Fallon
Fallon: Izzie
Fallon: Izzie, por favor responde.
Fallon: Permíteme explicarte lo que pasó.
Fallon: ¿Izzie?
Esconderme en las escaleras fue claramente una pésima decisión y entiendo que Izzie me acuse de espionaje, aunque lo que yo en verdad estaba haciendo era una investigación de campo a una distancia considerable para observar el comportamiento de mi hermano y mi amiga ante la aparente privacidad que tenían en mi casa, teniendo en cuenta que mis padrés habían abandonado el recinto e iban a tardar en regresar.
Esa descripción da a entender que yo nada más actúo como un científico y que trato a Phillip y a Izzie como sujetos de prueba, pero mi objetivo era lograr que ellos tuvieran momentos a solas, por esa misma razón, el viernes me quedé enfocado en mi celular mientras Philip iba al patio trasero. Estaba intentando ayudar a la pobre chica después de vivir años abatida y desesperada frente al nulo avance sentimental y carencia de interés romántico que le ha demostrado mi hermano. Nunca se me ha ocurrido preguntarle cómo se siente con respecto a Izzie, cada vez que a él le interesaba una chica, me lo hacía saber de inmediato. No mentía cuando le dije a Izzie que él sentía muchas cosas por ella, después de todo el respeto, la alegría y la admiración son emociones que él genuinamente tiene y están dirigidas hacia ella.
Ahora bien, no puedo evitar sentirme culpable frente a las extrañas circunstancias en las que me vi involucrado el sábado. Espiar a tu hermano mientras una chica le confiesa que está enamorada de él no es precisamente un acto bueno, dentro del ámbito moral, por muy buenas que hayan sido mis intenciones desde el principio. Soy culpable de no tener paciencia y de que mi curiosidad me cegara frente a la decisión y la posición que debía tomar, como hermano y, en especial, como amigo. El frío silencio que ha aplicado Izzie desde ayer solo empeora mis ya crecientes sentimientos de culpa, no cometí ningún delito, pero perturbé un momento de intimidad y vulnerabilidad, así que dentro de la inexistente Corte Suprema de Justicia de la Moral Universal, es como si hubiera cometido una grave infracción.
***
Ya pasado el mediodía, le dije a mis padres que iba a dar una vuelta por el vecindario y que no planeaba demorarme mucho. Philip continuaba cabizbajo y meditabundo, sentado en el escritorio que tenía de su lado de la habitación. Mamá había intentado sonsacarle qué le había ocurrido e incluso me interrogó a mí al respecto, pero yo no sentía que tenía autoridad alguna para revelar un acontecimiento de esa magnitud.
Cuando crucé la calle, observé las ventanas de la casa de Viviana e Isabelle Guerra, las cortinas bloqueaban la vista hacia el interior, lo cual le daba un aire de reserva y ocultación a todo el lugar.
Toqué el timbre un par de veces, pero nadie atendió. Tampoco deseaba escribirle a Izzie porque sabía que el único resultado proveniente de esa acción sería el silencio. No dudo que su mamá estuviese al tanto de todo lo que ocurrió ayer, así que si ese era el escenario más probable, también se podría afirmar que ella evitaría abrirle la puerta a Philip o a mí.
Ya me había dado la vuelta para regresar a mi casa cuando percibí el sonido chirriante de las bisagras de la puerta. Viviana Guerra apareció detrás de esta y me miró con sigilo. Todavía se encontraba en pijama y llevaba el cabello negro recogido en un moño desordenado.
— Disculpe la intromisión. Primero que nada, buenas tardes. Quisiera saber si Izzie se encuentra — Viviana no paraba de mirarme fijamente con esos ojos oscuros y calculadores. Usualmente tenía un semblante tranquilo y jocoso, pero hoy su mirada cargaba una frialdad que nunca había presenciado.
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Triplex
Teen FictionIsabelle Guerra ha mantenido oculto su amor por Philip desde que eran niños, pero tras llegar a su último año de instituto decide que es momento de que él lo sepa, pero las cosas no pasan como ella lo espera, así que con ayuda de su amigo Fallon ide...