THE ENEMY ;; THYME [F4 Thailand]

16

THYME CAMINABA CON LA RUBIA ENTRE SUS BRAZOS, LA CUAL ESTABA ESCONDIDA EN SU CUELLO, TRATANDO DE HACERSE PEQUEÑA, rompiéndole el corazón.

—Tranquila, aquí estoy—habló bajito, cerca de su oído— nadie va a hacerte daño

Se encaminó a la sala de clases que utilizaban para clases, sentándola en su silla de escritorio, quitando su chaqueta de animal print para taparla y quitarle sus zapatos y calcetines.

—Anne, preciosa, necesito que me mires—se puso de cuclillas frente a ella, tomando sus manos con delicadeza— ¿Anne, puedes mirarme?

Esperó de manera paciente, cantando una canción de cuna, tratando de tranquilizarla de la mejor manera, queriendo traerla a la realidad y sacarla de su pequeño encierro mental, del cual, estaba seguro que no era algo muy bonito.

—Thyme... —la escuchó susurrar.

—Aquí estoy, no me iré a ningún lado—habló, apenas la rubia conecto su mirada con la suya.

Su cara fue volteada a un lado junto a un ruido bastante seco, la chica le había dado una bofetada que le llevó a mover su mandíbula debido al golpe, sin embargo, no se quejó.

—Está bien, lo merecía — comentó, volteando a verla y acariciando la zona.

—¿Por qué mierda hiciste eso?

—Yo, en mi defensa, no hice nada—se encogió de hombros— ni la pintura ni las tarjetas fueron mías... se que desconfías de mí, pero yo todo este tiempo he tratado de mostrarte que no soy así

—No te creo...—sintió la mano de la chica temblar contra la suya.

Thyme sabía que ella estaba mintiendo y que estaba temblando, sin embargo, ni siquiera le corrigió, solo tomó su celular y le marcó a MJ, pidiéndole zapatos y calcetines de su talla, incluso, una secadora de pelo y algo para comer.

—¿Tienes frío en tus pies?, te saqué los calcetines y zapatos porque estaban empapados, puedes enfermarte—comentó— ¿tienes hambre?

—No, no tengo frío y no tengo hambre.

La vio mirar a la ventana, sonrió apenado y tragó saliva, sin pensar en cómo poder sacarla de su burbuja... realmente lo único que tenía claro es que ardería troya con respecto a esas dos alumnas, de las cuales, más tarde se ocuparía.

—¿Quieres ver una película?, tengo mi computador aquí y últimamente Netflix ha estado subiendo cosas muy buenas

—Lo que sea.

—Oh bueno, ¿qué te parecen las de monitos animados?, ¿disney quizás?, tengo de todo...soy muy indeciso cuando se trata de opciones—soltó una risita, sin embargo, ella no rió.

—Thyme—la voz de MJ lo sacó de su atmosfera— he traído las cosas

—Pasa, deja la comida ahí arriba, dame los zapatos y las calcetas, y también conecta el secador, por favor

MJ le hizo caso, acercándose y mirando de reojo a la platinada, suspirando luego por la incomodidad del ambiente, entregándole las cosas y conectando el secador.

—Permiso—soltó antes de retirarse.

Thyme prendió el secador y lo dejo a una temperatura agradable, secándole los pies mientras que la chica se tranquilizaba en su lugar, luego, el chico le colocó los cacetines nuevos luego de calentarlos un poco para que no estuvieran tan fríos y le colocó los zapatos, amarrando los cordones con profesionalismo y delicadeza, dejando dos rosas de cordón negro en los zapatos.

—¿Tienes hambre?—Preguntó poniéndose de pie y desenchufó la secadora— oh, que rico, MJ nos trajo pizza, ¿te gusta la italiana?

Thyme llevo otra silla y abrió la caja, tomando una rebanada y sé la acercó— no es necesario que la tomes, puedo darte de comer yo... déjame cuidarte, lo mereces.

Anong lo miró con ojos brillantes, comiendo con timidez la rebanada y masticó, mirando como el la dejaba sobre la tapa de la caja y tomaba una para él, sonriéndole luego de comer un poco.

—Esta deliciosa.

Thyme podía mostrarse como un hombre caprichoso, malvado y desalmado, donde su ego se alimentaba de las pobres inseguridades de los estudiantes y se aprovechaba de su poder, sin embargo, su verdadero "yo" era el que mostraba frente a la única mujer que ha amado con su vida, la cual, estaba consolando y cuidando con todo su corazón, Anong... Anong la platinada de ojitos tristes.