Somos primos.

Quédate

¿Les conté que me mude? Si, ahora vivo sola en un apartamento bastante cómodo y lindo. Ya, si extraño vivir con Klaire, pero igualmente nos vemos todos los días ya que vamos a la misma facultad.

Sabado 2:00 am, ya estaba en mi casa.

Estaba recostada en mi cama leyendo "If i stay" por segunda vez..es uno de mis libros favoritos. Hasta que sonó el timbre. Me pareció extraño ya que no había invitado a nadie.

-¿Quien es?-Pregunté.

-Soy yo-Dijo Nate. Pude distinguir su voz claro.

-Pasa-Le abrí la puerta confundida.

-¿Que sucede?-Pregunté.

-¿Vamos a tu cuarto?-Respondió con una pregunta.

-Vale-Dije. Tranque la puerta principal y me dirigí al cuarto. Cerrando la puerta detrás de mi para mantener el calor.

-Jeniffer-Habló.

-¿Perdón?-Pregunté sin entender.

-La chica se llama Jeniffer. No tuve sexo con ella, menos en aquel baño Valerie. Esa chica fue mi novia el año pasado, y no me preguntes porque pero se obsesiono conmigo, tanto así que estaba harto de sus acosos por mensajes y demás, no te lo quise decir para no preocuparte. En fin, yo sabía que iría a esa fiesta, entonces pensé "es mi oportunidad" me vestí y fui directo a hablar con ella. Al hablarle para decirle que si no me dejaba en paz de una vez por todas tendría que llamar a la policía ella no me escuchaba gracias a la música fuerte, entonces me pidió que entrara al baño. Entré, le expliqué, río, y me dijo que yo le seguía gustando pero que había sido todo una broma de sus amigas para molestarla. ¿A que vengo con esto? A que yo nunca te engañe Valerie, ni nunca lo haría. ¿Sabes lo que me costó encontrar a una chica como tu? Me moviste el piso de todas las formas posibles, eres, fuiste y serás a la única persona que no alejo de mi vida, entonces Valerie, te pido por favor, no te alejes de mi-Explicó.

-Nate-Susurré apenada y sorprendida.

-Te creo-Respondí

-Me comporte como una estúpida, ya no se con que cara mirarte. Es que parecía tan obvio en el momento...debí escucharte, debí confiar. Perdóname-Terminé de hablar mientras secaba una lagrima de mi mejilla.

Me abrazó.

Quería que nunca me soltará, lo necesitaba. Necesitaba ese cálido abrazo.

Luego de unos segundos se alejo.

-Debería irme-Dijo.

Se dio media vuelta y fue ahi cuando enseguida lo tome de la mano. Me miro quedando nuevamente al frente de mí.

-Quédate-Sugerí.

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¿Les va gustando? ¡Queda muchísimo mas en esta novela de amor! Besos