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Isabelle

El otoño avanzaba con una rapidez inmensurable, era extraño ver todavía árboles que conservaran la mayoría de sus hojas y yo me sentía como ellos, esperando alguna indicación externa para actuar y ser igual que los demás. En noviembre, el equipo de debate se solía preparar para las competencias que iniciaban en enero y los de último año se les presionaba a aplicar a universidades o explorar posibilidades de intercambio internacional. Yo continuaba en el limbo, sin universidad, ni intercambio y mucho menos estabilidad emocional, aunque lo único que sí me interesaba eran las competencias de debate, "pelear" como Jamie y yo lo llamábamos, era la actividad en la que verdaderamente destacaba, no me consideraba la mejor, pero cuando me lo proponía lograba vencer a mi oponente, como lo demostré el viernes.
Estaba feliz de lo que había logrado, más no eran enorgullecedoras las circunstancias en las que habían ocurrido. No tenía planeado que la situación con Philip se escalara a tales niveles, yo estaba preparada para hablar nada más, pero la oportunidad se dio y sé que me arrepentiría de no haberlo aprovechado.
Lo anterior no significa que "hacer todo lo posible" me llevaría a ese punto, mi intención era dialogar y por lo que vi a través de mi ventana, funcionó, conversación y sus debidas secuelas incluidas.
Esa misma noche Fallon se comunicó conmigo, no iba a decirle de inmediato el costo de su renovada relación con Philip. Logré sonsacarle a su hermano una confesión que cambiaría la vida de los tres de ahora en adelante, pero no sabía la manera de contarle dicha noticia, Philip y yo no éramos pareja, tampoco amigos con derechos, ni amigos, nos faltaba tener esa conversación y yo no estaba lista para deshacer lo que sea que había construido con Fallon, el cual no ha hecho nada más que apoyarme.
Fallon: No sé qué le dijiste, pero Philip nunca ha estado tan feliz de verme. Mamá dijo que "Phily seguramente estaba meditando". Él no ha mostrado interés en ese ejercicio, pero no negó sus suposiciones. Gracias.
Izzie: Necesito verte, hay muchas cosas que quiero contarte. Me alegro que ustedes dos se hayan arreglado ¿Cuándo estás libre?
Fallon: Mis primos parten temprano en la mañana del domingo, después de eso estoy libre ¿segura que no me lo puedes decir por mensaje?
Izzie: Es importante, Fallon. Hablo en serio y sí, el domingo está perfecto. Voy a madrugar por ti.
Fallon: Nos vemos, cuídate y gracias.
Izzie: No hay de qué...

***

Mi corazón latía fuertemente mientras caminaba hacia la zona de comidas de Wonder Plaza. Fallon sugirió reunirnos aquí ya que sería imposible tener completa privacidad en ninguna de nuestras casas y caminar por el vecindario tampoco significaba estar seguros de los fisgones. Así que acepté este sitio público, amparados por el bullicio de la gente.
Ocupé una mesa frente a un local de helados. Mis dedos tamborileaban la superficie dura y fría de la mesa, mientras mis palmas sudaban. Creo que estaba sumiendo la culpa, aunque nunca concretamos que nuestra relación, si se puede llamar así, fuera algo serio que requiriera fidelidad ciega. Ahora que el calor del momento había desaparecido y mis emociones no estaban hirviendo en mi pecho, me encontraba pensando con mayor claridad. Esto se sentía como una traición.
No quiero que Fallon desaparezca de mi vida, no somos pareja, pero siempre fuimos amigos. Me gusta de muchas maneras y aunque ahora haya obtenido mi deseo más profundo, no puedo sacarlo de la ecuación. Me preocupa su reacción, que a su manera sutil e inteligente me insulte y que me deseche, pero él no es de los que hacen eso. Su primer amor fue Victoria Dekker, con quien estoy segura que estaría hoy en día si sus edades fueran más cercanas, luego estuvo con Holly y después con Andrea, ambas fueron relaciones largas y profundas. Fallon no es Thadd Ferguson,  tampoco es como Alden del club de debate, él no utiliza a la gente y se va, a él le importan los vínculos, el intelecto, la calidad de ser humano, por eso sus mejores amigos son Bellamy y Baldev, ellos son buenos, y él también lo es.
¿Yo también soy buena o lo suficientemente buena?
No pude continuar el hilo de pensamiento y responder mis propias preguntas porque en ese momento un chico alto y de cabello verde apareció con dos vasos de café.
— Agradezco la facilidad de ubicación de tu mesa y lo relativamente despejado que se ve esta zona — el chico colocó los vasos de cartón sobre la mesa y frotó sus manos sobre sus pantalones —. Por más helado que esté el clima hoy, mis manos siguen siendo sensibles al calor, por poco me quemo.
— Que exagerado eres — le dije tomando uno de los vasos y le di un sorbo a su contenido, sería ridículo decir que no percibí su elevada temperatura porque estuvo a punto de escupir todo sobre la mesa.
— Te lo advertí — dijo él, esbozando una sonrisa torcida.
— Gracias — intentaba tomar largas bocanadas de aire frío y disminuir la temperatura dentro de mi boca.
— Creo que podemos esperar unos minutos e ir conversando mientras se enfrían las bebidas.
— Tienes razón.
Tragué saliva y lo miré. Ahí sentado y abrigado, su piel estaba muy pálida, podría haber sido parte del elenco de una película clásica de vampiros. Su cabello verde resaltaba frente a su pálida tez y se encontraba en muy buen estado, seguramente utiliza productos de calidad para que no luzca seco. Por último, examiné sus ojos, como una barra de chocolate intenso, dulces y llenos de bondad, de los cuales brotaron lágrimas porque quería recuperar a su hermano menor. Ojos a los que posiblemente haga llorar.
— Fallon — empecé —, quiero que sepas que sin importar lo que ocurra hoy, tú siempre serás alguien importante para mí, a quién deseo nada más que felicidad, amor y respeto.
— Me estás asustando Izzie ¿a qué te refieres? — su sonrisa se había desvanecido y su rostro tenía un semblante serio y cauteloso.
— La noche que fui a hablar con Philip...no solamente hablamos. Creo que lo presioné hasta romperlo, yo le dije la verdad, pero crucé ciertos límites.
— Sigo sin entender.
— Le sonsaqué una confesión, Fallon — ya empezaba a sonar desesperada —. Le gusto, el plan funcionó. Demasiado bien, en realidad.
— ¿Eso no era lo que querías? — una sonrisa nerviosa y tímida se formó en sus labios, pero su voz continuaba firme — Nuestro plan fue un éxito, ya podemos finalizar la misión y seguir con nuestras vidas.
— Nos besamos.
Fallon estaba inmóvil y estupefacto, como si hubiese quedado en la intemperie invernal con solo un traje de baño como protección. Decidí continuar porque su silencio no hacía nada más que extenderse:
— Después, una cosa llevó a la otra y...
— No quiero saber más detalles, creo que quedó lo suficientemente claro — me interrumpió mientras tapaba su boca con la mano, observando fijamente los vasos de café sobre la mesa.
Luego, el peliverde posó ambas manos sobre su cabeza, frotandola con fervor.
— ¿Qué quieres de mí? — preguntó de repente, con suma seriedad.
— Philip y yo no hemos formalizado nada todavía.
— Pero sus sentimientos son recíprocos, ya no me necesitas de ninguna manera.
— No quiero... — debía medir muy bien mis palabras en ese momento, no quería generar un malentendido — no puedo alejarme de ti todavía y simplemente volver a cómo eran las cosas antes de septiembre es imposible, para mí me resulta imposible.
— Entonces ¿quieres que sea tu amante? — sonaba ofendido.
— Pensé que habías disfrutado aquella noche en la fiesta de Halloween, estabas dispuesto a que se repitiera la ocasión.
— Todavía no habías estado con mi hermano, yo soy un factor irrelevante de ahora en adelante.
— Esto no es un experimento, Fallon — le reclamé, no me gustaba el rumbo que estaba tomando la conversación.
— ¿Eso crees? — Fallon volvió a sonreír, pero esta vez me miraba como si yo fuera una incrédula — Manipulamos el ambiente y las interacciones sociales de una población muestra, teniendo en cuenta una hipótesis inicial que procuramos probar a través de todos los medios posibles. El objetivo respondió a dichas alteraciones, probando como cierta la hipótesis.
— El mundo no es un experimento lleno de variables y factores que siempre puedes manipular para que las cosas resulten a tu favor.
— Eso fue exactamente lo que hicimos — Fallon tomó un sorbo de café y me miró fijamente —. Además todo resultó a tu favor ¿qué más podrías desear?
— ¡Pues a ti! — declaré y también tomé un sorbo de café, el calor de la bebida igualaba el de mi cabeza en ese momento —. Si Philip es mi realidad, tú eres un sueño al que no puedo abandonar, todavía no.
— ¿Piensas traicionar a Philip?
— ¡No somos nada!
— Y eso va a durar muy poco, me sorprende que no te haya mandado mensajes en este preciso instante, seguramente está planeando la manera de pedirte que seas su novia.
— Entonces quiero atesorar cada momento que tenga contigo — estiré la mano e intenté entrelazarla con la suya, pero él no quería dejarme entrar.
— ¿Por qué te esfuerzas tanto conmigo? — me preguntó mientras abría su mano, permitiéndome tomarla con delicadeza.
— Porque sé lo que sentí aquella noche y me rehúso a creer que alguien que no siente nada pueda hacer todo eso, decir lo que dijo y tocarme de esa forma. No quieres solo mi cuerpo, tú no eres así, a menos que esté equivocada y haya sido producto del alcohol o de la luna llena y hayamos actuado como lunáticos, no lo sé.
— Sabía lo que hacía — me explicó con ternura —, el alcohol me dio un empujón de valor o de locura, como quieras atribuirle, pero nunca mi cerebro había tenido tanta claridad como esa noche. No quiero herir a mi hermano otra vez, sin embargo, si lo que deseas es tenerme como tu amante ocasional...
— Amante a tiempo completo — le aclaré —. Tú no eres una aventura de una sola noche y en este momento los deseo a ambos. Si mi relación con Philip se formaliza, te juro que no te buscaré y terminaremos las cosas de inmediato.
Cuando terminé de presentarle mi propuesta, noté que el chico poseía un brillo en sus ojos que el día de hoy, frente a tantas noticias desalentadoras, pensé que había desaparecido. Volvió a tomar un sorbo de café y soltó mi mano.
— No quiero darte una respuesta negativa, Izzie.
— ¿Eso qué quiere decir? — me encontraba confundida, ya estaba preparándome para el rechazo y el peliverde decide dejarme en el limbo.
— Significa que cuando por fin decida decirte que no, me alejaré. Si podemos seguir siendo amigos, lo seremos, y si ese escenario no es posible, tendremos que despedirnos del pasado y del futuro que pudo ser.
Fallon siempre tenía una forma casi romántica de abordar temas sentimentales, cosa que a Philip se le dificultaba. Si tan solo pudiera tomar lo mejor de los dos y transformarlo en el hombre ideal, lo haría sin pensarlo. Las mariposas que me produce Philip, sumado con el fuego que Fallon aviva en mi interior, esa es una combinación mortal para el cuerpo y el corazón, pero no puedo tener lo mejor de ambos mundos, así que los dos deberán intersectarse.

***

Lo que menos deseaba era volver a recibir el silencio acentuado del pelirrojo y evitar sospechas debido a nuestra ausencia, así que Fallon y yo debíamos volver rápido a nuestras respectivas casas a almorzar. No obstante, yo quería agradecerle por toda la paciencia que me tuvo, volverlo loco y hacerlo sentir especial y apreciado.
—¿Por qué me miras de esa forma tan extraña? —preguntó mientras me miraba con atención, no me percate que por un momento me quedé inmersa en mis pensamientos mientras lo miraba directamente, Fallon se veía irremediablemente guapo y sentí deseos de abrazarlo, besarlo y sentir su calor, ya no era solo por agradecerle su comprensión, era algo que yo realmente necesitaba, pero no podía hacer eso frente a las pocas personas que paseaban tranquilamente por el centro comercial.
—Vamos, necesito mostrarte algo —me levanté de la silla y caminé hacia los baños esperando que él me siguiera, lo cual hizo, no miré hacia atrás, pero sabía que él venía tras de mí, caminé más rápido e incluso corrí.
—¿Adónde vas Izzie? Tenemos que irnos —lo tomé de la mano y corrí más rápido hacia los baños de hombres que estaba vacío, entramos a la última cabina, estábamos un poco agitados por el ejercicio previo, noté un aire de nerviosismo en su rostro y tal vez miedo, me causó ternura su cara y me reí un poco de él.
—Isabelle, ¿Puedes por favor responder una de mis preguntas? ¿Qué hacemos en el baño de caballeros? Esto no está... —lo besé con ternura y él respondió tomando mi cara entre sus manos y devolviéndome el beso casi con desesperación, había fuego entre nosotros, el frío que sentía hace poco desapareció, casi podía ver las chispas que emanaban nuestros cuerpos, introduje las manos dentro de su sudadera y las pase con suavidad por su espalda y seguí bajando. Nos separamos un momento para tomar aire y pude ver su rostro, estaba rojo y sus ojos se veían aún más oscuros lo que le daba un aire de sensualidad lo que a su vez hizo que la temperatura en ese espacio reducido solo aumentara. Su piel estaba caliente y lo notaba tenso.
—No nos preocupemos por nada ahora ¿sí? — él asintió, lo volví a besar mientras bajé el cierre de su pantalón y metí una mano dentro, él se movió un poco sorprendido ante mi tacto, pero no dijo nada, en un impulso me puse de rodillas, bajé levemente sus pantalones y su ropa interior, lo miré sorprendida y es que, aunque ya había visto su desnudez me prendió lo bien dotado que estaba.
—Creo que debes ponerlo en tu boca —me hizo gracia el comentario, pero no pude reírme, estaba hipnotizada, dejé que mi nariz recorriera la piel expuesta. Luego con delicadeza pase mi lengua por la punta de su miembro, su cuerpo se agitó involuntariamente, mis manos paseaban por su longitud en una danza calmada y agónica, lo miré desde abajo y noté como luchaba contra sí mismo para no tocarme, lo metí completo en mi boca, le di placer, aumentando el ritmo paulatinamente. Él mordió su puño para intentar suprimir los gemidos y colocó la otra mano en el panel vertical. Poco después tragué del éxtasis que le produje.
Limpié mi boca con la manga del suéter, me acerqué a su rostro y besé sus labios.
— Que lindo eres cuando pierdes el control — le susurré a Fallon antes de salir.  

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