CAPITULO 04

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—¡Príncipe Soobin!

El mencionado maldecía internamente al escuchar de nueva cuenta a Yeonjun, no ha parado de molestarle en toda una semana, ¿acaso no entendía que no quería verlo? ¿Era tan difícil entender eso? Miro a su amiga Yeji, quien había salido corriendo para que Soobin no lo alcanzará.

Yeji apenas se había presentado como omega, era la hija de uno de los amigos de su padre, sabía que era el encargado de llevar a cabo los entrenamientos para lo alfas, o eso es de lo que se había enterado.

—¿Ahora qué es lo que quieres? —Yeonjun ya estaba acostumbrado a escuchar aquel tono de voz, lo había tomado como una forma en la que Soobin solamente le hablaba, pues no se dirigía a nadie más con aquel tono, y a veces eso lo ponía triste.

El omega era amable con los demás, siempre lo veía inclusive darle una sonrisa a todo el mundo, hablarles amablemente, ¿por qué a él lo trataba tan diferente? No lo entendía, y se sentía mal cada que escuchaba como de un de repente el buen humor del príncipe cambiaba tan radicalmente con su presencia.

—Traje esto para usted —Yeonjun extendió una flor, era un girasol, Soobin la miro por unos instantes.

Había llevado la flor, no sabía porque Soobin no la aceptaba en lo absoluto.

—No me gustan los girasoles.

—No es cierto —Yeonjun frunció levemente el ceño, se había percatado que el príncipe siempre era atraído por aquellas flores, las veía con esos ojos tan soñadores, y había decidido llevarle uno.

—No me conoces, no sabes absolutamente nada de mí, aleja eso de mí.

El príncipe estaba dispuesto a irse, pero el alfa de inmediato se lo impidió agarrando la mano de Soobin, ambos habían sentido como una hermosa corriente los había recorrido en cuanto se realizó aquel toque.

—¿Por qué me rechazas?

Esa había sido la pregunta que hizo Yeonjun, y el omega sólo intento jalar su mano para soltarse.

—¡Suéltame! ¿O quieres qué llame a los guardias para que te saquen del palacio?

Yeonjun lo soltó con sumo cuidado, ¿por qué haría algo como eso? Ha visto como otros lo detenían de esa forma, inclusive Yeji y Hueningkai lo hacían, y simplemente con que él lo hiciera, ya era una amenaza.

—No vuelvas a tocarme.

—¿Por qué?

—Porque no quiero que lo hagas, me repugna que un alfa como tú, me agarre.

El alfa frunció levemente el ceño, ¿Cómo alguien de tan buen corazón como lo era el príncipe, podía tratarlo tan mal de un momento a otro? ¿No se suponía que las parejas predestinadas siempre terminaban juntas? ¿Acaso no sentía el mismo dolor que él cada que prácticamente lo rechazaba? Tal vez lo de las parejas predestinadas era sólo una vil mentira.

—Soobin...

Se percató que el príncipe ya estaba unos pasos lejos de él y ni siquiera se había detenido cuando él dijo su nombre, miro la flor que estaba en sus manos, sonrió con tristeza, tal vez... sólo tal vez, para otra ocasión, por lo mientras, guardaría aquella flor, y tal vez se la dé a su madre.

Al menos ella no le rechazaría ninguno de sus regalos.

El Omega Que No Quería A Su Predestinado⁎yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora