CAPITULO 43

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- Bueno, al menos espero dejes así tu estado de rebeldía -menciono Seokjin mientras seguía con su mirada en la marca que Yeji traía, para la omega eso no era un signo de no seguir con su rebeldía.

Yeji soltó un bufido mientras rodaba los ojos, Seokjin sonrió al ver aquello, desde pequeña Yeji siempre había mencionado que sería la omega más difícil de todas y que jamás iba a dejar que un alfa terminará reclamándolo con una marca, pero claro el destino le tenía algo muy diferente.

- No refunfuñes, deberías estar feliz -menciono Seokjin-, ¿podrías traerme esas manzanas?

La omega miro hacía las frutas, tomo el canasto que las contenía y se acerco a Seokjin para que las tomará en sus manos.

- No lo entiendes, Seokjin, ¡no quería esto! -Yeji levanto su labio inferior-. Además, ¿por qué piensas que esto es mejor y podría estar feliz?

- Porque es así como debes de estar, que un alfa te marque y que sea tu destinado, eso si es una bella historia de romance -Seokjin comenzó a cortar las manzanas en media luna-, a mí en lo particular me encantaría.

Seokjin no ha tenido mucha suerte con su destinado, nunca lo encontró, y llego un tiempo en el que se había resignado a quedarse solo de por vida, después de todo, hay veces que las parejas destinadas no llegaban a encontrarse.

- Para mí no lo es -Yeji cruzo los brazos sobre su pecho.

- No digas eso, niña, sé feliz haz encontrado tu destinada, algunos no tenemos la misma suerte, inclusive para el príncipe ha sido difícil tratar de convencer a Yeonjun.

Eso era cierto.

Yeji debía admitir que no le había gustado tal forma de haberlo encontrado, pero debía admitir que el poco odio que le tenía a Ryujin se había vuelto todo lo contrario, y a pesar de que tenía algo de miedo por sentir tales emociones dentro suyo, debía admitir que experimentarlas de tal forma era más que magnifico.

- Por cierto, ¿cómo están ellos?

- El príncipe ha estado la mayoría del tiempo con el alfa líder, aunque -sonrió-, debo admitir que Yeonjun se ve algo fastidiado.

- Príncipe -Yeonjun no sabía como ese omega ya le estaba haciendo perder la poca paciencia que le quedaba, y es que Soobin parecía ser todo un fastidio.

- No te molestes, alfa -y luego estaba eso, decirle alfa solo significaba que lo esta considerando como su alfa, y eso para él no era más que una mentira, no eran nada.

Se supone que cuando tienes a tu predestinado cerca lo sabes a la perfección, y con Soobin no se sentía de la misma forma como antes le habían dicho, bueno, su lobo a veces se removía un poco, pero esa no era suficiente señal como para convencerlo del todo.

- Príncipe Soobin, le he dicho cientos de veces que no soy su alfa, ¿por qué no lo comprende?

- Lo eres -Soobin miro hacía aquella figura de madera que antes iba a ser su regalo-, eso tiene un gran significado.

El alfa miro hacía el lugar en donde estaba mirando y entonces tomo la figura en sus manos.

- ¿Esto? -pregunto-. No lo tiene, ni siquiera recuerdo el por qué lo traigo conmigo.

Soobin frunció el ceño, ¿no lo recordaba? ¿Por qué no lo hacía? No lo comprendía, lo podía atribuir al lazo del destino que estaba completamente separado del suyo, tal vez los intentos de cortejo se fueron por eso, y con eso también se había ido por completo los recuerdos.

- Significa mucho, porque fuiste tú quien me lo dio -menciono el príncipe omega.

- Si fue así ¿por qué lo tengo yo?

El príncipe omega bajo la mirada, ¿estaría bien decirle el por qué? La verdad es importante, pero hay algunas verdades que pueden lastimar a alguien de por medio, y esa era una de esas verdades, y ahora comprendía que no solo lastimaba al alfa líder, si no que a él también lo hacía.

- ¿Príncipe?

- Y-yo... -trago saliva, miro por escasos segundos a los ojos del alfa líder, y por fin hablo-, r-rechace tu regalo...

- ¿Ahora lo ve? -la pregunta del alfa líder hizo que el omega lo mirase-. Si fuera mi destinado no habría pasado algo como eso.

- Yeonjun...

- No, escúcheme -el alfa líder no se escuchaba para nada contento-, es una completa tontería que siga pensando que somos destinados, los destinados no se rechazan, los destinados se quieren, porque saben que estarán juntos para toda la vida, y no sé lo que quiera intentar, príncipe Soobin, pero le agradecería que dejará esto de lado, no quiero que vuelva a decir que somos alguna clase de destinados, porque no lo somos -Soobin se percato de como Yeonjun agarraba aquella figura y la tiraba al suelo.

- Yeonjun.

- ¡Basta! -la voz de mando, Soobin bajo la mirada al instante, temblando por haber escuchado aquella voz grave, profunda, que haría a cualquiera agachar la cabeza al instante-. No vuelva a buscarme solo para esto, no soy su alfa y usted no es mi omega, compréndalo de una vez por todas, príncipe.

El alfa líder observo como por las mejillas del omega comenzaban a bajar las lagrimas deslizándose por las mejillas del príncipe omega, y allí fue cuando se sintió extraño, verlo llorar, ¿por qué le afectaba tanto?

- Príncipe.

- P-perdona... -apenas y había sido clara aquella palabra salir de los labios del omega, Yeonjun observo como daba media vuelta y pasos lentos se iba de allí dejándolo solo.

Miro hacía la figura de madera tallada, se agacho para recogerla y la miro con detenimiento, su lobo no estaba contento, e inclusive él se sentía extraño, tal vez había sido demasiado duro con el príncipe.

El Omega Que No Quería A Su Predestinado⁎yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora