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Todos se encontraban comiendo en el gran comedor de la mansión Wen-Lan, algunos en silencio y otros como solo los escandalosos de Wei Ying y Wen Ruohan podían ser.

Toda bulla fue detenida cuando Xue Yang hizo acto de presencia.

-Buenos días, familia.

-Buenos días A-Yang.-Le saludo Qiren-Siéntate, desayuna con nosotros.

-Me encantaría, pero tengo una cita con.-No pudo terminar debido a que Wei Ying lo hizo por él

-Nie Huaisang.-Hablo con un pedazo de sándwich en la boca.-Jian Cheng, págame.

-Wei Ying, habla después de comer tus alimentos.-Interrumpió Lan Zhan, mientras dirigía una servilleta para limpiar unas migajas.

-Carajo, eres un maldito estafador.-Dijo extendiendo unos billetes.

Xue Yang soltó un bufido.

-Acostúmbrate, como sea.-Dijo moviendo su mano, quitándole importancia al asunto.-Tienen visita.

Eso llamó la atención de todos los presentes.

-¿Quién es?- Wen Ruahan, hizo la pregunta que rondaba en la cabeza de todos.

-Es la líder de la mafia del norte.

-¿Wen Qing?

Sonó como coro en el living.

-A si es señores. ¿La pasamos?

-Claro que sí, dile que nos espere en la sala de invitados.

Tronando los dedos Xue Yang pareciendo haber recordado algo.

-Viene con una acompañante

-¿Su hermano?-Preguntó Xichen.

Xue Yang solo encogió los hombros, la verdad es que nadie había logrado verle el rostro.

-Posiblemente sea su prometida.

Bien, esa era una noticia inesperada, Wen Qing, era líder de una de las mafias más grandes, tenía una boca filosa y una mirada que te hacía temblar de lo fría que podía ser. Wen Qing había nacido para ser líder, levantó una mafia que estaba en la ruina, la anterior líder murió durante la pelea de territorio con los Li, misma pelea que murieron los Jiang, dejando a su nieta como heredera legítima, su abuela no creía a ninguno de sus otros nietos competentes de liderar, eran codiciosos y terriblemente asquerosos. Desde entonces, Wen Qing se ha ganado el respeto de todas las demás mafias. Era toda una noticia saber que tenía prometida, no era conocida exactamente por tener algún interés amoroso.

Todos se levantaron del comedor, dirigiéndose a pasos apresurados a la sala de invitados. Tomaron su lugar, se enderezaron al escuchar unos tacones, eso se estaba tornando raro, Wen Qing nunca usaba tacones, era más de botas "Carolina Herrera."

Todo cobró sentido cuando una joven, con unos centímetros más bajos, entró con ella agarrada de las manos a su lado, la respiración de varios se detuvo.

-¡Shijie!

Gritó Jiang Cheng, quien para ese momento unas lágrimas brotaban de sus ojos.

-A-Cheng, mira lo grande que estás.

No esperaron mucho para fundirse en un abrazo cálido, los dos lloraron, al fin terminó su agonía. Jiang Cheng era capaz de votar todo el peso de sus hombros en ese momento y llorar en los brazos de su hermana.

-Pero, ¿cómo es que estás aquí?

-Wen Qing, me salvo, después que el Sr. Lan te llevara, me desmayé, cuando desperté Wen Qing me estuvo cuidando y ayudando a buscarte. Una vez te mire y te seguimos hasta la mansión, pero no podía arriesgarme a que supieran dónde estabas, teníamos que lidiar primero con los Li.

Thread Of  The DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora