Oh oh

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Me sorprendí al sentir las calidas manos de Nate en mi cintura. Me paralicé por completo. Nisiquiera era capaz de articular mi boca y decirle que era yo.

-Al fin volviste-Dijo con una sonrisa picara. Tenía una sonrisa tan sexy.

-N-nate-Logre decir.

-Sh..no digas nada-Coloco su dedo en mi boca. Oh dios.

Si, y luego me besó.

Me beso como nunca nadie antes me habia besado, me toco como nunca nadie me había tocado, preciono mi cuerpo junto al de el. Y continuo el apasionado y suave beso. Como no se daba cuenta que no era su adorable Adrian?

Se alejo de golpe.

-¿Quien eres?-Espetó confundido.

Al fin noto que mi cuerpo era mas delgado y sencillo.

-No, no me lo digas-Dijo y continuo besandome.

¿Que le pasaba a este hombre?

A los segundos se detuvo nuevamente.

-Ya vete, llegaran en cualquier momento-Dijo.

-Espera. Dejame tu número en la mesa. Se que no te conozco pero nunca nadie me había besado asi antes, y tu cuerpo..tu cuerpo me vuelve loco, necesito saber quien eres, pero no ahora, ahora solo vete antes de que llegué mi familia o mi novia-Termino de decir.

Quede seca ante sus hermosas palabras.

No supe que mierda había pasado y que era lo que había hecho, pero no tuve otra que ir con la verdad, no podía seguir siendo aquella niña traviesa. Sali de la piscina y escribí mi numero de celular en un papel y lo coloqué en la mesita, si, se daría cuenta que ese numero era el de su querida prima.

Somos primos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora