Si se trataba de días malos, con seguridad el actual se llevaba el puesto número uno.
Para comenzar, su alarma no había sonado, y quisiera dejar caer la culpa en su teléfono, pero en realidad fue la de sus dedos al poner "p.m", en vez de "a.m". Luego, como consecuencia, el autobús lo había dejado y tuvo que correr hasta la escuela, en un intento de llegar a tiempo a sus clases sin gastar lo de su almuerzo en un taxi.
Al llegar a su aula de clase con la respiración agitada, fue recibido por la mirada de su maestro que lo juzgó de pies a cabeza sin disimulo alguno. Acababa de ser depreciado por sólo diez minutos de retraso, y se quiso quejar, pero como si fuera poco, su mejor amigo y principal receptor de sus reproches, no estaba en su asiento.
Decidió tener fé y esperar, pero después de dos clases completas sin que el pelirosa hiciera acto de presencia, su fé se esfumó tan rápido como su infancia al saber que sus padres eran el verdadero Santa Claus.
¿Alguna vez han tenido que sobrevivir un día completo en la escuela sin su mejor amigo? Era tan aburrido que debería ser agregado opciones de métodos de tortura.
Pero bueno, al final TaeHyung logró llegar al término del día gracias a la energía que recargó al poder charlar con JiSoo durante el almuerzo. Ahora mismo sus pasos se dirigían fuera de la escuela, mientras que sus audífonos puestos le permitían escuchar su playlist. Y iba tan sumergido en la música, que no se dio cuenta el cuerpo que se le anteponía, por tanto, terminó chocando con aquel firme pecho.
Alzó su mirada dispuesto a disculparse mientras se quitaba sus idiófonos, no obstante, el ver aquel más que conocido y duro rostro, hizo que sus labios se mantuvieran sellados.
—Debes dejar de chocarte conmigo, empieza a ser raro. —JungKook habló.
—Entonces deja de ponerte delante mío. —TaeHyung respondió encogiéndose de hombros, antes de esquivar al chico para seguir con su camino.
Una mano en su muñeca le impidió su cometido.
—¿Realmente quieres conocerme? —esa pregunta cortó toda queja que el rubio estuvo a punto de soltar—. ¿No fue eso lo que dijiste?
TaeHyung lo observó por un momento. Estaba claro que eso era lo que había dicho la última vez que se vieron, pero no sabía a qué venía eso ahora, si ese día JungKook pareció evadir totalmente el tema. Por eso no supo muy bien qué decir, y el pelinegro terminó por comenzar a jalarlo.
—¿A dónde vamos? —fue lo único que interrogó, la curiosidad haciendo que sus pies se aflojaran y siguieran el paso de JungKook.
Ahora fue el azabache quien se mantuvo en silencio, haciendo a TaeHyung suspirar.
Pasaron unos minutos de caminata muda, pero JungKook seguía sin soltar a TaeHyung, quien por su lado miraba a los alrededores, repentinamente sintiendo que el camino se le hacía familiar.
Y poco tiempo después logró entender el porqué de ello.
Su muñeca fue liberada, y al instante JungKook tomó un poco de distancia de él, acercándose al final del callejón. Sacó de su mochila dos pequeños contenedores y los destapó, dejándolos en el suelo, mientras él mismo esperaba allí de cuclillas.
Segundos después TaeHyung los vio: dos gatitos saliendo de aquella caja que usaban como refugio, en busca de aquella deliciosa comida.
De nuevo ahí estaba la imagen adorable de JungKook alimentando a aquellos animales, con la diferencia de que esta vez no la estaba apreciando a escondidas. Aún así no entendía mucho de la situación, ¿por qué el azabache lo había traído a ese lugar?
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Enamorando al Nerd | kookv.
Fanfiction¿Te gusta el nerd de la clase y no sabes qué hacer? ¿Quisieras que ese chico hundiera su cara entre tus piernas en vez de en los libros? ¿Quieres ganarte su corazón sin necesidad de saber hacer derivadas? ¡Pues estás en el lugar correcto! Con el...