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Maratón 4/?
— ya tengo todo. –dice Santino.
— ¿una maleta vas a llevar?. –lo mire.
— son cuatro días nomas. –dice Ami.
— nunca se sabe. –nos mira. Aparte llevó otras cositas.
— amor. –se ríe Milagros. Que exagerado que sos.
— ustedes no entienden nada.
Con Ami fuimos hasta mi habitación, agarré una mochila y empecé a meter ropa.
— mira.
Levante mi vista y estaba con una remera mía, tenia pantalón corto abajo, le quedaba grande mi remera, me la voy a morfar.
— me queda divina. –da una vueltita. Me encanta.
— te la presto nomas. –me reí. Te queda muy linda.
— toda tu ropa me queda linda. –me da un beso.
Nos separamos porque entró Santino.
— siempre que vengo estan haciendo algo indebido, no me gusta. –se queja.
— golpea. –lo mire. Y no vas a encontrar nada "indebido".
— esta Julián abajo, ya nos vamos.
Agarramos nuestras cosas y bajamos, Amira se quedo con mi remera nomas. Saludamos, empezamos a cargar las cosas a los autos, Ami y yo íbamos con Julián y Ornella.
Santino y Milagros iban con Nahuel.
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Después de una hora y media de viaje llegamos al lugar donde íbamos a acampar.
Estamos tratando de armar las carpas.. bueno ellos, yo estoy sentado en un árbol mirando cómo las chicas juegan al vóley, me dejaron afuera.
¿Por qué? Pateaba la pelota, pero SE PUEDE, cómo último recurso en el vóley, se puede.
— Matías. –dice Nahuel. Anda a buscar leña ya que estás al pedo.
— bueno ¿me acompañas?. –mire a Ami.
— si, ya vengo.
— ojo. –Julián sale de la carpa media armada. No tarden mucho.
— amor. –se ríe Ornella. Déjalos.
— ¿amor?. –dice Amira.
— vamos.
Le agarré la mano y salimos a buscar palitos, se estaba quejando por el camino.
¿Sera asi celosa con Julián nomas? Mm tendría que probarla.
— cuidado. –le agarre la cintura. Casi te la das con ese árbol, deja de quejarte.
Me dio un beso y yo sonreí, la apoyé contra el mismo árbol que casi se la da.
Volvimos con muchos palitos en las manos, los dejamos sobre el piso.
Nos pusimos a jugar a la pelota entre todos, chicas contra nosotros.. pero bueno, terminaron enojadas.
— me tenías que dejar meter un gol.
— perdóname bonita. –le di un beso en la mejilla, porque estaba Julián mirando.
— nos vamos a penales. –dice Nahuel.
Me mandaron al arco a mí, y a Amira a patear, bueno, vamos a regalarle el penal.
— ¡no!. –dice Santino. Va a dejar que meta gol, no. –saca a Amira. Que patee Ornella.
— no ya esta. –dice Amira. Me mandaron a patear a mí, listo.
— no, pero tiene razón. –habla Nahuel. Lo conocemos.
— bueno, bueno pateo yo.
Ornella pateó y bueno lo ataje.
Amira atajó y tuve que patearla afuera, Julián hubiera echo lo mismo.
— sos un pollerudo. –me reprocha Nahuel. Las dejaste ganar.
— si pateaba Julián hacía lo mismo, si pateaba Santino, Milagros atajaba, lo hubieras echo vos. –lo mire.
|☼︎|
Ya estamos comiendo algo, mientras estamos sentados en unos tronquitos.
Ornella estaba en la falda de Julián, eso provocó que Amira venga a sentarse encima mío también.
— que celosa que sos. –le susurre.
— tengo frío nomas.
Agarré una manta y nos tape con esta.
— me da miedo el bosque ¿a ustedes no?. –dice Santino. Miren, esta todo oscuro.
— si, a la noche va a venir a comerte el hombre lobo. –habla Milagros riendo.
— contemos historias de terror. –propone Julián.
— esa idea no me gusta. –hablaron Santi y Ami a la vez.
Le importó poco, porque empezó a contar historias de terror, Ami se estaba asustando.
¿Por qué? Porque cuenta cosas que pasaron en su casa, en la de Córdoba, me quiero reír pero me da un poco de cagaso igual.
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Holis.. les estoy escribiendo un capítulo en medio de la clase JAJA Amenme, amenme.
