𝐎𝐂𝐇𝐎

664 82 19
                                    

El humo se expandía entre los miembros del grupo, era como una nube negra de olor agrio que los envolvía majestuosamente para elevarlos y llevarlos a otra realidad. Ya era una rutina fumar directa e indirectamente aquel cigarrillo mal armado por uno de sus amigos en la parte trasera de la plaza.

Miró al cielo. Aún no había dado una pitada, que ya sentía los efectos de sentirse en el aire. Las nubes se volvían rosadas, violetas y verdes, con grandes bocas en el centro que reían entre sí haciendo que él también sonriera, como si entendiera de qué hablaban. El idioma de las nubes era tan chistoso.

⎯⎯ Te toca ⎯⎯ le susurró Joohoney, un amigo que había hecho en la ciudad de Seúl en cuanto se había mudado por temas de trabajo. San aceptó el prestigioso objeto e inhaló el mismo en lo que se dejaba ser.

Pensaba en la corta edad que tenía y de las muchas cosas que podría hacer si quisiese. Le hubiera gustado que su vida rondara de otra forma, con buenos padres, un título universitario, un empleo decente, y fumar marihuana por el simple hecho de estar aburrido y no porque quisiera olvidar su presente al igual que su pasado. Pero no fue así.

Le tocó estar en donde se ubicaba actualmente y a decir verdad, le agradaba. Tenía todo el dinero que deseaba, la ropa que le gustaba como también los lujos hogareños, y simplemente gracias a la venta de narcóticos. Él no consumía esa mierda, ya había visto lo que le hacía a los de su alrededor y esa imagen le resultaba repugnante para sí mismo, pero sí se encargaba de esparcirla, generando que su jefe fuera el más exitoso de todos, tan así que hasta se había vuelto su mano derecha con el correr del tiempo.

⎯⎯ ¿Crees que le gusten? ⎯⎯ susurró al aire, observando a una mariposa que cambiaba sus alas por otras como si fuera su esmoquin o un ridículo traje del trabajo.

⎯⎯ ¿Qué cosas y a quién? ⎯⎯ Joohoney sólo veía cintas de colores que rodeaban los cuerpos de sus compañeros.

⎯⎯ Las hamburguesas a Mi-suk.

⎯⎯ ¿No estás integrando demasiado a esa chica? no la conocemos, e incluso empezaste a interactuar con ella de la nada por el simple hecho de verla limpia.

⎯⎯ No, nunca es demasiado ⎯⎯ sonrió ⎯⎯ la quiero cerca y tambien quiero indagar toda su vida como también personalidad.

⎯⎯ ¿Te gusta? ⎯⎯ negó ⎯⎯ ¿es el trabajo especial por el que veniste aquí?

San miró a su amigo, al igual que dirigió la mirada hacia el resto en un breve recorrido ya que éstos estaban pendientes de lo que hablaban.

⎯⎯ Joohoney, sueles ser muy inteligente por momentos, aunque ahora no deberías meterte en esto ni sacar conclusiones ⎯⎯ acarició el cabello del pelinegro.

⎯⎯ Sólo espero que no nos abandones.

⎯⎯ Ow, ¿estás celoso? ⎯⎯ soltó una carcajada al ver la molestia del contrario ⎯⎯ en realidad estaba pensando en unirla al grupo, necesita dinero y trabaja en un comedor de porquería, con eso no avanzará de aquí a cinco años.

⎯⎯ ¡¿Unirla?! ¡arriesgas todo por alguien desconocido! puede ser una infiltrada, nos meterá presos con un palo en el culo.

⎯⎯ ¿Ya te está dando el bajón? calma tu ansiedad, miel ⎯⎯ sonrió, dando una pitada en cuanto el cigarrillo llegó a sus manos, tosiendo continuamente por el poderoso humo que se sumergía en los pulmones ⎯⎯ cálmate, por algo quiero tenerla cerca, aunque... presiento que no es polizonte, ya la sometí y creo que me dice la verdad.

⎯⎯ Cuando dices someter, ¿te refieres a utilizar tu arma como hiciste con nosotros o con tus dotes de seductor?

⎯⎯ La primer opción. Esperé a que se asustara, pero en lugar de eso, hizo hasta la cosa más repulsiva con tal de que le creyera, así que considero que no lo es. Si fuera policía, supongo que no pondría su cuerpo en peligro consumiendo sobras de restaurantes.

好きな笑顔 | 𝐉𝐊 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora