Maniac [Dreamnotfound]

12

Llega a casa y ve el auto de sus padres estacionados afuera. Eso solo significa una cosa y es que han vuelto.

—Papá... No sabía que volvían hoy.

—Las conferencias terminaron más pronto de lo esperado.

—Ya veo.

—Había una chica preciosa en una de las conferencias. Es hija de uno de mis colegas. Si quieres te las presento.

—No, gracias. Ya me gusta alguien.

—¿Cómo es?

—Es como de esta altura, cabello oscuro al igual que sus ojos, piel pálida, muy amable y... Es un chico.

Dream cerró los ojos por reflejo esperando que lo golpeen, mas ese golpe no llega.

—Dime que es una broma.

—No lo es.

—No lo entiendo. ¿Qué hice mal? No me importa si llegas drogado a casa o si cada día te acuestas con una chica distinta. ¿Pero por qué un hombre? ¡Te di todo lo que necesitabas, Clay! ¡Nada te falta! ¡Siempre te compré lo que querías e incluso más! No puedes hacernos esto a mí y a tu madre.

—No me diste todo, papá. Puede que me hayas comprado varias cosas con las que cualquiera sería feliz y te agradezco por eso, pero solo intentas llenar tu ausencia con regalos. Yo no quiero regalos caros, quiero que estén aquí. Los padres del chico que me gusta siempre están para él... ¿Por qué ustedes nunca están para mí? —Dream intenta respirar hondo para no llorar—. ¿Por qué crees que voy a fiestas, papá? ¿Por qué crees que traigo a una chica distinta a casa todos los días? ¡Porque no quiero estar solo! Intento llenar esa ausencia que me dejan ustedes.

—Nosotros tenemos trabajo, Clay. No podemos estar todo el tiempo contigo. Debes entender eso.

—No les pido que estén todo el tiempo conmigo. Tal vez una llamada de vez en cuando contándome cómo estuvo su día y qué tal les fue la conferencia sería suficiente. Algo que me recuerde que aún tengo padres y no son simples personas que me dan dinero.

—Ese chico te está haciendo mal. Tú no eras así.

—¡No es su culpa, papá! ¡Él no ha hecho nada malo!

—¿Y por qué no nos dijiste antes cómo te sentías?

—Porque antes cada vez que quería hablar contigo estabas ocupado o me decías que hablaríamos después, pero ese después se volvía en otro después y nunca llegábamos a hablar... Papá, solo quiero que me apoyes.

—Vete de la casa.

—Papá...

—No voy a aceptar a ningún homosexual en esta casa.

—Papá, por favor.

—Ya he hablado.

Ni siquiera pudo agarrar un poco de ropa. Su padre le quitó las llaves del auto. Lo único que tenía era su celular y a sí mismo.

No casa, no auto y no George.

...

Quackity

George, tengo miedo.
Creo que la llorona está afuera de la casa de Karlitos.

George

¿Qué?

Quackity

Escucho a alguien llorar.
Ayúdame :(

George

¿No puedes ir a ver quién es?

Quackity

¿¡Y SI ES LA LLORONA Y QUIERE SECUESTRARME?
¡KARL LE ACABA DE ABRIR LA PUERTA!
Espera, es solo Dream. Falsa alarma.

George

¿¡Qué!?

Quackity

Espera. Me quiero enterar del chisme.
Dice algo de que no quiere hablar con nadie ahora y que solo quiere quedarse en la casa de Karl unos días.

George

¿No dice nada más?

Quackity

No. Karl acaba de dejarlo solo en la habitación de invitados.

George

Me está llamando. Genial, ahora yo soy nadie.

Contesta la llamada y solo se escuchan sollozos.

—Dream, ¿está todo bien?

—N-no —lo escucha decir en un murmullo casi inaudible.

—¿Qué ha pasado?

—Les dije a mis padres que me gustabas y... me han botado de la casa. Creí que así mejorarían las cosas, pero solo lo empeoré. Creo que no me canso de hacer las cosas mal —suelta una risa amarga.

—Lamento escuchar eso...

—Perdón por llamarte, pero eres la única persona en la que confío en que no se burlara de mí.

Apenas Dream corta la llamada, George ya está saliendo de su casa para ir a consolarlo. No sabe ni siquiera porqué va.

Después de todo el daño que le hizo, aún siente pena por él y solo eso.

Toca el timbre y Karl le abre la puerta.

—Alex se está bañando.

—En realidad, quería ver a Dream.

Karl lo dirige hasta la habitación y los deja solos.

—George, ¿qué haces aquí?

—Nadie merece estar solo. Ni siquiera tú, Dream.

George se sienta a su lado en la cama.

—No puedo entender muy bien cómo te sientes, pero espero que te haga sentir mejor al contar conmigo.

—Gracias, George. No debías venir.

—¿Sabes? Cuando les dije a mis padres que me gustaban los hombres mi mamá me dijo algo que aún recuerdo. "No importa las personas que intenten hacerte sentir menos por tus gustos, tú sigues siendo igual de fantástico y eso nadie te lo va a quitar". Quiero que tú también lo recuerdes, ¿sí?

—Tienes suerte de tener unos padres tan grandiosos.

—Supongo que sí. Si necesitas algún lugar donde quedarte, puedes venir a mi casa. No es tan grande como la tuya, pero mis padres estarán felices de recibirte.

—No puedo aceptarlo. Te he hecho mucho daño y no merezco ese buen trato.

—Si prometes ser una mejor persona y lo cumples. Puedo darte una segunda oportunidad. Si me defraudas por segunda vez, te juro que no volverás a saber de mí el resto de tu vida.

—Te prometo dar lo mejor de mí desde ahora.