capítulo veintitrés

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— ¡Relámpago de Zeus!

    Tus pies golpearon fuertemente el balón que ya estaba destinado a ir a la portería, todo esto gracias a los rayos que se encontraban junto a ellos convirtiéndolo en una técnica que agradecías tener algo que en cualquier momento podría beneficiar a tu equipo en la mundial, una vez que tu castigo termine.

  Tu respiración se encontraba agitada debido a las intensivas horas de entrenamiento, cuando el Instituto Alien había desaparecido por completo comenzaste a entrenar aquel último recurso para saber que otro tipos de cosas podrías hacer con el.

  Extrañaba un poco los entrenamientos de la entrenadora Hitomiko, quién apesar de su forma de ser siempre trataba de ayudarte a ser mejor y enfrentar todos los problemas. Quizás ella te hubiese ayudado en esta situación, de cualquier manera agradecías lo que ella había hecho en ti. Además de entrar tu estado físico y en ciertas ocasiones dejar de depender del último recurso.

  Si aquel poder paso todas tus generaciones querías saber cómo es que fue la experiencia de cada uno de ellos, debido a que en el diario de tu abuelo mencionada «sentir un poder del alma», lo cual podría ser su explicación acerca de aquella energía.

— ¿Siempre entrenas así?

  Apartaste la mirada del césped para observar a la nueva persona que se encontraba junto a ti, se trataba de un joven de cabellos rubios con unos ojos color azul verdosos.

— Solamente cuando tengo mucho tiempo.

  Últimamente siempre sueles estar acompañada de Mark, ambos salen a visitar cualquier otra parte de la isla con tal de tener otro tipo de enfoque, él es una agradable compañía y te hacía sentir menos culpable por la situación en la que te encontrabas, debido a que siempre se ponía en tu lugar demostrando su apoyo en cada momento.

  Él americano extendió una botella de agua acompañado de una sonrisa, la cuál devolviste al instante pero tampoco habías perdido el tiempo para beber aquella botella de agua.

  Habías estado por varias horas tratando de perfeccionar tus técnicas especiales, que olvidaste traer algo para beber durante el entrenamiento.

— Gracias— tomaste asiento en el césped para tomar un pequeño descanso del entrenamiento.

— No hay problema— le restó importancia, colocándose alado tuyo—. Las técnicas que tienes son realmente grandiosas, pero ahora siento que no estás dando todo tu potencial.

— ¿Que quieres decir?— bebiste nuevamente aquella botella de agua, escuchando atentamente lo que él tenía que decir acerca de tus técnicas.

— Creo que estás pensando mucho las cosas— expusó Mark, lo observaste de manera confusa—. ¿Cómo te sientes?

  Alejaste la mirada de su persona para concentrarte en la botella de agua que se encontraba en tus manos, tu rostro demostraba un sentimiento de desmotivación recordando todo lo que había sucedido en menos de una semana, presionaste un poco más aquel plástico en tus manos para después suspirar.

— No todo va como yo lo esperaba— añadiste con una ligera sonrisa amarga, bebiendo de la botella de agua.

— Lamento escuchar eso— murmuró insatisfecho.

  Las intenciones de Mark eran buenas, a él le agradaba estar a tu lado debido a que no sabía casi nada acerca de la cultura de Japón, así como tampoco su fútbol, solamente conocía la experiencia de un amigo suyo. Cuando te vio por primera vez sintió que su deber era ayudarte en cualquier cosa o por lo menos tratará de encontrar una solución, cuando te sentías molesta por la situación con tu madre sólo conversaba contigo sobre otras cosas para hacerte sentir mejor.

  Por supuesto que estaba de tu lado cuando escucho tu situación por primera vez, sabía que como cualquier persona un reencuentro con la persona que nunca conociste y que nunca estuvo contigo cuando más lo necesitabas, es demasiado para alguien tan joven.

— Ahora mismo no quisiera agobiarte con mis problemas— agregaste con inseguridad a lo que Mark negó.

— No es ninguna molestia, me alegraría poder ayudarte en algo ahora— aseguró con estima.

  Mark pensó por un segundo que tu sonrisa era demasiado radiante y hermosa, estaba alegre de estar frente a ti observando como él trataba de hacerte sentir mejor y por supuesto que le agradecías aquel gesto, después de lo que sucedió en el equipo sentías que el haber gritado tus problemas el las habitaciones no había sido una buena idea después de todo.

  Tus compañeros de equipo se habían enterado de algo que no querías, por lo que ahora mismo entablar una conversación con casa uno de ellos te provocaba cierta incomodidad. Algunos de ellos son verdaderamente tus amigos pero no querías preocuparlos con algo así, simplemente en ese momento no estabas pensando bien las cosas.

  Solo que ahora mismo querías aliviar tu estrés mediante el fútbol, lo que había dicho Mark era totalmente cierto, la frustración e impotencia provocaban que en algunas ocasiones fallarás en algunas anotaciones.

  Pero no querías pensar en eso.

  Mark siguió observado cada facción de tu rostro, deteniendo su mirada sobre aquellos pequeños mechones de cabello rubios claros que caían por tu frente y es que te hacían denotar facciones atractivas, mientras que aquel brillo en tus ojos no desaparecía tan fácilmente una vez que inicio aquella conversación.

  Él tomó una de tus mejillas como si fuera lo más delicado en el mundo, comenzó por acortar la distancia entre ambos para que después sus labios comenzarán a moverse al compás que los tuyos. De manera instintiva cerraste los ojos colocando tu mano sobre su nuca, profundizado aún más aquel beso dejándote llevar por el momento.

  Solamente que después en tu mente apareció la imagen de un joven de cabellos albinos, quién se suponía que estaba en el mismo equipo que tú regresandote nuevamente a la realidad de golpe.

  Tus ojos se abrieron con impresión para que tus manos se acercarán a las mejillas de Mark y así alejarlos de tus labios, el rubio estaba feliz por aquella muestra de afecto en cambio tú, te sentías completamente llena de culpa.

  Una vez que Mark logró observar tu semblante aquel sonrisa había desaparecido y pensó que no había sido nada bueno que el actuará de esa manera, sus ojos verdes azulados observaron cómo es que cubrías tus labios con la palma de tu mano.

— Lo lamento mucho, y-yo...

  Tus ojos estaban acumulado pequeñas gotas de agua que en cualquier momento comenzaron a bajar por tus mejillas, tu pánico aumento a los pocos segundos lo que provocó que tus pies se alejarán del americano con rapidez dejándolo con las palabras en la boca.

  No podías creer lo que habías hecho, además de que Mark te besó simplemente podías haberlo apartado de ti pero, hiciste todo lo contrario.

ENCHANTED ━━ fubuki shirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora