El Omega Que No Quería A Su Predestinado⁎yeonbin

CAPITULO 47

- Alfa líder -la voz de Hueningkai hizo que dejara de caminar, miro hacía la salida del palacio y allí encontró a Hueningkai-, ¿se encuentra bien?

- No tan bien como me gustaría estarlo -menciono el alfa líder, ni siquiera sabía si ahora podía merecer aquel titulo-, debo irme.

- No, alfa líder, ¿hacía donde?

Yeonjun ni siquiera lo sabía, pero lo único que quería hacer era irse muy lejos de allí, escapar de todo y de todos, no quería saber nada, lo único que quería era por fin desaparecer de la vida de todos, en especial del príncipe, para que así pudiera estar tranquilo y descansar, aunque claro sabía que podía ser algo inútil de su parte.

Pero el solo ver aquella herida que le había causado al príncipe omega, le había dado terror, si él había sido capaz de lastimarlo de aquella manera, no quería saber lo que pasaría después, necesitaba respuestas, quería que Soobin estuviera a salvo, y lo mejor era irse de allí.

- Donde sea, no importa la zona, debo irme.

Para Hueningkai eso no era una grandiosa idea, desde los entrenamientos había admirado a Yeonjun, pues al ver que ni siquiera se rendía con lo que parecía ser imposible, quiso seguirlo, si no fuera por él, seguramente ni siquiera él estaría dentro de la guardia del palacio, siempre Hueningkai lo había admirado, es un alfa digno de ser un líder nato.

Y no permitiría que se dejase desmoronar por todo lo que estaba pasando ahora, si el alfa líder se iba, no soportaría tan cosa como esa, no debía dejar que se marchase.

- Alfa líder, debe quedarse, es su deber.

- Sé que lo es, Hueningkai -miro su mano, la sangre del príncipe-, pero no puedo quedarme aquí, no quiero lastimarlo de nuevo.

- Todos cometemos errores alfa líder.

- Soy consciente de mis propios errores, pero hay algunos que no puedo comprender ahora, estoy confundido, lo mejor es que me vaya de esté lugar, de estás tierras y encuentre otro camino distinto, no quiero volver a lastimarlo.

- Yeonjun -el alfa líder miro a aquel beta-, eres parte importante de nosotros y por supuesto del príncipe, cuando nos enteramos del hechizo sobre ti, decidimos que te ayudaríamos y eso intento, quiero que te quedes, no debes escapar, no es una solución.

- Lo es ahora que no sé lo que debo hacer, Hueningkai.

- Antes pensabas en morir, y mírate, eres fuerte, proteges a quien amas.

- Ni siquiera sé si lo amo o si lo llegue a amar alguna vez -Hueningkai se percato del brillo en los ojos de Yeonjun, casi rojizo, comprendió que algo estaba mal-, ese omega no es mi omega, debo buscar a quien estoy atado por el destino.

Hueningkai se puso alerta, su mano se dirigió hacía la empuñadura de su espada, sabía que las probabilidades de ser derrotado por el alfa líder eran más altas, después de todo, Yeonjun ni siquiera en los entrenamientos había perdido un combate.

- ¿En verdad pelearas con tu líder? -definitivamente ese no es Yeonjun.

- No quiero lastimarlo, alfa líder.

- Entonces solo déjame libre la salida, Hueningkai, no quiero lastimarte.

Hueningkai se sintió rígido al instante, la voz de mando de Yeonjun en verdad atemorizaba, sentía a todo su cuerpo temblar, tenía miedo de sus propias acciones, y más de aquella profunda mirada que ni siquiera se apartaba de la suya, ese definitivamente no el alfa líder que conoce.

- Déjame pasar -demando el alfa líder haciendo que en el beta pasase un escalofrió recorriendo todo su cuerpo, estaba sumamente atemorizado, podía sentir el miedo recorriendo por su cuerpo, miedo a ser dañado por su líder, y no lo entendía para nada.

Jamás se había sentido así con una voz de mando, las escuchaba sobre todo en los entrenamientos, pero está voz de mando era tan distinta, tan profunda y penetrante que te hacía querer obedecer en segundos o si no sufrirías las consecuencias, porque en aquellos ojos, podías ver aquellas consecuencias, como imágenes vivas en la memoria profunda.

Y Hueningkai se puso de rodillas atemorizado por aquellas consecuencias, su cuerpo sudaba frió, y su respiración era errática, escucho los pasos del alfa líder ir directo hacía él, deteniéndose por unos segundos a escasos centímetros de él, su mirada estaba en los pies del alfa líder, y tenía miedo de subir la mirada y encontrarse con aquel brillo en los ojos del alfa líder.

De nueva cuenta el alfa líder camino, pasando de largo a Hueningkai, quien en cuanto dejo de escuchar los pasos del alfa líder se sintió más tranquilo.