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Maratón 3/?
Me desperté y tenía a Matías durmiendo al lado mientras sus brazos rodeaban mi cintura, agarré el celular para mirar la hora.
Diez y media, bostece y me escondí en el pecho de Matías para seguir durmiendo, pero no pude. Sentí que entraron a la habitación corriendo, se tiraron a la cama literalmente.
— Mati, Mati, despeltate ya volví.
Era Benja, el cagaso que me pegaste chiquito.
— ¿mm?. –dice Matías. ¡enano!.
— papá me quiere bañar y yo no quero.
Se escondió abajo de las sabanas, estábamos los dos en ropa interior, es un bebé pero igual, miren si se le escapa.
— ¿y estos pieses?. –se vuelve a asomar. La nena linda. –sonríe. Hola.
— hola hermoso. –le sonreí.
— Benjamín a bañarnos. –entra Marcelo.
NO NO NO
QUE VERGÜENZA ¿DONDE ME METO?.
— oh, yo no sabía.. buscaba a Benjamín, no esta acá, bueno nos vemos.
Se va cerrando la puerta, QUE INCÓMODO.
— ¿viste un fantasma mi amor?. –se ríe Matías.
— boludo! Nos acaba de ver en esta situación.
— a mí no me encontró. –sale Benja.
Nos reímos, no puede ser que sea tan travieso este nené.
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El tema de bajar y eso, me resultó incómodo, estaba incómoda, Santino me saludó y me acerque a saludar a Geraldine y Marcelo, al último con vergüenza.
Perdoné señor.
— linda. –me sonreí Geral. ¿Te quedas a almorzar?.
— eeh.
Mire a Matías.
— si, se queda.
— genial, ¿quién dejó manos marcadas con harina en mi mesada?.
Quiero irme corriendo, ahora, ya.
Run
— ni idea, lo que pasa es que ibamos hacer pizzas, pero después terminamos pidiendo hamburguesas.
— seguro fuiste vos. –lo mira Marcelo.
— créeme que no. –susurro.
Lo pateo por debajo de la mesa.
Le avise a Julián que me quedaba a almorzar acá.
— juguemos a algo. –dice Santino. Al monopoly ahora que estamos todos juntitos.
— mm no se. –me reí. No me gusta perder.
— tiene miedo. –se ríe Marcelo.
Me voy hacer pis.
Jamás en mi vida me imaginé jugando al monopoly con Marcelo Gallardo, el sueño de la piba.
Al final cómo Álvarez que soy, me termine enojando porque Matías me estaba haciendo trampa, es tramposo el hijo de puta.
|☼︎|
Volví a casa eso de las ocho, después de que terminamos el juego, gano Marcelo.
Estaban Ornella y Julián mirando una película, los salude a los dos, me fui a bañar.
Cuando salí de bañarme, baje para comer algo.. estaba Nahuel ahora, lo saludé.
— justo. –dice Ornella.
— veni. –me agarra el brazo Julián. El fin de semana que viene es largo, estamos planeando irnos a acampar.
— estábamos pensando en invitarlos a ustedes. –habla Nahuel. Santi e Milagros, Mati y vos.
— si. –sonreí. Por mí no hay drama.
— igual, nenas duermen en una carpa y nenes en otra carpa. –dice Julián.
— genial. –lo mire. Orne vas a dormir con nosotras. –la abrace.
¿Yo la acabo de abrazar? ¿Qué?.
— no, Ornella duerme conmigo.
— pero acabas de decir que las nenas con las nenas, ella es una nena.
— solamente hay tres carpas. –se ríe Nahuel. Yo voy a ocupar una porque pienso dormir solito, ustedes se arreglan con las otras dos.
Mire a Julián de brazos cruzados.
— esta bien. –suspira. El viernes, contale a los chicos.
A todo esto yo no me habia separado de Ornella, me alejé riendo, fui hacerme algo para comer.
