Sabía que quedaba solo media hora para que comenzase el espectáculo, y no fue demasiado responsable de mi parte despertarme a esas horas, pero bueno.
Me levanté de mi cama que parecía estar hecha un desastre por como la había dejado, no sé que estuve haciendo estos días pero el aburrimiento hacía que solo quisiese tirarme a la cama y dormir, envitando ciertos pensamientos que me atormentaban.
Fuí al baño para ducharme rápidamente, pues no me quedaba mucho tiempo y tenía que darme prisa, ya me estaba empezando a arrepentir por levantarme a esa hora.
El agua fría fue suficiente para quitarme mi cara de dormida, y también para que me congelase como un cubito de hielo.Salí de la ducha completamente helada pensando que estaba apunto de resfriarme. Luego, rebusqué en mi armario la ropa tan especial que me puse el día del rito de la linterna, ¡aquí está! Aunque... se dobló un poco. En camino de ir a plancharla, ví mi reloj:
16:49
Me vestí de forma precipitada ignorando la calidad de la ropa, me faltaba tiempo, y Ninnguang me mataría si llegase tarde. Bueno, tal vez ella no, pero sus secretarias si que se traen algo entre manos.
Salí de mi casa y contemplé que las calles estaban desiertas, ni siquiera estaban los comerciantes que solían estar por ahí. Seguro que todos ya estaban en la feria, y yo aquí todavía..Ese pensamiento hizo que corriese muy rápido, el aire frío chocaba con mis mejillas y las vistas daban cierta impresión de soledad, parecía que estuviese corriendo sola por calles abandonadas, no tenía el mismo ambiente del típico Liyue. Veía los segundos pasar y pasar en mi reloj y realmente pensé que no iba a llegar; y tal vez era así.
Me detuve analizando la situación y recuperando todo el aire que perdí corriendo, o mejor dicho, que malgasté, porque para no llegar al lugar y ni siquiera acercarse...
Perdí parte de mis esperanzas, había sido mi culpa por despertarme tan tarde, si hubiese salido como siempre me daría tiempo a llegar. ¿Por qué me estaba saliendo todo mal esos días?
Con decepción, di media vuelta. Algo llamó mi atención cuando ví a una persona en la calle, algo extraño puesto que nadie más estaba allí. Me acerqué a ver si me reconocía
-Buenas tardes Señor, ¿que hace usted aquí?
-S-Señorita Keqing?!
-Si..soy yo...¿Nos conocemos?
-No, pero yo si que te conozco, mis nietos hablan mucho de ti.
-¿De verdad?
-Sí, me dijeron que te admiran mucho, que les encanta como ayudas a la gente..
-Oh, me halaga. Muchas gracias.
-𝘚𝘦 𝘢𝘣𝘳𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘶𝘦𝘳𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘴𝘢 𝘺 𝘴𝘢𝘭𝘦𝘯 𝘶𝘯𝘰𝘴 𝘯𝘪ñ𝘰𝘴 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦ñ𝘰𝘴-
-¡KEQING! ¡KEQING ES KEQING! ¡ABUELO KEQING ESTÁ AQUÍ!
-*Suspiro* ¿que os dije que salir de la casa sin mi permiso?
-Perdón abuelito..
-¿Podemos saludar a Keqing?-Lo siento, son un poco pesados a veces.
-No pasa nada, no me molestan.
-𝘓𝘰𝘴 𝘯𝘪ñ𝘰𝘴 𝘴𝘢𝘭𝘦𝘯 𝘺 𝘢𝘣𝘳𝘢𝘻𝘢𝘯 𝘢 𝘒𝘦𝘲𝘪𝘯𝘨-
-Keqing te admiramos mucho
-Si! Yo quiero ser como tú algún día

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𝐀𝐪𝐮𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬 𝐟𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐜𝐡𝐢𝐧𝐠𝐱𝐢𝐧 (𝙶𝚊𝚗𝚚𝚒𝚗𝚐)
أدب الهواةKeqing, una persona muy sobre trabajadora y responsable, siente que le falta algo en su día a día. Ganyu, que también se esfuerza en su trabajo, está pasando unos días un tanto difíciles. ¿Como podrían complementarse? ░░░░░░░░░░░░░░░░░...