Volver a empezar

Capítulo 3

Capitulo 3

Emily

Viernes por la tarde, Sally se ha ido a hacer las compras de víveres y yo estoy viendo televisión. Es uno de esos programas de la juez Judd, es estúpido pero gracioso, las actuaciones son pésimas. Siento que mi vida podría salir en uno de esos episodios, lo titularían "patética embarazada". Mi jefe me ha llamado esta mañana, dijo que no tenía que preocuparme, que podía editar artículos desde casa. Ahora estoy oficialmente fuera de combate, pasando a ser de corresponsal a editora en jefe. Sally y Karl se emocionaron porque obtendré un cheque con más ceros del que antes, pero prefiero mil veces la experiencia y los viáticos que pueden dejarte los reportajes fuera del país. 

Tocaron el timbre. Miro la hora en el feo reloj en forma de gato egipcio que Sally ha comprado en uno de nuestros viajes. Son las diez de la mañana. Me pregunto quién será. Espero con ansias que no sea mi madre o cualquier otro miembro de mi familia, no pretendo fingir que puedo lidiar con ellos en este momento. Hecho un vistazo por la mirilla de la puerta y noto al niño que Sally cuida. Abro la puerta y se lanza a abrazarme. 

Me quedo petrificada hasta que noto la parte inferior de mi camiseta mojada. El niño está llorando, lo empujo con delicadeza y me agacho a su altura para limpiarle el rostro mojado. Sus ojos azules se ven tristes y apagados. 

-¿Qué sucede?- pregunto. Omito su nombre porque en realidad no lo recuerdo, soy mala con esto de las presentaciones. 

-Mi amigo se ha burlado de mí porque en el día de las profesiones de mamás no tengo una a la cual invitar- Vaya amigos que tiene este niño. ¿Qué se supone que digo en estos casos?

-Sí se burla de ti no es tu amigo, deberías buscarte otros amiguitos más agradables- El rubiecito hace un ademán de sonrisa y vuelve a abrazarme. Aprieta mi cuello con sus bracitos tan fuerte que no puedo evitar devolverle el abrazo.

-Me escapé de la escuela- Dijo para después correr al sofá y sentarse como si esta fuera su casa. 

-¿Qué tú hiciste que?

-Me escapé, y pensé en venir a verte. ¿Cómo te sientes?

¿Cuántos años tiene este niño?, es como un pequeño adulto. Sonríe esperando mi respuesta, pero estoy muy aturdida para pensar. Me siento a su lado y él toma el control remoto que llevaba en mi mano. Hace zapping hasta que encuentra un programa en Disney Channel. 

-¿Cómo te hiciste esta cicatriz?- señala una de mis cicatrices en la pierna. No tengo muchas, pero las que tengo son bastante notorias. Accidentes que me han dejado en el hospital.

-Estaba tomando fotografías arriba de un risco y tropecé con una roca. Rodé metro abajo y me encajé una rama en la pantorrilla- El pequeño escuchaba atentamente mis palabras, y no dejaba de tocar la cicatriz. 

-¿Qué haces para ganar dinero?, mi papá trabaja en una cafetería y es cantante- Dice con orgullo. Sonrío porque yo solía presumir a mis padres del mismo modo.