Somos primos.

Dowplay

Martes de noche. 04:05.

Me encontraba hablando por mensaje de texto con Nate. No podía estar con el en en este momento porque el estaba viendo una película de autos con Tommy. Al rato me dijo que la película había terminado y que se iría a dormir. Le dije lo mismo y nos despedimos.

A los diez minutos suena mi celular, me despertó. Si, soy de sueño rápido, solo tardo unos 5 minutos en caer rendida. Mire la llamada. Era Sara.

-¿Sara que ocurre?-Contesté el celular.

Sara era mi compañera de habitación de la institución donde solía ir hace unos pocos años. Seguíamos en contacto y nos llevábamos super bien.

-¡Nena! ¿Acaso no vienes a la partusa?-Gritó desde el otro lado de la línea.

"Partusa" significaba "fiesta" en su idioma.

-¿En que fiesta estas?-Grité tratando de que me escuchara, ya que hasta yo podía escuchar la música alta.

-¡Cerca de tu casa de veraneo!Se llama...Rayos no lo recuerdo ¿Espérate si?-Hablo Sara.

Esperé por unos 7 segundos y luego logré escuchar su respiración nuevamente.

-Dowplay-Dijo.

¿Dowplay? Era a donde iría Klaire. ¡Hace un montón que no la veía! Tenía que ir si o si.

-¡Enseguida voy para ahí!-Dije y corte la llamada.

Abrí el armario de mi enorme habitación. Me puse un vestido sencillo, sexy, y bien para la ocasión. Luego me coloqué rápidamente mis tacones negros favoritos y un abrigo negro. Estaba lista para irme y pasarla de lo bueno.

No le diría a Nate, ya que era demasiado posesivo de vez en cuando y no quería generar ningún tipo de problemas. Además, lo despertaría.

Salí de mi casa y a los cinco minutos ya me encontraba en Dowplay.

Entré a la gran casa. Estaba lleno de gente, música, alcohol, luces de colores.

Sonreí automáticamente. No era amante de las fiestas. Pero de vez en cuando pasarla bien me gustaba.

-¡Val viniste!-Gritó Sara lanzando su cuerpo sobre mí.

-¡Bruta!-Grité divertida y luego me percate de que estaba borracha.

-Ya. ¿Donde esta Klaire?-Le pregunté.

-¿Klaire? Oh no vino. Se sentía mal-Río.

-Gath, ¿Cuidala si?-Le hable a Gath un viejo amigo que teníamos en común que la estaba acompañando. Me asintió y luego se llevo a Sara.

No puedo creer que Klaire no estaba. No era lo mismo estar allí sola. Estaba decidida a volverme a casa.

Pero al instante que volteo hacia la puerta de salida mis ojos no pudieron evitar ver algo que desearía no haber visto nunca.