Las Lunas Superiores Apestan || KNY ||

🕷️💧Vamonos 🕷️💧

Con el pasar de las horas el sol no demoró en hacerse presente, obligandoles a regresar nuevamente a la oscuridad de la cual pertenecían. Una grata conversación entre las tres lunas fue lo que hizo del regreso a casa algo rápido y agradable. Aunque, en la puerta de la residencia estaba de pie un para nada agradable Kokushibo recorriendo a cada uno con la mirada como si fueran a morir en cualquier momento.

Claro, tuvieron que disculparse por dejarlo en el olvido (aunque ciertamente no era alguien muy divertido que digamos). Prometieron llevarlo junto a ellos la próxima vez para evitar que se sintiera rechazado o excluido. Aunque la molestia de Kokushibo no sólo se debía a ello, sino que no le fue informado que saldrían junto al chico. O que bien serian tan irresponsables de salir y llevarlo con el solo para no ponerlo en peligro al estar solo.

Obviamente, hubo una discusión que duró quien sabe cuanto tiempo. Por lo que como "castigo" por parte de la primera superior les mandó a hacer un par de tareas y claro, el debía ayudar porque no se iba a salir con la suya ni aunque hiciera una cara de perrito. Así que con todo el aburrimiento del mundo se dispuso a hacer las tareas pedidas por la luna superior.

Nada fuera del otro mundo, Akaza haría labores domésticas y dudaba que eso fuera a salir bien. Mientras que él tendría que salir junto a Douma a conseguir quien sabe que, porque ni siquiera le prestó atención así que contaba con Douma para que el hiciera el trabajo.

¿Que podía salir mal?

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No notó en que momento se quedó en la soledad de ese amplio y tupido bosque, buscando por tranquilidad la presencia de alguna de las superiores, porque si. Una cosa llevo a la otra y perdió todo rastro de Douma. Maldice mentalmente el haberse separado solo para distraerse un poco con sus hilos, según iba a alejarse tan solo un poco y regresaría junto al cenizo, pero no. Lo perdió de vista completamente y ahora no sabia dónde se encontraba. Así como no sabia como regresar a casa.

Se sentó bajo un árbol en espera a que algún demonio conocido estuviera cerca y le viera, a lo mejor y Douma lograba encontrarlo si no se movía de su lugar. Abrazó sus pies y esperó pacientemente. Ya que estaba solo era un buen momento para pensar en todo lo ocurrido ¿No? Como el porqué aquel pilar en su horrible estadía fue tan amable y gentil con el, creía que en algún momento iba a blandir su espada y a decapitarlo. Más solo se sentaba a su lado a hacerle compañía, comer o a hablarle sobre un extraño amigo suyo del cual no recordaba bien su nombre.

Varias veces escuchó al pilar suspirar con resignación pues creía que al solo estar viendo un punto fijo no le prestaba ni la más mínima atención, más era todo lo contrario. Cada palabra e historia que contaba se quedaba guardada en su memoria, así como trataba de imaginar los acontecimientos de esta. También se tomó la molestia de hacerle demostraciones sobre como utilizaba cada postura de su respiración. Y aunque fuera algo que le generaba cierta inseguridad, en ningún momento utilizo alguna de estas para hacerle daño.

También se guardó detalladamente su apariencia, un hombre alto y joven con un cabello negro desordenado de longitud media, recogido en una coleta baja y ojos azul oscuro. Eran bonitos de ver.

Ese clásico uniforme de cazadores negro junto con un haori con dos patrones diferentes, uno rojo sólido y otro geométricamente estampado con verde, naranja y amarillo, no solía combinar bien pero de alguna forma también encajaba.

Es un hombre de muy pocas palabras y tiene problemas para interactuar con los demás, eso es lo que más a notado del pilar.

Recuerda una de sus pocas conversaciones, no dejaba de hablar sobre como se sentía acerca de las duras palabras que dos de sus compañeros solían decirle, y cuando contestó que debería colocarle algo a su comida como venganza pudo notar una muy sutil sonrisa. Como si una simple oración que saliera de su boca era suficiente para hacerlo feliz, quizás porque no habló mucho en su presencia.