Volver a empezar

Capitulo 6

Capitulo 6

Emily

Ni si quiera pude asistir a su funeral, un funeral que se pudo evitar si yo no fuera tan idiota. Merezco todo esto, sé que es mi castigo, no poder arruinarle la vida a ningún otro niño en la vida, bastante justo, la verdad. Estoy harta de despertarme en esta horrenda habitación de hospital y ser el fenómeno en turno que todos los médicos observan, quiero irme, quiero irme tan lejos que incluso la memoria se borre en la distancia y me deje en paz por las noches, durante mis sueños. Mi jefe ha llamado un millón de veces para disculparse, y yo le he ignorado cada una de ellas, no es su culpa, es mía, pero no quiero volver a trabajar en ese lugar nunca más, no quiero hacer nada en absoluto, sólo irme. 

-Emilianne, ¿porqué estás levantada?- Pregunta mi madre entrando a la habitación.

-Ya me dieron de alta, quiero irme de aquí- Contesto sintiéndome más como un robot que como yo misma. A penas y puedo saborear el sabor amargo de los medicamentos en mi paladar, es como si todo careciera de importancia, incluso lo malo.

-Te irás a casa, con nosotros- Dijo con autoridad. 

-Bien, como sea.

Hoy no madre, no discutiré contigo, ni con nadie más. Hoy sólo quiero tirarme en una cama diferente a esta y sentir algo, algo que no sea esto tan horrible que me consume. Puedo verme, dentro de diez años, sola y amargada por mi culpa. Veo como mis planes se han ido por el escusado, veo como toda mi vida es una mierda. Sin embargo me da miedo admitirlo en voz alta, porque quiero que todo esto sea mentira, y si tal vez no lo digo, entonces no se cumpla.

Mis amigos y familia han hecho una fiesta de bienvenida, después de tres semanas en el hospital, y un funeral, supongo que saben que esto se me ha hecho de muy mal gusto. Paso de largo y les dejo con su "sorpresa", no quiero a nadie cerca de mí, no quiero condolencias, ni miradas tristes, ni palabras de aliento, sólo quiero regresar el tiempo atrás y haber dejado de ser tan egoísta a tiempo.

Miro mi vieja habitación y me dan ganas de quemarla, fotos de mis viajes, mis premios, todo eso que amaba antes de que llegara ella y me importase más que cualquier cosa en el mundo. Siempre fue una pelea interna, trabajo o bebé. Yo elegí, y he perdido ambas cosas al mismo tiempo. 

-Emily, puedo pasar, soy Luke- Cierro los ojos y me recuesto en mi cama, si no hablo es como si nunca estuviese aquí. 

-Emily, ¿estás ahí?- Pregunta de nuevo. 

Vete, por favor, no quiero verlo, ni a él ni a ninguna otra persona. Necesito estar sola, hundirme, eso es lo que quiero, no volver a aparecer en ninguna fotografía, no volver a estar en ningún lugar.  Vuelvo a cerrar los ojos y siento mis lágrimas resbalar por mi cara, tocar mi nariz y caer en el colchón. 

-No eres invisible, ¿lo sabes?- Pregunta cuando ha entrado sin permiso. No lo miro, pero sé que ha sonreído para hacerme sentir mejor. 

-Me descubriste- contesto con amargura.