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CAPÍTULO CINCO. ﹙nuestro futuro﹚
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—¿Por qué no me quieres hablar sobre la misión que tuviste?
—¿Te interesa el mundo de la hechicería? —contesté su pregunta con otra pregunta.
Mushu creció escuchando discutir a mis padres sobre mi futuro como el miembro más fuerte del clan Amane, por lo que cuando nuestra familia fue masacrada, tuve que explicarle sobre el difícil mundo de la hechicería y las maldiciones.
—Por supuesto que no —respondió con determinación—. Pregunto porque te escuchabas muy triste en la llamada.
Después de la muerte de nuestra familia, tuve una larga conversación con la maestra Shiori Inori sobre lo que sería del futuro de Mushu y mío. Realmente la maestra Shiori Inori no me dio muchas opciones, respetaba mi decisión sobre alejarme de todo lo relacionado con la hechicería, pero la muerte de mi familia no había sido una casualidad.
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—¿Quieres proteger a esa niña? —tenía catorce años, aún faltaba un mes para que cumpliera los quince años y ya me estaban obligado a decidir sobre mi futuro.
—¿Qué tengo que hacer? —pregunte, abandonando cualquier sueño que pude tener antes de ese momento.
—Tienes que volverte más fuerte — conocía a la maestra Shiori Inori desde que tenía cinco años, y nunca la había visto tan animada como en ese momento—. Deberás perfeccionar tu técnica maldita y ayudar a las personas.
—¿Por qué a las personas? —entendía por qué debía perfeccionar mi técnica maldita, pero no entendía por qué tenía que ayudar a las personas.
—¿Qué te hace pensar que podrás proteger a esa niña, si no eres capaz de proteger las vidas que para ti son insignificantes? —con esa última pregunta, acepté ser adoptada por la maestra Shiori Inori.
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Luego de hablar sobre mi regreso al mundo de la hechicería, le dejé muy en claro una sola cosa a la maestra Shiori: Mushu tiene el completo control de su vida. ¿Qué quise decir con esto? Mushu tiene un sueño desde pequeña, llegar a ser la más grande Idol de todo Japón, como lo era Nobuko Takada, su Idol favorita.
Cuando su ojo fue perdida total, Mushu casi renunció a su sueño por no ser lo suficientemente bonita como lo eran todas las Idols de la televisión, no quería salir de su habitación, hasta que un día la sorprendí comprando los boletos para ver a Nobuko Takada en primera fila.
