capítulo treinta y siete

239 31 5
                                    

— Han pasado muchas cosas estos días ¿No crees?— cuestionó la mayor con una ligera sonrisa.

  Es cierto, habían pasado muchas cosas durante estos días y las finales contra Little Gigants el equipo del Congo estaba a la vuelta de la esquina. Esta semana había sucedido de todo, una de las buenas noticias que habías recibido fue que el entrenador Hibiki finalmente había despertado de su cirugía y eso fue algo que alegro demasiado al equipo.

  Después de eso Garshield nuevamente había estado presente con un nuevo plan para destruir a Inazuma Japan, debido a los acontecimientos que habían sucedido con el equipo de Brasil. Sin embargo el equipo de Japón había ganado nuevamente ahora sí llevándolo a manos de las autoridades.

  Durante estos días habías entablado una pequeña amistad con tu madre, quién muy a pesar de todo entendía y agradecía estar cerca de ti.

— ¿Estás feliz por llegar hasta aquí?— te preguntó observandote de reojo, junto a una ligera sonrisa.

  Ustedes estaban haciendo unas bolas de arroz con relleno los cuales tenían de nombre onigiris, los cuales estaban preparando para los integrantes del equipo de la selección de Japón, por alguna razón te había parecido una buena idea ya que tendrías un poco de tiempo junto a tu madre.

— Demasiado— respondiste—. Este es mi sueño desde que tenía seis años, bueno este era el sueño de ambos.

  El semblante de tu madre había cambiado después de escuchar tus palabras, recordaba a la perfección a tu padre y aunque no hablaba del tema ella sabía que él fue sumamente importante para ti.

— Tú padre...— murmuró Kazumi con la mirada baja llamando tu atención—. Él fue también un apasionado amante del fútbol, no cabe duda de que él estaría muy orgulloso de su pequeña al igual que yo.

  Una sonrisa melancólica apareció en tu rostro.

— Gracias— pronunciaste—. Es por él que no pienso abandonar eso, y planeo seguir hasta inventar haber junto a mis compañeros.

  Debido a tu abuela ahora estabas intentando hacer las paces con tu madre, aunque si es un poco extraño estar junto a ella.

— Estoy segura de que así será— te observó de reojo.

  Ambas se encontraban en la cocina del lugar, pero una vez que levantaste la mirada hacia el comedor tu rostro cambio a uno lleno de seriedad, alguien había entrado al lugar para comer un refrigerio. Sabías que se trataba de aquel joven de cabellos albinos, ojos color grisáceos, quién tomó asiento lo más lejos posible de dónde se encontraban.

  Kazumi se había percatado de tu acción, ella tenía entendido que habías tenido una pequeña relación con uno de los jugadores del equipo pero, de pronto ambos ya no se encontraban juntos lo cual había causado confusión en ella.

— ¿Ocurre algo?— cuestionó tu madre en un tono de preocupación, aún sin apartar la mirada de sus manos.

— No, nada— comenzaste a imitar su acción.

  Kazumi presionó sus labios, sabía que algo no estaba bien debido a la manera en la que habías contestado.

— He visto que ya no están juntos— formuló tu madre provocando que tú mandíbula se tensará.

  Aún es algo difícil de digerir para ti, habías perdido la oportunidad de estar con alguien lo suficientemente bueno, por una tontería.

— Fue por mi culpa— explicaste de manera resumida—. Pero ya no quisiera hablar del tema.

— Entiendo, lo siento.

────────────────────

— ¡(T/N)!

  Giraste la mirada encontrando a una fémina de cabellos celestinos caminando de forma rápida hacia tu dirección envolviendo sus brazos sobre tu cuerpo con una enorme sonrisa.

  Tus nervios estaban a flote debido a que hoy eran las finales contra Little Gigants, habías estado entrenando arduamente junto a tus compañeros y aunque sabías que estarías en la banca, querías estar preparada. Después de observar el partido de Little Gigants y Orpheus sabías que él equipo del Congo era sumamente fuerte.

  Habías terminado el desayuno para dirigirte nuevamente hacia tu habitación dispuesta a arreglar tus pertenencias para el partido, pero habías sido interceptada por Lika y Touko.

— ¡¿Cómo te sientes!?— exclamó la morena con júbilo.

— Tranquila Lika, dale su espacio— Touko alejó un poco a la mencionada de ti.

— Que bueno es verlas de nuevo— una media sonrisa apareció en tu rostro—. Ahora mismo no se como expresar lo que siento, pero me ganan los nervios.

— Tranquila, lo vas a hacer muy bien— Touko tomó tu hombro con cariño—. ¿Cómo has estado con lo otro?

  Por la mirada que había hecho Touko, sabías que ella se refería a Fubuki, así que tú sonrisa al instante se había esfumado.

  Fubuki ya no había vuelto a dirigirte la palabra y cada vez que podía te evitaba, sabías que esto es lo que merecías después de todo, tu habías roto su corazón y aunque quisieras encontrar alguna excusa sabías que no la encontrarías. No había justificación por lo que habías hecho, querías hablar con él y pedirle de todo corazón que lo lamentabas, por todo el daño que le habías hecho.

— Estamos igual— explicaste, Lika observó con molestia a Touko—. Quisiera hablar con él después de esto.

— Eso estaría bien— pronunció Lika—. Hay que arreglar las cosas.

ENCHANTED ━━ fubuki shirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora