirme un "Te lo dije"?

-¡Si, por supuesto!

El alfa bufó y la beta carcajeó ante el semblante amargado del azabache, de quien pensaba ingenuamente que ya había dejado de lado su personalidad arisca.

-Sabes perfectamente que esa no es la única razón por la que vine, tontito.

-¿Vas a interrogar a mis estudiantes?