Destinados. (Ruben y tu).

Primer beso.

Ruben se quedo algo confundido con mi pregunta. Yo aún incómoda, nerviosa y desesperada por esperar su respuesta, apreté los ojos y le volví a preguntar suavicé mis ojos y los abrí poco a poco. Ruben, aún de pie frente de mi tenía una ligera sonrisa.

-Sientes eso. ¿Como si ya nos conociéramos?

Su sonrisa se ensanchó. Negando con la cabeza, frustrada por mi estado, me limité a responder.

-No, no importa.- Me veía a los ojos con su sonrisa y su mirada se suavizó . Tomó un mechón de cabello que colgaba en mi frente y lo paso detrás de mi oreja. Éste gesto me hizo sonrojar y toda mi voluntad de seguir con mis preguntas se quedó bajo tierra. Ladeé mi cara a su mano y pude acariciarla con mi mejilla. Pude notar la sorpresa en el rostro de Rubén, entonces su mano giró y me acarició la mejilla con sus nudillos, suavemente. Su mano recorrió de mi pómulo y por toda mi mandíbula hasta llegar a mis labios, se detuvo. Mantuvo su mirada en ellos, mientras acariciaba el labio inferior con su pulgar. Su deseo de besarme era evidente, yo lo seguía mirando a los ojos. Finalmente se acercó lentamente, de nuevo y se inclinó hacía mi. Nuestros ojos se encontraron y compartimos una sonrisa breve antes de que nuestras bocas se unieran. Sus labios rozaron los míos, en seguida los comenzó a mover, lentamente. Yo lo seguí. Hasta ese momento no supe en realidad que sentía por él, pero el beso lo dijo todo. No estoy segura si es por la amnesia pero aquel beso hizo que todo mi cuerpo vibrara en distintas direcciones. Quería besarlo más que nada, y no sabía por que. Ruben ahora con los ojos cerrados me rodeó la cintura con sus manos y me atrajo hacía sí. El beso se iba intensificando, cada vez más profundo. Mis manos se movieron hasta su pecho, donde las descanse un momento, y seguí hasta su cuello donde lo rodeé con mis manos de manera suave cada vez más fuerte. El beso siguió durante unos minutos, hasta que comencé a quedar sin aire, yo me aleje un poco, quedando solamente nuestras frentes unidas, recargadas la una en la otra. Vi como Rubén sonreía complacido, sonreí igual.

-Vaya primer beso.

-¿Qué?.- preguntó. En seguida me separé de él y lo mire con gravedad.

-Ese fue mi primer beso. O por lo menos el que recuerdo.- su cara ahora llena de curiosidad se suavizó y dijo

-Así que... Soy tu primer beso.- sonrió de lado.

-Seeeep.- me limité a contestar. Entonces colocó sus manos en las caderas y con el ceño fruncido preguntó.

-¿Cómo es eso? ¿No recuerdas tu primer beso?

Me sonrojé. ¿Cómo decirle aquello? Me armé de valor y comencé.

- No. Y no solo mi primer beso, sino... Todo. No recuerdo nada.- terminé en un susurro viendo el suelo. Entonces sentí su mano en mi barbilla y la alzó suavemente. Alcé la vista y lo encontré sonriendo. Comprensivo me dijo.

-Puedes contármelo.