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THYME SOBABA SU BRAZO CON DOLOR AL RECIBIR UN GRAN PUÑETAZO DE ANONG LUEGO DE escucharle decir aquellas palabras, realmente eran poco creíbles, conocía como era el castaño o al menos, una de sus facetas

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THYME SOBABA SU BRAZO CON DOLOR AL RECIBIR UN GRAN PUÑETAZO DE ANONG LUEGO DE escucharle decir aquellas palabras, realmente eran poco creíbles, conocía como era el castaño o al menos, una de sus facetas. Pero Thyme había cambiado realmente o bueno, una parte de él —la que estaba perdidamente enamorado de la rubia—, era diferente que anhelaba amor, comprensión y sobre todo, cariño.

—¿Por qué me golpeaste?—frunció el ceño ladeando la cabeza.

—Por andar diciendo babosadas—miró sus uñas como si fueran más importantes que la conversación en sí.

—No son babosadas cuando se trata de ti, Anong

—No digas eso, me da escalofríos...—reclamó asqueada.

Thyme paso la lengua por casi toda su boca disipando su frustración. Si, había sido un mocoso desagradable y caprichoso, lo reconocía incluso frente a ella e incluso, había cambiado y crecido, ¿acaso le seguiría viendo cómo él infante que era?, realmente detestaba esa idea.

—¿Por qué sigues viéndome cómo el niño que fui?

—¿No sigues siendo el mismo mocoso de siempre?—alzó una ceja.

Dolía, profundamente le dolía escucharla.

—¿Por qué no me ves como el hombre que soy ahora?

—Porque sigues siendo el mismo resentido, envidioso y desagradable mocoso de hace once años atrás—justificó— intimidaste a una pobre chica en esa... porquería—trató de controlarse— no me pidas que te vea como el hombre de mis sueños cuando toda la vida has sido el de mis pesadillas

Suspiró— Ella se lo había buscado

La rubia soltó una risa, casi escandalosa que de igual manera le había gustado oírla, aunque estuviera burlándose de él— ¿Ella se lo buscó?, ¿Me dices que cada persona por la cual tú eres un demonio, nos las hemos buscado?, vaya...

—No quise sonar así, pero... técnicamente Gorya se lo buscó —se encogió de hombros— me atacó porque transferí a otro chico, y bueno, mucha gente lo vio y mi mamá... —suspiró.

Aquello le había tocado una parte sensible a Khanthong, olvidaba el importante detalle de su "suegra"... aquella mujer desquiciada que sometía a su hijo a las peores crianzas para hacerlo igual de despiadado que ella, aunque había caído en su radar cuando el pequeño Thyme había puesto sus ojos en ella y había exigido casarse con ella, y como su madre necesitaba tener parte de las empresas de tecnología, no dudo en arreglar su matrimonio.

—¿Es tan terrible?—miró sus zapatos, buscando escapar de cualquier intento de contacto visual.

—¿Mi madre?, bueno... siempre lo ha sido—se encogió de hombros— supongo que la tuya es igual

—Ni me lo recuerdes—suspiró— realmente ni siquiera se porque deciden ser madres si no van a aportar nada más que estrés y problemas maternales

LA VIDA ERA DEMASIADO EXTRAÑA AVECES, ASÍ COMO SUCEDÍAN AMORES ENTRE PERSONAS DESCONOCIDAS, TAMBIÉN LOS ENEMIGOS DE toda la vida podrían volverse lentamente amigos o algo más

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LA VIDA ERA DEMASIADO EXTRAÑA AVECES, ASÍ COMO SUCEDÍAN AMORES ENTRE PERSONAS DESCONOCIDAS, TAMBIÉN LOS ENEMIGOS DE toda la vida podrían volverse lentamente amigos o algo más.

Anong simplemente estaba en silencio mientras veía a Thyme observarla con los labios cerrados, descubriendo que estaba mucho más masculino que cuando era un duendecillo; sus orbes oscuros estudiaban atentamente los rasgos afilados y marcados junto a los ojos gatunos de mirada mortal, notando que brillaban como el sol, además de notar que su cabello no había cambiado en nada, seguía igual.

—¿Sabías que las fotografías duran más?—comentó tratando de ser cómico.

—No diga tonterías—rodó los ojos viendo a otro lugar.

—No no, mírame por favor—trató de moverse hacía donde miraba ella, haciéndola reír.

—¿Qué demonios tienes conmigo?, ¿qué hice para que un sociopata cómo tú se obsesionara conmigo?—se echó una mandarina de dulce a la boca, mirándolo nuevamente.

—Creo que usar ese término es un poco fuerte—se defendió— bueno, fuiste la única niña que me dió un crayón amarillo cuando nadie quería hacerlo—se encogió de hombros.

—¿Me estás diciendo que por qué te extendí mi crayón para que detuvieras tu escena, provocó todo lo que sucedió?, ¿en serio?—alzó una ceja— realmente eres sorprendente

—Casi todas las niñas de ese entonces me tenían miedo y bueno, tú también pero por mi culpa...—se encogió de hombros— pero saltando eso, realmente los crayones de Ren se veían mucho mejores que los míos, sobre todo el amarillo porque era su favorito y yo lo quería...—suspiró, negando con la cabeza, tratando de no recordar.

—Yo realmente te lo di porque estaba harta de que estuvieras hecho un mono—se excusó— de todas maneras, Ren me regaló el suyo cuando supo que te di el mío...

—¿Ren?

Asintió— estaba envuelto en un papel con una nota, creo que me agradecía por eso y no sé que más...

—No tenía idea

—De igual manera, no me gustaba mucho ese color en ese entonces, así que, se lo devolví en su cajita de crayones

—¿Por qué no?

—Mi mamá solía llevarme con ella a lugares donde había demasiado amarillo, ya sabes, esas cafeterías donde un café cuesta un riñón y tenía que hacerme amiga de las hijas de sus amigas—rodó los ojos— lo detestaba

Thyme la miró, tomando una de sus manos para jugar con ella y acariciarla, incitándole a seguir. Quería conocerla, quería saber quién fue y quién era actualmente, anhelaba saber sus pasiones y temores, a grandes rasgos, todo lo que pudiera implicar confianza.

—Las niñas me llamaban gorda porque comía más postres y pastelitos que ellas, bruta porque prefería hacer otra cosa que jugar con muñecas...—suspiró— incluso una me llamó hombre porque eructe sin querer y que debía "ser más delicada y femenina"... ¿me crees masculina?

—Realmente eres todo lo que grita "mujer" para mí...—y la miró, conectando miradas.

—¿De siempre?

—Desde que molestabas a Kim con los gusanos y corrías llorando a sus brazos cuando llegaba a molestarte—admitió.

—¿Y por qué te gusto?

—Porque...—se acercó a ella, sentándose en frente.

Abrió sus labios para hablar, siendo interrumpido por la puerta de la azotea y jaló a la platinada sobre él, aferrándola a su cuerpo para esconderse.

—¿Crees qué ella este aq—la voz de Kim fue silenciada al ver una chica sobre alguien— lo siento, pero creo que... deberían ir fuera de la preparatoria —y cerró la puerta.

Y ahí estaba Anong sobre el cuerpo de Thyme con sus manos en sus caderas y sobre todo, sus ojos bien abiertos debido a que sus labios estaban sobre los de Thyme.

Y ahí estaba Anong sobre el cuerpo de Thyme con sus manos en sus caderas y sobre todo, sus ojos bien abiertos debido a que sus labios estaban sobre los de Thyme

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THE ENEMY ;; THYME [F4 Thailand]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora