El día

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Gen se despertó temprano en la mañana.









No pudo dormir realmente bien toda la noche, el insomnio se apodero del él todo el tiempo y sentía miedo de lo que pudiese ocurrir.
Se dijo muchas veces en medio de la oscuridad de la habitación que debía descansar para el gran día, pero aún así la ansiedad no le permitió ese pequeño regalo, estaba preocupado por el futuro incierto de senku.
Cuando al fin logro consolidar el sueño, sintió como si en pocos segundos el sol ya hubiese salido.
Extrañamente no se sintió cansado, tal vez era la emoción o la adrenalina que sentía en el cuerpo, se lavo rápidamente la cara al levantarse y se vistió completamente, sintió como la calidez del sol comenzaba a disipar el frío de la noche, cerró la puerta detrás de él y se dispuso a caminar por el pasillo, solo podía escuchar el sonido seco de sus pasos, camino solo unos cuantos metros y pronto ya estaba parado frente a la puerta de la habitación de Senku.
Tocó dos veces.

No hubo una respuesta, decidió entrar.





Para su fortuna la puerta no tenía seguro, se pregunto si su amigo realmente se sentía tan cómodo en el lugar.
La puerta se abrió con un sonido casi tenebroso y su cabeza se asomo lentamente.






-¿Senku-chan?...




Su voz salió baja, casi como si le preocupara alarmar a un pequeño gatito con su presencia.
Tal vez si no tuviera el conocimiento de que ese día sucederían muchas cosas negativas, se abría sentido sumamente feliz de ver la bonita cara del Omega dormir plácidamente.
Se sintió triste.
Senku estaba en su nido, un nido muy bonito, grande, colorido y que emanaba un olor realmente bien, le dolió el corazon porque sabía que el adolescente tendría que salir de el para ir a caminar directo al infierno.
Se acercó lentamente y se sentó en la orilla de la cama, la habitación ya estaba comenzando a iluminarse por completo debido a la luz que entraba por la ventana y el rostro redondo y pulcro de Senku se veía feliz y cómodo estando cubierto de todas esas bonitas sábanas y almohadas, pudo notar como sus manos estaban abrazando su pequeño embarazo y  sintió una pequeña punzada en el corazón que le hizo suspirar casi dolorosamente.
Su mano se levantó para acariciar con gentileza la mejilla de su preciado amigo.








- Senku-chan...
Quisieras que durmieras así por el resto de tus días...

Sintió su voz temblar un poco, era difícil todo.

-Feliz y en un nido que te haga sentir seguro junto a tu lindo cachorro.
Te quiero, prometo que me esforzaré...





Sintió un nudo en la garganta, limpio las pequeñas lágrimas que querían bajar por sus mejillas.






- Perdóname.
jugó con uno de los rubios mechones.
- Necesito que despiertes...








Quería despertar a su amigo, pero aún así su voz salió tan baja como si realmente no quisiera hacerlo, porque no quería devolverlo a su cruel realidad, parecía mejor la idea de dejarlo domir por más tiempo, para que por lo menos fuera feliz en sus sueños.
Pero rápidamente desecho la idea pensando que era estúpido, Senku no tenía que domir solo para escapar de la realidad, merecía tener una vida buena dónde pudiese disfrutar de cada momento con libertad.
El menor se movió un poco, un pequeño sonido salió de sus labios, el mentalista espero pacientemente mientras tarareaba gentilmente.
Senku frotó uno de sus ojos con pereza y solo unos segundos después sus bonitos ojos carmesí se abrieron lentamente, observo a Gen todavía adormilado, este le sonrió y Senku se quedó callado intentando procesar todo hasta que al fin hablo después de unos segundos.








TENTACIÓN ~ Dr. Stone (Stanley X Senku X Xeno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora