011//𝐇𝐢𝐥𝐨 𝐫𝐨𝐣𝐨

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El chico mayor observaba el baile de su
menor a través del gran espejo de la sala, lo miraba con gran admiración ante sus movimientos tan sutiles, suaves y delicados, dignos de un omega. No era una coreografía en si, solo se movía al compás de la música.

El Omega podía sentir su mirada, al ser un Alfa estás solían ser muy pesadas, eso solo lo animaba a no querer parar de bailar, era el fin del día, podía gastar sus últimas energías para satisfacer al pálido.

—¿Quieres intentar?— el castaño volteo en su dirección tomando por sorpresa al muchacho.

—No, gracias estoy bien— respondió con timidez.

Jimin sabía que era común sentir temblores al momento de ser observado por alguien de jerarquía mayor pero no sé explicaba por qué en vez de sentir ese poder sobre el lo percibía al revés, claro que quería la mirada de su hyung sobre el pero le emocionaba aún más hacerlo el centro de atención al Alfa. Cada pequeño cumplido que era otorgado a Min este solo asentía con su cabeza, nunca hablaba, Jimin amaba provocar ese efecto en el.

Tal vez era algo enfermizo que le gustará dejarlo vulnerable, tal vez era demasiada perversión de su parte querer acorralar lo hasta dejarlo sin salida.

Si no pudiera escapar...

¿Que haria?

¿Haría algún movimiento, o el tendría que dar el primer paso?

Aunque fuera Omega, el hecho de que el tomara la iniciativa no le molestaba en absoluto.

Vamos— el menor se acercó, ofreció su mano y el Alfa la tomo.

Pudo observar la piel erizada de este mismo ante su tacto, mientras que el Alfa estaba nervioso, Jimin disfrutaba en todo su esplendor tener el control de la situación.

—Si las coreografías no me salen, menos esto— dijo con disgusto.

—Yo te enseñaré— las rechonchas manos fueron a sus hombros masajeando un poco.

Ambos adolescentes sintieron una corriente en sus cuerpos, sintiéndose de una forma demasiado sensible e indebida para los dos.

Por un momento Yoongi empezó a sentirse inseguro, sus hombros eran muy pequeños y el Omega enfrente de el era muy cotizado por alfas de alto prestigio, sin mencionar su espectacular musculatura, grande.

Cuando sus pensamientos lo estaban atacando, el castaño apaciguó por completo sus temores, un derecho que le había Sido otorgado a el lindo muchachito por su lobo.

—Eres muy bajo para ser un Alfa— una mano acaricio su cabeza —eso es muy tierno—

Las palabras dichas por ese jovencito hubieran ofendido y dado en el orgullo de cualquier otro líder nato, pero, Yoongi, no se sentía en absoluto molesto por el comentario dicho y menos si se ganaba esa caricia por parte del Omega.

Un sonrisa genuina salió de los labios rechonchos, Jimin conocía el mirar de su Alfa, desde el primer día que lo conoció tenía esa misma escencia, unos ojos tristes y cansados, agotados, y el Omega simplemente quería que estuviera bien, si no podía involucrarse, al menos lo haría sonreír en sus días, tratando de hacerlos más ligeros.

—Bueno, tu eres muy alto para ser un Omega— Jimin le dió una sonrisa coqueta, completamente orgulloso de que ese Alfa pensará de esa forma sobre el.

A diferencia de Yoongi, Jimin desearía con todo su ser, ser más alto, por lo menos solo unos centímetros más, miles de veces imagino como se inclinaría para besar al chico que tenía delante pero desafortunadamente no crecio más, aún así, agradecía medir lo mismo que el chico, no era común que un Omega creciera tanto.

𝘽𝙮 𝙉𝙖𝙩𝙪𝙧𝙚//JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora