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THYME ESTABA REALMENTE NERVIOSO, ERA SÁBADO Y LAS MANECILLAS DE SU RELOJ Rolex indicaba las doce y cuarto de la mañana

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THYME ESTABA REALMENTE NERVIOSO, ERA SÁBADO Y LAS MANECILLAS DE SU RELOJ Rolex indicaba las doce y cuarto de la mañana.

—¿Es muy temprano o muy tarde?—se preguntó mientras que pinchaba un trozo de fruta que las sirvientas le habían llevado como desayuno hace unos veinte minutos— ¿estará durmiendo o estará despierta?

Se abrumó en tan poco tiempo que su cabeza comenzaba a dolerle debido a la cantidad excesiva de pensamientos —negativos, positivos e intrusivos— que se reproducían en su cerebro y logró detenerse cuando mordió con fuerza el tenedor, soltando un quejido debido a la molestia que le había generado.

—Bien, no seas tonto—se habló a si mismo, tomando su teléfono y desbloqueándolo— solo le llamas, la invitas y ya, no es difícil.

Se lo repitió un par de veces más mientras buscaba su contacto, claramente su ego se había elevado cuando se puso de pie para pasearse con su bata de animal print de leopardo azul y sin darse cuenta, le dio a llamar.

—Anong, ¿quieres salir conmigo?... no no, suena muy brusco—negó— hey Anne, tu y yo, esta tarde salida—volvió a negar— sueno como un imbécil, am..., haber...

—¿Hola?, ¿Thyme necesitas algo?—la voz se escuchó un poco baja por los parlantes del teléfono.

—Santa mierda...—susurró y carraspeó poniendo el altavoz— Oh Anne, ¿cómo estás?—puso la voz un poco más ronca.

Hola Thym—uso un apodo con confusión, haciéndole al chico sonreír— bien bien, ¿y tu?, ¿estás resfriado o algo?, estas algo ronco.

Todo bien, demasiado bien y no, estoy tan sano como una lombriz—comentó, golpeándose la frente por la respuesta tonta que había dado y cerró los ojos.

Oh, de acuerdo... ¿para qué llamabas?—su voz curiosa le hizo latir el corazón como si este se fuera a salir de su pecho.

—Quería saber que harás hoy... ¿estás ocupada?—preguntó un poco acelerado, tratando de tranquilizarse, comiendo más fruta.

Mmmm... no hay nada en mis planes, ¿por?, ¿quieres salir?

No, digo, si—la escuchó reír.

¿Si o no?

Si quiero salir, el no era porque... no hay un porque—mordió su labio.

¿Te parece si vamos al zoológico?, nunca fui a uno.

El zoológico será, paso por ti a las dos.

Nos vemos, Thym.

Soltó gritos y saltos de la emoción apenas la chica había cortado la llamada, haciéndolo el chico más feliz de Bangkok o quizás, hasta del mundo, había logrado conseguir su cita con la chica que le gustaba y sabía que debía elegir un gran outfit para verse bien y resaltar entre tantos animales, porque simplemente quería ser el foco de la atención de la rubia.

THE ENEMY ;; THYME [F4 Thailand]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora