VI

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--¿Mala noche?

--Dos horas de sueño --responde Ricardo agarrando la taza de café que Sergio le pasa.

--Ya se acerca el fin de semana, ánimo.

--Gracias por el café --bosteza y se sienta esperando a la señora Luna, quien llega casi en segundos junto a tres personas más.

--Buenos días.

--Buenos días.

--Bien, seré breve. El proyecto queda aprobado bajo dos condiciones: la primera es que tienen un plazo de una semana desde hoy para conseguir la participación de Ternura y la segunda es que tienen un límite de presupuesto que Brenda coordinará. ¿Entendido?

--¿Una semana desde hoy?

--Sí, en caso de que ella no acceda se considerará a Richi Espinoza primero. ¿Está bien?

Marcela se toma unos segundos pensando, pero finalmente extiende el brazo para la sacudida de manos-- hecho, lo lograremos.

--Eso espero.

--No se decepcionará, ¿Brenda ya está aquí entonces para coordinar el monto?

--No, su horario empieza a las....

Él sigue hablando y Marcela Luna siente que escucha con media cabeza mientras que la otra mitad le exige ponerse manos a la obra y de prisa, como si cada segundo definiera el futuro de su vida, pues como primeriza en ligas tan grandes quiere entrar pulcra y despampanante con su campaña, ha trabajado muy duro por esta oportunidad y se promete hacer hasta lo imposible por conseguir a la reservada jueza.

--Puede retirarse, Luna.

--Gracias señor Alcaraz.

Él ve a todos irse y sabe que esta será una de las peores semanas para ellos.

--¿Crees que puedan? --pregunta Sergio, igual de pensativo que Ricardo.

--En todo caso, Luna demostrará si es apta para un cargo permanente aquí.

--Con que esta es la prueba de fuego.

Entre rencor y soledadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora