La finitud de una decisión
Se resume en el instante en que se vuelve vida ante las palabras,
La expresión que une palabras
Y conforman una frase
Que no engloba la conjunción y el caos
Representado en la elección final,
Trasciende la condensación del pensamiento
Mezclado irrefutablemente y arraigado a las emociones,
Es allí donde el pensar y el sentir se hacen homólogamente dispares,
Inconexos e inseparables,
Una lanza que atraviesa el aire
Cual decisión lanzada al viento
Esperando que no caiga de regreso
Como un filo que se adhiere a la piel hasta desprenderla.
La seguridad continúa siendo aparente,
No hay tal entidad abstracta que pueda garantizarla,
Aun menos ante la sangre que se desborda,
Que encuentra su cause bajo la dermis
De una piel tan frágil como el cristal convertido en arena
Luego de sentir el calor inclemente de las brasas ardientes,
Las esquirlas viajan y retornan
Tan dispersas y dividas
Después de un recorrido desesperanzador,
Y el álgido vacío que perfora el corazón de un ser dominado
En un incesante yugo que arrastra consigo,
Que se moldea y forma parte de su cuerpo,
Como una piel impropia que se convierte en alas de plomo
Deteniendo su tiempo en la vida,
Que limitado y pesaroso esclaviza,
Al espíritu jadeante
Y a un corazón desfallecido,
Arruinado e irreconocible,
¿Puede haber aflicción más grande y condena más impía que observar a un extraño revelado al otro lado del espejo y sentirlo como un conocido indeseado?
Un corazón marchito que ha perdido su fulgor
Reclama el centro de un cascaron formado cuerpo
Que resquebrajado se deshace hasta impregnar el aire,
Un corazón que ya no se acelera,
Sus latidos son agónicos e irregulares,
Se hallan ocultos y estáticos
Ante la vida encapsulada en pasión,
Lo que hacía a su cuerpo distenderse
Y solo fluir ante la sonrisa y el gozo de poder ser,
De disfrutar momentos limitados de fervor excelso
Que eran acariciados por el resplandor de la pintura formada lienzo,
Allí residía el impulso de vivir,
Pero ahora, luego de un viaje avasallante
No hay sonido que haga resonar el vacío
Ni color que haga despertar el furor,
Los pálpitos continúan, aun se escuchan
Son automáticos como fuente de supervivencia,
Sobreviviendo por ley natural de la conservación,
Siendo ignorante ante la muerte del ser
Que se halla al fondo del abismo convertido en cenizas
¿Hace cuanto la primera muerte azoto a un ser ingrávido y devasto su existencia hasta la autoaniquilación?
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Thanatos © Poemario
شِعرLa representación del impulso destructivo que se alberga en el ser, que en compañía con la oscuridad se cierne sobre el alma ... La pasión de un fragmento de vida © Thanatos