capítulo treinta y cuatro

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  Habían pasado varios días y a decir verdad te alegraba saber que Fuyuka ya se encontraba mucho mejor de salud que antes, solo que ahora tú mayor preocupación era enfrentar al equipo de Orpheus, la selección de Italia quien se suponía que sería su siguiente oponente.

  Sin embargo tú rostro cambio cuando te habías percatado de una persona en particular, él ahora había cambiado su color de cabello a uno rubio, pero como todos en el equipo sabías que se trataba de Reiji Kageyama el ex entrenador del instituto Imperial y uno de los enemigos que ha tenido el instituto Raimon.

  Desde que lo habías visto en las bancas del equipo contrario sentiste una enorme necesidad de querer tener una conversación abierta con él, querías respuestas de el último día que estuvo con vida tu padre y él te podría dar esas respuestas que tanto buscabas.

  Una vez que él partido contra Orpheus había terminado, el marcador había quedado empatado y con ello el miedo de no poder avanzar se había más presente en los jugadores de Japón, pero ahora eso no te importaba mucho y es que estar en las mundiales si es tu sueño más grande, pero saber que había sucedido con tu padre fue un sentimiento aún más fuerte que eso.

  Así que habías decidido ir directamente hacia donde se entraba el equipo contrario, junto con su entrenador para exigir respuestas.

  Kageyama había tenido un gran cambio a lo largo del partido y cualquiera se había percatado de ello, en especial Kidou pero, eso no impedía que Kageyama se desligará de sus delitos cometidos en Japón.

— Kageyama Reiji, quedas arrestado bajo los cargos de asalto y huida del país— unos cuantos policías se habían acercado al mencionado, mostrándole la orden.

— ¡Espera!— te acercaste al mayor con unas ligeras lágrimas en las mejillas—. ¡Kageyama!

  Algunos miembros de tu equipo sabían por lo que habías pasado cuando eras una pequeña, en especial por un accidente que había marcado tu vida hasta la adolescencia. Esto provocó que te llenaras de un enorme odio hacia una persona en lo especial, y esa persona ahora mismo estaba frente a ti con un semblante relajado, él ya sabía que tenía unos asuntos pendientes contigo.

— ¡Quiero que digas que sucedió ese día!— exigiste, Goenji se mantuvo a tu lado porque él sabía que en cualquier momento podrías perder el control.

  Kageyama entendía a la perfección tu pregunta, después de todo se trataba de tu padre y ese accidente que le había arrebatado la vida a muy temprana edad.

— No tenemos mucho...

— Está bien— la relajada voz del mayor detuvo al detective—. Te lo diré, esto no tomará mucho tiempo.

  Finalmente la respuesta había llegado, algo por lo que de verdad habías esperado.

— Akihiro había formado una asociación para evitar que yo siguiera como entrenador, existían muchas pruebas en mi contra para que me encarcelaran, y él era el único que las tenía— Kageyama dio una pequeña pausa—. Yo mandé a mis subordinados para que tomarán esas pruebas y se deshiciera de ellas, entonces ese día todo se salió de control.

  Goenji tomó uno de tus hombros, por cada palabra que salía de Kageyama te sentías más devastada por saber lo que finalmente había ocurrido ese día.

— Lamentablemente en esa persecución mis subordinados estaban desesperados por conseguir la información que Akihiro tenía, por lo que no se habían percatado de lo que vendría después— presionaste tus nudillos con fuerza, pequeñas lágrimas bajaron por tus mejillas—. Ellos también perdieron la vida ese día. Se que no puedo cambiar el pasado, pero te pido perdón (T/N) por todo lo que le hice a tu familia.

  Cuando el soltó aquellas últimas palabras un sollozo salió de tus labios, en el fondo de tu eso es lo que querías escuchar. Por culpa de ese accidente tu padre se había perdido de muchas cosas, no estuvo contigo en tus partidos más importantes, ni cuando entraste a la secundaria, no estuvo allí cuando te llamaron para la selección de Japón, ni tampoco cuando tú madre regreso de nuevo.

— Reiji Kageyama— llamó el oficial a cargo—. Acabas de admitir que fuiste cómplice en ese accidente.

— Ya no me importa nada más— afirmó con seriedad el mencionado.

  Comenzaste a ver borroso todo tu alrededor cuando terminó aquellas palabras, él simplemente no espero ninguna respuesta de tu parte. Solo se retiró en silencio junto a los policías que lo custodiaban.

  Estabas esperando una respuesta desde que eras una pequeña niña, siempre esperaste saber que fue lo que sucedió ese último día en el que estuvo con vida tu padre. En pocas palabras tu padre estaba por llevar ante las autoridades a Kageyama pero lamentablemente no lo logro a tiempo, unas cuantas lágrimas salieron de tus ojos acompañados por un sentimiento de dolor.

— (T/N)...— aquella voz le pertenecía a Kazumi, quién se encontraba al lado del entrenador Kudou,  la mujer se acercó hasta donde estabas.

  Ahora mismo necesitabas demasiado un abrazo, alguien con quién llorar, no importaba de quién se trataba ya que lo único que querías hacer es llorar hasta quedarte dormida.

  Tu madre te tomó con cariño entre sus brazos, ella sabía quién era Akihiro y descubrir lo que había sucedido el último día de su vida no fue algo que le agrado.

ENCHANTED ━━ fubuki shirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora