Diez meses pasaron desde que Fermín se incorporó a las vidas de Julián y Cordelia. Las cosas iban de maravilla, tenían rutinas bonitas y coordinadas. Cordelia estaba más relajada porque su padre vencía con mucha entereza el cáncer que lo atacaba.
Una mañana, sentados durante la comida, Fermín dijo a Cordelia que quería pedirle algo muy especial desde hacía un tiempo. Cordelia lo vio con atención y le hizo un gesto de curiosidad. Fermín deseaba regresar a Ciudad Solares. Julián hizo una mirada de sorpresa, pensando que quizá se había aburrido de estar ahí.
Pronto Fermín aclaró que el motivo de su requerimiento era porque cuando el vivió en Ciudad Solares pasó muchos años ciego y sentía una gran curiosidad por ver cómo era ahora todo aquello.
Julián y Cordelia se vieron y al mismo tiempo asintieron en complicidad. Cordelia se sintió muy feliz de la nueva aventura que les esperaba, al mismo tiempo sentía una sensación extraña sobre el viaje. Fermín invitó a Julián a que los tres fueran, pero Julián de manera muy amable agradeció la inclusión a su persona, pero se disculpó con ellos porque en realidad sería un largo viaje y un hombre en su condición sería un atraso.
Cordelia apoyó la intervención de Julián, y Fermín respetó la decisión, haciendo los planes de rigor para la gran salida. Pocos días después de haber fijado la fecha y hora estaban de camino a su aventura hacia Ciudad Solares. Esta vez Cordelia tuvo tiempo de viajar cómoda y tranquila.
El viaje en tren fue como haber ido por todo el mundo para Fermín. Hacía tanto que no podía viajar y en realidad, más aún, hacía tanto que no veía que sentía como si tuviera una joven edad y estaba comiéndose al mundo en una travesía sin igual. En el camino inventaron que eran unos exploradores, reían y bromeaban. La gente al verlos se contagiaba de su alegría inédita.
Mira Fermín, esos árboles están floreando, cuando tu viniste al pueblo, apenas y tenían hojas. Fermín se deleitaba con lo que veía en su ventana. Le tomó la mano a Cordelia y la volteó a ver con una sonrisa que parecía el sol. Cómo habría sido su final si Cordelia no hubiera llegado hasta él. Se lo planteaba una y otra vez.
Cordelia amaba la felicidad. Ver a Fermín reír sin razón aparente era todo para ella. Su amigo inesperado, el hombre fuerte que sabía de motores y piezas y herramientas, era también un ser frágil y delicado con un corazón lleno, repleto de dulzura, como flor llena de néctar en la primavera abundante donde las abejas se surten de vida.
Después de algunas horas, por fin llegaron a Ciudad Solares. Bajaron en la estación y luego fueron a abordar un Bus. Fermín no lo podía creer, esa ciudad no se parecía en nada a lo que él recordaba. La veían grande y llena de novedad. Cordelia podía recordar los lugares por los que pasó para encontrar la Avenida de los Árboles, Calle del Olvido, casa 59 de la quinta zona de Ciudad Solares. Iba segura y directo al lugar.
Cordelia se preguntaba por qué Fermín querría ir de vuelta a ese lugar, si ya ni siquiera era el dueño de la casa. Luego de cuarenta minutos de bus por fin llegaron. Pasaron frente al Cafetín y Cordelia recordó lo bien que se comportó con ella el hombre que ahí atendía.
Le propuso a Fermín que tomaran un café en ese lugar. Fermín encantado aceptó pues éste era un verdadero paseo de aventura para él. Al entra una muchacha muy amable les atendió, pidieron dos taza de té y dos rebanadas de pastel y los disfrutaron como un par de niños, sin prisas, entre risas y tertulia. Todo en el lugar era bonito. Las mesitas de madera, los asientos con cojín, las paredes bien pintadas, los jardines interiores y la luz cálida de las lámparas era un lugar de ensueño que Fermín disfrutó como si estuviere atrapado en un hermoso sueño.
Después de disfrutar de ese momento dulce que sabía a felicidad, Fermín en medio de la algarabía pensó en un momento que ese era un sabor familiar. Pero entre la plática y la risa no dijo nada, y luego después de agradecer y pagar la cuenta, salieron para continuar con su misión.
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MENSAJE URGENTE PARA FERMIN
RandomLa campiña se encuentra triste porque Cordelia ha partido de emergencia a la ciudad. Julián se encuentra muy enfermo y una triste tormenta de luto está a punto de estallar sobre el pueblo. Pero el amor y la amistad son una medicina capaz de curarnos...