La luz de la laguna

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Estamos desayunando, veo como Roque se levanta de la mesa con una tostada de nocilla en la mano, se acerca hasta donde está Iván y le da con la tostada en el culo.

Roque se acerca a los niños pequeños, y le agacha y les susurra algo, al momento todo el comedor está gritando ¡cagón!¡cagón! Yo tras ver la cara de confusión de Marcos, me levanto, me acerco a él y le agarro del brazo para sacarlo de la cocina. 

Marcos: ¿Qué les pasa?

Val: pues que estás empanado chaval. Te has manchado el culo de chocolate, se te están riendo de ti- le aclaro viendo que no lo pilla. Él se mira y cuando se da cuenta de que es verdad se sonroja, yo me río.

Val: anda vete a cambiarte antes de que acabes peor.

Marcos: gracias por avisarme.

Yo solo le sonrío y él se va para su cuarto.

[...]

Estamos saliendo de los cuartos después del desayuno los cinco, antes de bajar les pido a los chicos que me acompañen a ver a mi hermana, así que eso hacemos.

Llegamos a la habitación de mi hermana. Cuando entro me encuentro con Marcos haciéndole unas coletas a su hermana. Yo entro a la habitación y me acerco a mi hermana que está sentada junto a Paula.

Evelyn: ¡Tataa! 

Val: hola cielo- le digo mientras la abrazo- ¿qué tal has dormido?

Evelyn: muy bien, ¿sabes que el gnomo le deja flores a Paula?-yo miro a Paula que me sonríe.

Val: jo que guay, bueno chicas, vais a llegar tarde a clase como no os deis prisa.

Las dos chicas se van corriendo.

Marcos: se nota que quieres a tu hermana.

Val: no eres el único hermano mayor sobreprotector.

Salimos de la habitación y dejamos que Marcos se vaya por delante para poder hablar nosotros.

Carol: llevamos dos semanas de clases, y hasta el nuevo se ha pillado de ti. 

Iván: ¿pero qué dices?

Vicky: las cosas como son. Marcos la mira como si se la fuera a comer. Nos hemos dado cuenta todos.

Val: pues yo no- todos me ignoran y continúan hablando como si yo no estuviera presente.

Roque: es que es verdad, Val está buena y es guapa, y el nuevo se ha dado cuenta. 

Caye: Iván como te descuides te la quitan.

Iván: Caye te voy a meter una...-le dice mientras le levanta el puño, yo rápidamente le agarro el brazo y se lo bajo para que no pueda hacer nada de lo que se arrepienta.

Val: oye, esta conversación se está volviendo un poco incómoda- de nuevo todos me ignoran.

Roque: es que chaval, no usas los ojos.

Iván: pues tú no vas a poder usarlos después del ostiazo que te voy a meter- le dice volviéndole a levantar el puño, esta vez le vuelvo a coger el brazo y se lo vuelvo a bajar.