2| El misterioso chico sensación

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Habían pasado días después de aquel molesto encuentro con Eiji Daigo los cuales resultaron ser sorprendentemente tranquilos para Noah Young, como siempre seguía siendo la máquina de estudio que era, y de vez en cuando se le veía andando por los pasillos haciendo recados para los profesores.

En esos casos cuando algún estudiante la miraba, advertía al compañero con quien charlaba el paso de "la pobretona", sobrenombre por el que era conocida. Afortunadamente, la situación no solía pasar más que a simples cuchicheos, pues se escuchaban tristes casos de estudiantes becados que sufrían de acoso en silencio. Al parecer a nadie le interesaba ensuciarse las manos con alguien de aspecto tan intimidante como ella.

Durante sus años en la escuela Utagawa no había hecho amigo alguno. En los primeros su hermano intentó que lograra hacer alguno, pero la única persona que pudo serlo fue el mismo Sam Young. En vista de que eran huérfanos y pasaron por mucho antes de salir del orfanato donde crecieron Noah sentía que la única persona a la que necesitaba era a su hermano mayor.

No era de extrañar que se sintiera así, Noah desconfiaba de las intenciones ajenas. Muchos se burlaron de ella cuando era niña, así que construyó un muro impenetrable que no permitía entrar a nadie salvo Sam Young quien fue el que estuvo de su lado en los momentos difíciles.
No obstante, pese del fuerte vínculo que los unía Sam era una persona que llevaba muchos secretos consigo, por ello la obsesión de Noah con lo secretos. No podía evitar sentirse inquieta cuando él le decía que todo estaba bien tras su complaciente sonrisa. Entonces, esas sospechas cobraron sentido cuando desapareció, simplemente su existencia se desvaneció de la faz de la ciudad, ni un solo mensaje ni despedida. Recordaba de forma tan vívida aquella mañana en que se fue al trabajo y simplemente jamás regresó.

Cuando finalmente dio por sentado que había desparecido, se hizo una promesa. Si se encontraba vivo o muerto, o donde sea que estuviera él podría estar tranquilo pues a Noah Young la inteligencia le sobraba, y se juró que lo iba a encontrar. Ese era su propósito, por eso siempre se esmeraba en ser la mejor porque así creía podría estar más cerca de su hermano. Pero aquella determinación tomó tiempo.

Su personalidad se fue endureciendo y eso la hizo el iceberg al que nadie se atrevía a enfrentar. No había nadie quien le dirigiera la palabra a Noah Young, curiosamente solo eran personas mayores que de alguna forma quedaban encantados con el temple de la joven, quien a su vez siempre se mostraba reservada y respetuosa.

Eso ayudaba a que sus mañanas en Utagawa siempre fueran tranquilas, hasta que algún maestro la veía de lejos y le mandaba a hacer algo. En esta ocasión seguía instrucciones de un maestro que le pidió de favor que fuera a buscar algunos materiales que iba a necesitar para la próxima clase.

En la tercera planta se encontraba la inmensa biblioteca de Utagawa la cual ocupaba todo un piso, era difícil no admirarse al ver los imponentes libreros que eran más grandes que los que cualquier otra biblioteca en la ciudad pudiera tener. Así mismo era el diseño, exageradamente suntuoso para ser simplemente la biblioteca de una escuela secundaria, se veían pinturas y retratos de personas tanto importantes como desconocidas para ella, e incluso se lograban ver algunas esculturas.

Había pocas personas que pasaban el rato o descansando más que leer un libro, el lugar llamaba más a tomar una siesta que ser una sala de estudio, había un ambiente muy acogedor en la biblioteca, incluso si eras uno de los afortunados podías sentarte en las pocas mesas dentro del jardín que emitía una agradable iluminación que simulaba la luz natural.

Después de tomar un rato caminando, encontró la sección indicada por su profesor, y mientras se dedicaba a buscar los libros, de repente escuchó unas voces del otro lado del librero. Normalmente Noah no prestaba atención a los chismes de escuela, pero no pudo evitar que sus oídos prestaran atención ante la mención de cierto personaje

El Secreto de la CúpulaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora