Ternura recibe una llamada, es extraño que sea a su teléfono personal y de un número desconocido.
--Bueno.
--Señorita Ternura, soy Marcela Lu...
La cuelga, está fastidiada por la insistencia y la informalidad de la joven. Y permitiéndose una excentricidad decide no ser parte del proyecto aunque su contador y abogado le hayan aconsejado lo contrario.
Y al día siguiente Luna y su equipo la buscan de nuevo. Ya es viernes, ya han pasado cuatro días de insistentes llamadas y encuentros.
--Apártese de mi camino, Luna. Esta es la última advertencia antes de poner una orden de restricción en su contra.
--Ternura, por favor. Esto significa mucho para mí y estamos dispuestos a negociar un trato que la favorezca lo más posible.
--No confío en la gente inoportuna. ¿Qué me dice que esto no es solo un desesperado intento de su parte?
--Sus trabajadores, Ternura. A su abogado y a su contador les ha parecido que no hay posibilidad de fraude.
Ternura se calla unos segundos, sabe que tiene razón, así como sabe que a este punto no aceptar el contrato es un capricho en toda la definición de la palabra.
Y ve los ojos vidriosos de la joven, la ve manteniendo la compostura y cuando trata de mirar a otro lado. Nathaly la mira a ella con unos ojos serenos pero listos para apuñalar.
Se cuestiona qué tan importante tiene que ser el contrato para que la joven sea tan insistente, talvez es simplemente desesperada, o talvez se juega algo más, su familia por ejemplo.
Ternura sabe más que nadie lo que es jugarse la vida por alguien, y solo por un momento suaviza la expresión, pero ese momento es suficiente para ceder.
--Lo consideraré si él mismo viene a pedírmelo.
--¿Perdón?
--Su jefe, Ricardo. Supongo que ha este punto de su vida y con una empresa tan grande es más formal que usted.
--¿Cuándo tiene tiempo Ternura? -- pregunta Luna fingiendo confianza, como quien tiene el control de la agenda de todos.
--Mañana a las doce de la noche acá mismo.
--Bien, gracias por considerar la propuesta. Muchas gracias. Vendré con el señor Alcaraz.
Luna se va agradeciendo y tratando de verse segura.
--Que caprichosa es usted.
--Piadosa, en mi opinión --responde Ternura a Nathaly.

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Entre rencor y soledades
FanfictionRicardo es un empresario y youtuber a medio tiempo, mientras que Ternura es jueza en un programa de talentos y tiktoker. Sin embargo, ambos comparten un secreto que unirá sus vidas súbitamente.