El Rey en El Norte

Nuevos Nombramientos

La noticia de lo que había ocurrido en Desembarco del Rey se había filtrado como la pólvora por todos los reinos de Alys y de Westeros.

Marcus Stark se encontraba de camino a Invernalia junto a sus reyes, señores y su ejército. Además de que les acompañaba Lord Doran Martell y su hermano Oberyn Martell, ya que estos habían solicitado al Emperador acompañarlo a Invernalia y así poder reunirse con su hermana Elia Martell y sus sobrinos, a lo que el Emperador aceptó.

Cuando llegaron a Invernalia todos lo que se encontraban en la ciudad esperaban a su señor en la entrada de Invernalia para recibirlo con sus hombres, conforme iba pasando atraves de la ciudad, el pueblo alababan a Marcus Stark, y le tiraban flores a él y a sus hombres a lo largo de todo el recorrido hacia la Puetta de Montaña, al llegar la puerta esta se abrió dando paso al Camino Real, el Emperador y su ejército emprendieron la marcha hacia el Castillo Blanco. Doran y Oberyn Martel estaban encantados con la  belleza de la ciudad y su gente, ya que nunca habían visitado Invernalia, ya que el Reino de Alys no aceptaba la entrada de ningún sureño a su reino y mucho menos aúna su capital, al no ser los miembros de la antigua familia real Targaryen.

Cuando llegaron a la puerta del castillo se asombraron por lo grande y bello que era, se notaba a la legua que los Stark eran los mejores arquitectos y constructores de todos los reinos.
En la entrada les esperaba todos los Lores de Alys, junto a la familia ahora real Stark y las invitadas con sus hijos.
Marcus Statk se bajó de su caballo y los presentes le hicieron una reverencia mientras su madre fue a su encuentro y le daba un enorme abrazo.

- Mi niño, no sabes lo preocupada que estaba por ti, me alegra ver que has vuelto sano y a salvo a casa. - Dijoo Ashara Stark a su hijo Marcus Stark mientras le abrazaba. - No se lo que hubiera hecho si te hubiera perdido a ti también. Menos mal que los Antiguos Dioses han escuchado mis oraciones y han sido buenos contigo.- Le dijo mientras le miraba. - Has crecido mucho cariño y te estás convirtiendo en un gran hombre, estoy segura de que tanto tu padre como tu abuelo estarían más que orgullosos de lo que ya estaban contigo, porque yo sí lo estoy. - Le dijo Ashara a su hijo con una sonrisa.

- Me alegro mucho de volver a verte mamá y que sigas tan bella y radiante como siempre, ya que el embarazo te está sentando muy bien. - Le dijo su hijo.

Ya que Marcus Stark sabía más que de sobra que su madre estaba embarazada de una niña, ya que ella al poco tiempo de saberlo dio la noticia a la familia, haciendo que su padre se pusiera eufórico por la noticia, aún recuerda la cara de felicidad que puso al enterarse.

- Yo también te he echado de menos mamá. Ha sido un viaje largo y duro, pero que hemos logrado grandes cosas y me alegro de que por fin este en casa. - Le dijo Marcus Stark a su madre.

- Y yo que hayas vuelto cariño. - Le contestó su madre.

- Ya ya Ashara, deja de acaparar al pulgoso y deja algo para los demás. - Dijo Lyanna Stark a AsharaStark, mientras la última giraba los ojos y se apartaba para darle paso a su cuñada. Mientras esta abrazaba con fuerza a su sobrino.

Ella le llamaba pulgoso de forma cariñosa, ya que siempre estaba con Freya y Hades por todas partes, de pequeño parecía más un lobo que un bebé, corriendo detrás de los lobos huargos haciendo travesuras.

- Me alegro mucho de volver a verte cachorro, y de que estés sano y salvo en casa. No puedo estar más agradecida por todo lo que has hecho por mí. Sólo puedo darte las gracias cielo. - Le dijo Lyanna Stark a su sobrino mientras se soltaba del abrazo que le estaba dando a Marcus Stark y le miraba a los ojos.

- Y yo me alegro de verte aquí sana y a salvo tía, eres parte de mi familia, haría lo que fuese por ti y por cualquiera de ellos, para que estéis a salvo y donde debéis estar, en casa. - Le dijo Marcus mirando a los ojos a Lyanna y a esta se le caía una lágrima.  - Aunque no puedo decirte lo mismo que a mi mamá chispas, a ti el embarazo te está haciendo estragos, por los dioses! Parece que te hayas comido un mamut. - Le dijo su sobrino para chincharla, ya que sabía que estaba más que bien, pero su tía era muy presumida, aunque cuando luchaba siempre acababa con los pelos como si le hubiese caído un rayo encima, de ahí su apodo.